Nadie las tiene todas consigo
El Bar?a y el Madrid afrontan con recelo el partido del Camp Nou por su falta de fiabilidad, expresada en la tabla y el juego
El cl¨¢sico llega m¨¢s desbravado que de costumbre al Camp Nou. Tanto el Bar?a como el Madrid han procurado que el partido dormite y se cuidar¨¢n muy mucho de no despertarlo hasta saber si es ni?o o ni?a, que es lo mismo que asegurarse de qu¨¦ lado caer¨¢ el triunfo. M¨¢s que temor, se impone la mesura, por no decir la prudencia, pues ni uno ni otro son hoy equipos fiables, como as¨ª queda dicho en la clasificaci¨®n: los blancos, que suman dos puntos m¨¢s, son quintos, y los azulgrana, d¨¦cimos.
Hasta Ronaldo, referente de los futbolistas medi¨¢ticos que piensan m¨¢s en c¨®mo celebrar los goles que en meterlos, ha retirado la bravata que le guardaba a Van Gaal por proclamar que no le quer¨ªa en su equipo. Y Zidane, el m¨¢s universal, se ha ca¨ªdo por la lumbalgia, una lesi¨®n tan humana que hasta parece desmerecer a un crack. Por no hablar ya de la ausencia de los capitanes, Hierro y Luis Enrique, dos jugadores que ponen de muy mal humor a las hinchadas.
Gaspart y Van Gaal han tenido que recordar a la afici¨®n su importancia en una cita que siempre excit¨® al barcelonismo
Al recelo mutuo, y puede que tambi¨¦n a un cierto escepticismo, ha contribuido igualmente la facilidad con la que los grandes acostumbran a neutralizarse en este tipo de enfrentamientos -a excepci¨®n precisamente del Barcelona- frente a la ¨¦pica que deparan los partidos que despu¨¦s libran en los campos de los d¨¦biles. Nadie presume de nada. Ninguno las tiene todas consigo. Un terreno que reduce la contienda a un asunto futbol¨ªstico, aspecto que parece favorecer m¨¢s las expectativas madridistas, pese a que ninguno ha encontrado a¨²n un plan de juego estable, o, al menos, no ayuda nada a los barcelonistas, que necesitan del campo como locales que son.
Si hay un partido en el que el Camp Nou es un factor determinante es el de hoy -el Madrid lleva 19 a?os sin ganar un encuentro de Liga en el estadio y s¨®lo cuenta un triunfo este a?o en terreno ajeno-, de ah¨ª que tanto el presidente como el t¨¦cnico del Bar?a insten a la hinchada a acudir para dar calor al equipo. Por una vez han tenido que recordarla su importancia en un partido que siempre excit¨® al barcelonismo.
Ocurre, sin embargo, que desde el estruendo que provoc¨® el regreso de Figo, cualquier ambientaci¨®n parece menor. Ronaldo no significa lo mismo que Figo para el Bar?a. Con el tiempo, la militancia cul¨¦ ha perdido intensidad por la falta de identificaci¨®n con el equipo y con el club y su significado. En el Bar?a se murmura tanto o m¨¢s del entrenador y del presidente que de los futbolistas mientras que en el Madrid se supone que si el equipo no va es porque a los jugadores no les da la gana.
Del Bosque llega al Camp Nou con el problema Ronaldo, un futbolista cuyo mundo parece entrar en conflicto con el universo madridista, representado por Ra¨²l. Pero no hay adversario, sobre todo por sus disfunciones defensivas, ni sitio m¨¢s oportuno para resolver ese conflicto que el Camp Nou, una cancha que sabe mucho del juego explosivo del brasile?o. En el calendario de Ronaldo y del Madrid el partido de hoy est¨¢ marcado en rojo. La baja de Zidane, ciertamente, le resta capacidad para desequilibrar al rival, pero a cambio el Madrid gana simetr¨ªa con Solari.
La ausencia del franc¨¦s, por otra parte, obligar¨¢ a Van Gaal a reorganizar su maquinaria destructiva. El t¨¦cnico quer¨ªa blindar su alineaci¨®n para contener al rival y dar entrada a Riquelme, circunstancia que perjudicaba a Saviola, fatigado por su viaje a Jap¨®n con la selecci¨®n. La lesi¨®n de Zidane, sin embargo, le da alguna opci¨®n al pibito en detrimento de un defensa o de un medio. Riquelme est¨¢ llamado a ser el hombre del partido para el Bar?a. Llegada la hora de la verdad, el t¨¦cnico parece dispuesto a olvidarse de las dos medias puntas y entregarse a la estrella. Quiere Van Gaal un equipo orientado y creativo y, al tiempo, racial, con futbolistas rabiosos, que vayan al l¨ªmite, una vez que el Madrid le ha quitado la patente de tener a los mejores artilleros del mundo. Puesto que ha sido incapaz de remontar un gol, la consigna es marcar primero y oxigenar la grada, que ha visto c¨®mo Osasuna y Atl¨¦tico sacaban un empate del Camp Nou. Fr¨ªo por fuera -las directivas almorzar¨¢n sin la presencia de Gaspart-, el estadio estar¨¢ lleno y caliente por dentro. Llegada la hora, el cl¨¢sico despertar¨¢.
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