El futbolista extraviado
Mendieta, un enamorado de Barcelona. se enfrenta al Madrid, el equipo que quiso ficharle despu¨¦s de triunfar en el Valencia
A la que Louis van Gaal regres¨® a Barcelona traslad¨® al presidente una lista de peticiones que habr¨ªa firmado cualquier hincha, consciente de los males estructurales del equipo. El t¨¦cnico pidi¨® un portero, un ariete, un carrilero zurdo y un centrocampista polivalente. La relaci¨®n dio para muchas alternativas salvo en un puesto, al que el entrenador hab¨ªa puesto nombre y apellidos: Gaizka Mendieta (Bilbao, 1974).
Van Gaal quer¨ªa comenzar a montar el equipo justamente a partir de donde lo hab¨ªa dejado, y por entonces todav¨ªa estaba prendado de aquel rubio jugador del Valencia que hab¨ªa sido elegido por la UEFA como el mejor centrocampista europeo de 2000. Asqueado del Lazio desde que dej¨® Mestalla, Mendieta aviv¨® su regreso al f¨²tbol espa?ol y despu¨¦s de un frustrado intento de recalar en San Mam¨¦s acept¨® jugar como cedido en el Camp Nou tras una negociaci¨®n Lazio-Valencia-Bar?a que hoy a¨²n presenta tantas dudas que s¨®lo se sabe qui¨¦n paga el alquiler.
El Madrid se le da especialmente bien al vasco; le ha metido 6 goles en 11 partidos
Mendieta firm¨® por el Bar?a y ma?ana debutar¨¢ en el cl¨¢sico contra el Madrid, el equipo en el que precisamente pens¨® que podr¨ªa acabar jugando tras triunfar en el Valencia, club del que sali¨® de manera tormentosa. Ocurri¨® que la hinchada se puso como una fiera al saber del inter¨¦s del Madrid por Mendieta, la directiva de Mestalla record¨® la huida de Mijatovic a Chamart¨ªn y Florentino P¨¦rez se jur¨® que, consumado el traspaso de poderes del Bar?a al Madrid, no repetir¨ªa la operaci¨®n Figo.
"He dicho que le he pedido al club que escuche ofertas, no que quiera irme al Madrid", proclam¨® Mendieta, consciente igualmente del negocio que para el Valencia supon¨ªa su traspaso. El Lazio ayud¨® a desbloquear la situaci¨®n y se llev¨® al jugador por 8.000 millones de pesetas cuando al Madrid se le hab¨ªan exigido los 10.000 millones de la cl¨¢usula. El capit¨¢n valencianista se larg¨® a Roma y, desde entonces, aparece por las canchas como un futbolista tan extraviado que en el Camp Nou todav¨ªa resuenan los gritos de Van Gaal cuando salud¨® una acci¨®n del centrocampista vasco en sus primeros d¨ªas de azulgrana diciendo: "?Si es mi viejo Mendieta del Valencia!".
Pese a que seguramente su equipo de toda la vida ser¨¢ el Athletic y de que, puestos a dejar Valencia, probablemente en el Madrid le hubiera ido mejor que en el Lazio, Mendieta no est¨¢ a disgusto en el Bar?a, y mucho menos en Barcelona, una ciudad que visitaba regularmente y en la que ha encontrado f¨¢cil acomodo para la familia, con la que igual se pasea por la Feria del Coleccionista en busca de un disco de Lou Reed que se deja caer por la Boquer¨ªa o por cualquier sala de cine independiente.
No le ha costado ubicarse en la ciudad. El problema, al igual que en el Lazio, es el equipo. Pese a ser un futbolista ofensivo, con llegada al ¨¢rea y goleador, a Mendieta se le ha hecho jugar tan a la defensiva que ha perdido el sitio. A diario se le compara con extremos y con laterales, y siempre sale perdiendo porque, en tanto que jugador polivalente, en el Barcelona no hace ni una cosa ni la otra ni tampoco de enganche. Desaparecidos los volantes, los futbolistas de banda se desfondan por igual sin rematar a gol. Mendieta, un atleta en su edad infantil y juvenil, acostumbra a perder tres kilos por partido. "Mi trabajo es m¨¢s sacrificado", repite, "pero me gusta igualmente. Mi obsesi¨®n es tocar el bal¨®n".
Tan resistente como poco explosivo, es infalible desde el punto de penalti, donde toda su tristeza se transforma en la sangre fr¨ªa de un francotirador. Los penaltis le permiten recordar precisamente que siempre guard¨® una buena relaci¨®n con el gol y que jam¨¢s eludi¨® la responsabilidad que con la pelota en juego no parece ejercer. Mendieta ha recuperado el apetito con la visita del Madrid, un equipo que se le da especialmente bien, el rival al que m¨¢s goles ha metido: 6 en los 11 partidos que ha jugado. "El Madrid siempre te concede oportunidades en los partidos", recuerda, "hay que jugar concentrados y con confianza".
Necesitan engrasarse Mendieta y el Barcelona. No halla su puesto Mendieta, ni Gerard, ni Farin¨®s, ni Kily, ni cuantos formaron aquella medular de C¨²per que conmocion¨® el f¨²tbol europeo y que Van Gaal, como si el f¨²tbol espa?ol se hubiera parado a la espera de su regreso, quiso recuperar de alguna manera. Ni siquiera el entrenador se ha reencontrado de momento en un equipo que ha perdido su identidad futbol¨ªstica.
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