El 'Prestige' y las normas europeas no aplicadas

La nueva decisi¨®n de Bruselas en su batalla por terminar con los para¨ªsos fiscales como el de Gibraltar llega en un momento delicado de las relaciones hispano-brit¨¢nicas debido al naufragio del Prestige. El ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores pidi¨® inmediatas explicaciones al Reino Unido por la ausencia de controles de los barcos que hacen escala en el puerto de Gibraltar (el Prestige hab¨ªa repostado all¨ª en junio pasado y se dirig¨ªa a La Roca en su ¨²ltimo viaje) y la comisaria europea de Transportes y Energ¨ªa, Loyola de Palacio, lleg¨® a relacionar el incidente con la evasi¨®n de impuestos.

El Reino Unido respondi¨® negando que el destino del Prestige fuera Gibraltar, critic¨® las declaraciones de De Palacio y aleg¨® no disponer de barcos (finalmente ha enviado dos) tras las primeras llamadas de auxilio para combatir la marea negra.

Para la Comisi¨®n Europea, Gibraltar es evidentemente un punto conflictivo. No s¨®lo considera que su r¨¦gimen fiscal contraviene las normas del mercado comunitario, sino que ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Justicia su lasitud a la hora de aplicar la normativa. En enero pasado, y tras las advertencias de rigor, el Ejecutivo comunitario present¨® su denuncia contra Gibraltar por no haber aplicado 14 directivas, la mayor¨ªa relativas al medio ambiente.

Lo que irrita a las autoridades espa?olas es que Gibraltar sea la gasolinera del Estrecho gracias a ventajosos tipos impositivos sobre los carburantes. Las empresas del Campo de Gibraltar calculan que El Pe?¨®n surte 3,5 millones de toneladas de crudo al a?o, informa Santiago Fuertes. El cercano puerto de Algeciras apenas llega a la mitad. La espa?ola Cepsa vende Gibraltar cerca de dos millones de toneladas al a?o.