Madrid, vestida de noche

"He querido hacer un libro bonito, de estampas. No he querido sacar miserias ni cosas feas". As¨ª de categ¨®rico se muestra el fot¨®grafo Nardo Villaboy, al contar su empe?o de realizar un libro "con im¨¢genes guapas de Madrid". El resultado es Madrid plena de luz, un volumen con fotos de Villaboy y textos de ?ngeles Caso, dos asturianos c¨®mplices de aventuras profesionales. Ya hicieron en 1988 un libro sobre su tierra, Asturias desde la noche, y ahora firman su visi¨®n conjunta de la capital del reino.

"Han sido 100 d¨ªas y 100 noches de trabajo", explica Villaboy. Por su parte, la periodista y escritora ?ngeles Caso confiesa haber "aprendido much¨ªsimo" de la historia de la Villa y Corte durante su labor investigadora. "He tratado de recuperar datos curiosos y sorprendentes. Pasamos a diario por sitios que realmente no conocemos. Por ejemplo, estremece pensar mientras te tomas unas tapas en la plaza Mayor que en ese mismo lugar hubo ejecuciones p¨²blicas", relata la escritora. Tambi¨¦n ha aprendido que "Madrid fue durante siglos una ciudad cerrada y oscura".

Ahora, ciudadana concienciada, considera que "hay zonas demasiado iluminadas". "Lo que le sobra al centro le falta a la periferia", corrobora el fot¨®grafo. Y en el libro hacen constar sus preocupaciones: "Ya no somos capaces de imaginarnos esta ciudad sin toda esa iluminaci¨®n nocturna que la mantiene llena de una vida irreal. Iluminaci¨®n que quiz¨¢ los tiempos futuros se vean obligados a replantearse, en nombre del cuidado del medio ambiente".

Y a prop¨®sito de escenarios irreales, Villaboy reconoce la fascinaci¨®n que sinti¨® al fotografiar el Templo de Debod, esa joya egipcia escondida en Rosales y m¨¢gica e inquietante en la noche. "Es mi foto preferida", dice. Algo que se nota en la silueta subrayada que el autor incluye del templo en su imagen de la ciudad tomada desde el Faro de Moncloa.

Villaboy, autor de numerosos trabajos de fotograf¨ªa a¨¦rea, no ha podido resistir la tentaci¨®n de atrapar desde las alturas -El Pirul¨ª, la Torre Picasso, las Torres Kio...- las luces de las arterias que recorren la ciudad. Otra pasi¨®n satisfecha -es merengue irremediable- fue introducirse en el Bernab¨¦u el mismo d¨ªa del centenario del Real Madrid. Y un deseo no cumplido: fotografiar el metro. Las altas exigencias econ¨®micas le hicieron desistir, alega.

Madrid plena de luz (que ya se vende en las librer¨ªas a 50 euros), contiene textos en espa?ol y en ingl¨¦s y est¨¢ patrocinado por Uni¨®n Fenosa. Forma parte de sus actividades conmemorativas del 150? aniversario de la llegada de la luz el¨¦ctrica a la ciudad, que arrancaron en la primavera pasada con una exposici¨®n interactiva. All¨ª se cont¨®, como se cuenta ahora en el libro, la gran noticia que recogi¨® la prensa el 30 de enero de 1852: las primeras luces el¨¦ctricas de Madrid, ?el Palacio Real iluminado! Le seguir¨ªa la Puerta del Sol, donde l¨¢mparas de arco voltaico dieron resplandor en 1878 a la boda del rey Alfonso XII.

Y en esos or¨ªgenes del suministro el¨¦ctrico estaba General Madrile?a de Electricidad, que junto a la Sociedad de Gasificaci¨®n Industrial y Salto de Bolarque constituy¨® en 1912 la Uni¨®n El¨¦ctrica Madrile?a, madre de Uni¨®n Fenosa. Esta empresa tiene en la Comunidad 20.000 kil¨®metros de red, longitud -seg¨²n sus responsables- equiparable a dar dos vueltas a la Luna.