El Estatuto de los Trabajadores, a debate
Expertos en derecho laboral abogan por desregular y eliminar rigideces mientras los sindicatos lo ven injustificado
?Responde el redactado actual del Estatuto de los Trabajadores a un entorno econ¨®mico cambiante? ?Est¨¢ la legislaci¨®n laboral espa?ola adaptada a la nueva realidad de las empresas? A las puertas de la Europa de los 25, ¨¦stas y otras preguntas reunieron esta semana a expertos en derecho del trabajo y agentes sociales en un seminario sobre competitividad, flexibilidad y empleo.
La norma es "un enfermo terminal que necesita respiraci¨®n asistida", asegura Federico Dur¨¢n, ex presidente del CES
Para los sindicatos, el empleo estable no puede ser el gran sacrificado en aras de una mayor flexibilidad para el despido
Aligerar. ?sta fue la palabra que m¨¢s se escuch¨® entre los partidarios de enmendar a fondo el Estatuto de los Trabajadores durante el transcurso del seminario Competitividad, flexibilidad y empleo celebrado en Madrid. "Se trata de un enfermo terminal que necesita respiraci¨®n asistida, por lo que hay que proceder a su sustituci¨®n completa", expuso con rotundo convencimiento Federico Dur¨¢n, socio director del departamento laboral de Garrigues Abogados y Asesores Tributarios, organizador del evento junto a la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n (APD) y Adecco. Sus palabras se escucharon antes de la intervenci¨®n de los secretarios generales de UGT y CC OO, C¨¢ndido M¨¦ndez y Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, respectivamente. El guante, con toda su carga provocativa, estaba lanzado.
Para Federico Dur¨¢n, que fue presidente del Consejo Econ¨®mico y Social, pese a las reformas llevadas a cabo en 1994 y 1997, el texto actual del estatuto "hunde sus ra¨ªces en el siglo XIX y se ha quedado viejo", de tal modo que no responde a una realidad en la que las empresas deben variar continuamente sus estrategias comerciales para sobrevivir en un entorno muy cambiante. "Se requiere un marco legislativo que reduzca el exceso de regulaci¨®n y que contemple mayor flexibilidad tanto en el uso que se da a la fuerza de trabajo ya contratada como en materia de contrataci¨®n de nuevos empleados", sentenci¨®.
En su opini¨®n, las reformas deben apuntar a que los convenios colectivos sean "instrumentos de gesti¨®n cotidiana, no una r¨ªgida normativa impuesta desde fuera". El objetivo es, seg¨²n Dur¨¢n, que las empresas ganen cada vez m¨¢s autonom¨ªa para adoptar acuerdos en funci¨®n de sus necesidades espec¨ªficas o las de su sector. Complementariamente, abog¨® por implicar m¨¢s a los trabajadores en las estrategias empresariales y acab¨® reclamando paciencia a los partidarios de sus tesis y reflexi¨®n a sus detractores: "Har¨¢ falta un periodo de meses o de a?os, pero conviene empezar a interiorizar la necesidad de la reforma".
C¨¢ndido M¨¦ndez entr¨® al trapo: "A nuestras normas laborales se les achacan deficiencias injustificadas, puesto que la econom¨ªa espa?ola no ser¨ªa una de las m¨¢s abiertas del mundo si el Estatuto de los Trabajadores fuera tal saco de rigideces". Con todo, el responsable de la UGT no cerr¨® la posibilidad de un di¨¢logo m¨¢s profundo sobre la cuesti¨®n, pero s¨ª rechaz¨® "cualquier modificaci¨®n que venga impuesta".
Para Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, secretario general de CC OO, el empleo estable no puede ser el gran sacrificado en aras de una mayor flexibilidad para el despido y en las modalidades de contrataci¨®n. Su alternativa pasa por poner en pr¨¢ctica "pol¨ªticas de mejora de la productividad de los puestos de trabajo", es decir, mayores inversiones en formaci¨®n, investigaci¨®n y todo lo que capacite a los empleados para acometer con m¨¢s eficacia sus funciones. Fidalgo ironiz¨® sobre tanta insistencia en la desregulaci¨®n al afirmar que, a este paso, "alg¨²n d¨ªa desaparecer¨¢ el derecho del trabajo".
En una posici¨®n equidistante se situ¨® Carmen S¨¢ez, catedr¨¢tica de Derecho del Trabajo de la Universidad de C¨®rdoba y ex letrada del Tribunal Constitucional. En su opini¨®n, la reforma de 1994 avanz¨® en la senda de reconocer el poder de los directivos en la organizaci¨®n de sus empresas, incluyendo la facultad de reducir plantillas. Sin embargo, matiz¨® que "el legislador concibi¨® este poder en el contexto de las reorganizaciones por causas econ¨®micas". S¨¢ez abog¨® por no reducir tal facultad "s¨®lo a los momentos en los que las compa?¨ªas deben acometer estados que podemos llamar patol¨®gicos, sino extenderla a la realidad de la nueva empresa, abierta a riesgos y entornos cambiantes, y a los nuevos modelos de organizaci¨®n del trabajo que obedecen a la competitividad del mercado".
Precisamente a estos fen¨®menos se refiri¨® Rosa Zarza, socia de Garrigues Abogados, para quien el Estatuto debe actualizarse en relaci¨®n al teletrabajo. Para ella se trata de una realidad creciente que la legislaci¨®n laboral no contempla. ?sta recoge ¨²nicamente como tareas realizadas fuera del centro de trabajo las propias de empleos como costureras o trabajadores del calzado, que realizan sus tareas en sus casas. Toda una muestra, en su opini¨®n, de la obsolescencia de determinados aspectos de la normativa laboral.
El desaf¨ªo de la Europa de los 25
La ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea (UE) de sus 15 miembros actuales a 25 traer¨¢, a partir de 2004, notables modificaciones en la econom¨ªa espa?ola. A ellas se refiri¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, presidente de la CEOE, al recordar que "decaer¨¢n las ayudas procedentes de los fondos estructurales destinadas a Espa?a, ya que, con la incorporaci¨®n de los 10 nuevos pa¨ªses, autom¨¢ticamente la media de la UE en muchos par¨¢metros bajar¨¢, coloc¨¢ndonos a nosotros por encima de dicha media". Como conclusi¨®n, el dinero que hoy viene a nuestro pa¨ªs se ir¨¢ hacia el Este, adonde tambi¨¦n se reconducir¨¢n numerosas inversiones. Cuevas abog¨® por enfrentarse a este desaf¨ªo con inversiones en formaci¨®n y en nuevas tecnolog¨ªas; 15.000 millones de euros es la cifra que, seg¨²n la CEOE, deber¨ªa invertir Espa?a en el pr¨®ximo lustro para alcanzar la media comunitaria en tecnolog¨ªa de vanguardia.
En similar sentido se pronunci¨® C¨¢ndido M¨¦ndez, para quien ser¨ªa un error "minusvalorar a los nuevos pa¨ªses, dado que poseen un alto grado de cualificaci¨®n y formaci¨®n, en las que invierten m¨¢s que Espa?a, en muchos casos a unos niveles que los equiparan a las naciones del norte de Europa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.