Cargada de futuro
Propuesta para los del F¨°rum: ya que todav¨ªa no saben muy bien qu¨¦ meter all¨ª dentro, ?por qu¨¦ no exponen durante los d¨ªas en cuesti¨®n a todos los poetas y derivados que circulan por Barcelona? Es probable que la poes¨ªa no baste para cubrir todos los aspectos de "les Cultures", pero lo que es seguro es que el chiringuito lo llenamos (de eso se trata, ?no?, de mostrar alguna cosa). En los ¨²ltimos a?os el efecto multiplicador de los recitales de poes¨ªa, combinado con el inveterado prestigio de la l¨ªnea corta y el desembarco de autores suramericanos, ha generado en la ciudad un circuito po¨¦tico que no s¨®lo dura ya todo el a?o, sino que se desdobla en varios cauces. O ligas, como dicen algunos. Desde la m¨¢s underground, con vocaci¨®n nocturna en local dudoso y apariencia zool¨®gica, hasta la promovida institucionalmente, en horario de tarde, sala de conselleria y financiaci¨®n digamos que protegida. Pasando, por supuesto, por las mil m¨¢scaras del cultivo dom¨¦stico, que cada vez necesitan menos del formato libro para darse a conocer. Todo ese magma se traduce en una agenda atiborrada, de manera que no pasa semana que en Barcelona (en toda Catalu?a, m¨¢s bien) uno no pueda acercarse a escuchar cuatro versos a una presentaci¨®n, una velada o un festival. Cuanto mayor es el bullicio, pues, m¨¢s posibilidades de encontrar algo que valga la pena.
Pep Palou colabor¨® con este diario y adem¨¢s fue poeta. Ahora sus poemas han aparecido publicados
Entre muchos otros procedentes del mundo entero, uno de los tocados de letra que lleg¨® a la ciudad para hacer carrera en este periodo ¨¢lgido fue el mallorqu¨ªn Josep Palou. Aunque en realidad vino a trabajar (fue colaborador de la secci¨®n de Cultura de este diario de 1992 a 1995, a?o en que falleci¨®), aqu¨ª encontr¨® el caldo de cultivo id¨®neo para dar salida a una vocaci¨®n que ¨¦l viv¨ªa (como todo, por otro lado) trabajosamente. La posibilidad de conocer gente del mundillo gracias a las entrevistas y dem¨¢s le puso en contacto con uno de los nombres m¨¢s bien situados en lo que a poes¨ªa se refiere (de la liga buena, por supuesto): el ibicenco Antoni Mar¨ª. Gracias a la afinidad surgida por la mutua procedencia balear, Mar¨ª consigui¨® que los editores de una de las revistas m¨¢s elitistas del g¨¦nero, la sevillana Sibila, aceptase publicar la obra de Palou, que por entonces se reduc¨ªa a cuatro poemas (ya se ha dicho que lo viv¨ªa todo trabajosamente). Por desgracia, no pasar¨ªa de esos cuatro, porque a Pep la muerte le sobrevino poco despu¨¦s, sin haber cumplido siquiera los 30, y con el n¨²mero de la revista todav¨ªa por imprimir.
Bueno, ahora ligamos a Pep con el bullicio ¨¦se. De las incontables convocatorias relacionadas con lo po¨¦tico que se desarrollaron la semana pasada en Barcelona, hubo dos de especial consideraci¨®n. El mi¨¦rcoles, en el bar (H)Original de la plaza de los ?ngels, Dolors Miquel present¨® en p¨²blico su nueva criatura, el primer n¨²mero de Verge peluda. Conociendo a la autora leridana y viendo el nombre que le ha puesto a la revista, no cuesta imaginarse el talante de la cosa: un producto con vocaci¨®n abiertamente provocativa, grandes dosis de cachondeo y creatividad (tanto literaria como gr¨¢fica) a raudales. A siete euros el ejemplar, mil y pico pelas. Quien tuvo el acierto de acudir a la cita (eran las nueve de la noche) pudo contemplar un variopinto desfile de frikies de la poes¨ªa oral catalana, con Enric Casasses y Carles Hac Mor a la cabeza. Detr¨¢s de ellos, el polifac¨¦tico V¨ªctor Nik remataba el ambiente alternativo con un lis¨¦rgico collage en directo. Como siempre en este tipo de saraos, tras los artistas subieron al estrado los amateurs, que al final resultan ser casi todo el mundo.
La otra cita fue el viernes. En horario para todos los p¨²blicos (las siete de la tarde) y en sala de protecci¨®n oficial (el Centre d'Art Santa M¨°nica), dos revistas hisp¨¢nicas subieron a presentarse a Barcelona y a arropar de paso un peque?o homenaje a Pep Palou con motivo de la edici¨®n en libreto de los cuatro poemas. Una era Sileno, de Alicante, subtitulada 'Variaciones sobre arte y pensamiento' y que hace de la tipograf¨ªa y la ausencia de ilustraciones su bandera. 12 euros el ejemplar, 2.000 cucas. La otra, por supuesto, era Sibila, "Revista de arte, m¨²sica y literatura" que no escatima recursos a la hora de ofrecer al lector lo m¨¢s in en dise?o, incluyendo CD, partituras y hasta un papel de lujo, que se lo traen de Amalfi (sur de Italia). Al precio, eso s¨ª, de 40 euros, 6.600 del ala. Si la propuesta que encabeza este art¨ªculo prosperara, ambas publicaciones ocupar¨ªan los pisos altos de la torre de marfil del edificio F¨°rum, all¨ª donde s¨®lo llegan los elegidos (si es que quedan).
Pep Palou, adem¨¢s de ser una persona que se tomaba la vida concienzudamente, era t¨ªmido, o sea que qui¨¦n sabe cu¨¢nto habr¨ªa sufrido recitando ante tan serio auditorio el poema El N¨¦ckar, que empieza con aquello de "No hace falta viajar a un pa¨ªs extranjero / para tumbarse al sol / y volver a novelas, / pero hu¨ª de mi casa y mis amigos / para follar muy poco / y andar mal de dinero". Claro que dif¨ªcilmente habr¨ªa pasado menos nervios leyendo en el local de los frikies aquel fragmento tan tierno de Virginia que dice: "Ahora, cuando os dejo, / a veces ya de noche, / si os acerco a la puerta de mi casa / tras una cena en la que, perdonadme, / he llegado a leer alg¨²n poema...". Lo m¨¢s probable es que hubiera preferido gozar a solas, en casa, de esos Cuatro poemas de T¨¹bingen que desde el pr¨®ximo lunes, gracias a no haberse dejado olvidar por sus compa?eros del peri¨®dico, se podr¨¢n adquirir en las librer¨ªas. Y por s¨®lo dos euros.
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