"Sin rigor, no es posible un gran nivel"
Vicente del Bosque cumple en estas fechas su tercer a?o al frente del Real Madrid, que el martes disputar¨¢ la Copa Intercontinental al Olimpia de Asunci¨®n, paraguayo. Lo que parec¨ªa una soluci¨®n provisional a una de las muchas crisis del club -la sustituci¨®n de John Toshack en noviembre de 1999- se ha transformado en un ciclo casi m¨¢gico: dos Copas de Europa y una Liga.
Pregunta. Tres a?os al frente del equipo, mucho tiempo para un hombre que no parec¨ªa un vocacional del banquillo.
Respuesta. Eso no es cierto. Tanto yo como muchos de mis compa?eros de generaci¨®n ten¨ªamos la vocaci¨®n de entrenar: Camacho, Garc¨ªa Rem¨®n... Recuerdo que comenc¨¦ los cursos de preparaci¨®n con 27 a?os. As¨ª que tuve un inter¨¦s muy temprano. Otra cosa es que tuviera que tomar la decisi¨®n de entrar en el mundo profesional, con lo que eso supone de cambio de vida, o permanecer en el club. Pero siempre me he sentido entrenador.
"De Ronaldo queremos la m¨¢xima actividad en lo que sabe hacer, donde es buen¨ªsimo"
"Nuestro descenso de rendimiento ha ido parejo al de Cambiasso, un poco agobiado"
"Me aterra hacer mal las cosas. Hay mucha gente detr¨¢s de esto y no puedes decepcionarla"
P. ?Siente v¨¦rtigo por lo hecho y por las consecuencias en su vida?
R. Soy una persona que tiende a desdramatizar las cosas. No me siento abrumado ni tengo una sensaci¨®n vertiginosa.
P. ?Y la vanidad?
R. Todos tenemos nuestro punto de vanidad, para qu¨¦ negarlo. Creo, sin embargo, que estoy vacunado contra este defecto. He tenido muy claro que es una bobada. Lo que me mueve es el sentido de la responsabilidad, desde chico y como jugador, como si lo que le sucediera al equipo estuviera relacionado con mi grado de compromiso con el juego y con mis compa?eros. Luego, te das cuenta de que no es as¨ª, de que es una idea excesiva. Claro que es algo que no puedo evitar. Me aterra hacer mal las cosas. Piensas que hay mucha gente detr¨¢s de todo esto y que no puedes decepcionarla. Los que somos perfeccionistas no podemos olvidarlo.
P. Siempre da la impresi¨®n de verse con distancia.
R. Pues s¨ª. Cada d¨ªa reflexiono cinco minutos sobre lo que hago y lo que soy. Me joder¨ªa hablar mucho de m¨ª. Si cayera en ese error, me gustar¨ªa que alguien me lo dijera. A veces tambi¨¦n mi conducta tiene contrapartidas. El hecho de que recaiga todo el peso sobre los jugadores me ha tra¨ªdo algunos problemas, como si mi trabajo se considerase de orden menor. Para que un equipo funcione tres a?os al m¨¢ximo nivel tiene que haber un prop¨®sito, una idea de organizaci¨®n. De lo contrario, es imposible hacer nada. En la medida de mis conocimientos, me he preocupado de todo esto, aunque siempre desde la flexibilidad.
P. Se le acusa de ser m¨¢s un gestor pol¨ªtico del vestuario que un entrenador al uso.
R. Entrenar al Madrid significa que la temporada est¨¢ marcada por la competici¨®n, que es constante y agotadora. Mi inter¨¦s es que los entrenamientos reproduzcan situaciones reales de los partidos, puesto que no tenemos mucho tiempo para otras cosas. Busco situaciones que se puedan transferir a la competici¨®n, mecanismos de asociaci¨®n en el juego, sociedades entre los futbolistas. El equipo tiene sus peculiaridades, pero obedece a una idea t¨¢ctica. No se puede alcanzar el nivel del Madrid sin rigor.
P. ?En qu¨¦ ha cambiado su visi¨®n del equipo en estos a?os?
R. Recuerdo que comenzamos con tres centrales. As¨ª ganamos la Copa de Europa en Par¨ªs. Y recuerdo que el equipo depend¨ªa del poder dominante de Redondo. En la temporada siguiente lleg¨® Figo y se fue Redondo. Cre¨ª que era el momento de dar un paso adelante. A su manera, Figo tambi¨¦n nos condicion¨®. Siempre le v¨ª como un extremo y hab¨ªa que crear el estado de cosas necesario para que se sintiera bien. De ah¨ª que quitara a un defensa y a?adiera un centrocampista.
P. ?A?ora a Redondo?
R. Ha sido un jugador important¨ªsimo, de los m¨¢s cruciales en la conquista de las dos Copas de Europa. Posiblemente no es el jugador perfecto: ni cabecea, ni tiene gran rango en el pase, ni llega al ¨¢rea. Pero tiene un peso tremendo.
P. ?Falta su car¨¢cter?
R. Cambiasso es de ese corte. Argentino, competitivo, muy pendiente de los compa?eros... El descenso de rendimiento del equipo ha ido parejo con el de la contribuci¨®n de Cambiasso. Jug¨® muy bien los diez primeros partidos: ganamos siete y empatamos tres. Hab¨ªa buenos resultados y buen juego. A partir de Santander todo cambi¨®.
P. ?Qu¨¦ explicaci¨®n encuentra al bajonazo?
R. Es dif¨ªcil saberlo. Nuestra producci¨®n es inferior y se lo achacan a los delanteros, pero no es as¨ª. El ataque necesita que atr¨¢s haya frescura de ideas y buena colaboraci¨®n con ellos. Es posible que Cambiasso est¨¦ un poco agobiado.
P. ?Ha pensado en recolocar a Helguera en el medio campo?
R. No. Tenemos los centrales que tenemos. Nos ha costado mucho que Helguera se sienta c¨®modo en la defensa. La estabilidad siempre es buena en los equipos.
P. ?Admite que el dibujo del equipo parece un cuadro de Picasso?
R. Es verdad que hay una falta de simetr¨ªa, pero esto, que puede parecer un defecto, beneficia a jugadores como Roberto Carlos, que da la impresi¨®n de sentirse m¨¢s inc¨®modo cuando tiene a un compa?ero en su carril.
P. En este periodo de crisis resulta que Zidane juega como nunca.
R. Es un perfeccionista. Quiere que todo funcione como un reloj. Se ha dado cuenta de la extrema importancia que tiene y no se ha olvidado de asumir la cuota defensiva. Se nota que viene de la Juventus y que all¨ª se lo han exigido.
P. ?No es extra?o que un equipo de atacantes tan lujosos no logre marcar diferencias?
R. No hemos tenido continuidad. Ahora bien, conviene no centrar toda la importancia en ellos. Me preocupan mucho Helguera, Salgado, Makelele, Cambiasso... Puede que tengan menos jerarqu¨ªa, pero son la verdadera fuerza de este equipo.
P. ?En alg¨²n momento ha pensado que tiene el mejor equipo del mundo y no el que le gustar¨ªa?
R. Nunca me voy a confundir ante este tipo de preguntas. Nunca hablar¨¦ en contra de lo que tengo. Creo sinceramente que la mejor plantilla es la nuestra.
P. Le ha salido su vena pol¨ªticamente correcta.
R. Es una apreciaci¨®n correcta en lo pol¨ªtico y en los datos objetivos, en lo que es el equipo.
P. ?Se siente desplazado cuando las decisiones sobre los fichajes se toman en otras estancias del club?
R. He estado siempre en contra de que la figura del entrenador condicione los fichajes. No se puede estar sujeto a los vaivenes de los t¨¦cnicos. S¨ª es necesario que se impliquen. Yo lo hago. Por ejemplo, no dije que Morientes se fuera, pero nos interesaba un delantero de unas condiciones diferentes. Eso no significa echar a nadie. Simplemente, necesit¨¢bamos h¨¢bitos nuevos en el juego de ataque.
P. ?Ronaldo responde a esos h¨¢bitos nuevos?
R. Evidentemente, a nuestro ataque le falta contundencia ahora mismo, pero no hay que simplificar las cosas como con esa frase que se me atribuy¨®: "Lo que tiene que hacer Ronaldo es moverse". Es una frase mutilada y perversa. Yo soy consciente de que Ronaldo no nos va a hacer jugar mejor. Por sus caracter¨ªsticas, tiende a estar aislado, fuera de la producci¨®n del juego. Se implica poco. Queremos de ¨¦l la m¨¢xima actividad en lo que sabe hacer, donde es buen¨ªsimo. Y es un jugador necesario. En la temporada pasada fuimos el equipo que menos veces ca¨ªmos en fuera de juego en la Copa de Europa pese a ser los m¨¢ximos goleadores. Necesit¨¢bamos un jugador de las caracter¨ªsticas de Ronaldo.
P. ?Se siente m¨¢s preparado el equipo para los esfuerzos cortos que para los largos?
R. Antes hab¨ªa tiempo para preparar los partidos con calma y para establecer factores claros de motivaci¨®n. Esto se ha perdido con el calendario actual. Los jugadores vienen de jugar con sus selecciones, con el Bar?a, con el Milan..., y ahora la final intercontinental. Todo, en 14 d¨ªas. La motivaci¨®n tiene que surgir de los propios jugadores, no de fuera, en estas condiciones. Por eso es m¨¢s f¨¢cil concentrarse en objetivos cortos que en las largas distancias. En la Liga es m¨¢s dif¨ªcil.
P. ?Considera que este ciclo del Madrid est¨¢ vigente?
R. S¨ª. Tenemos jugadores que rondan o pasan de los 30 a?os y que no quieren vegetar. Su preocupaci¨®n es terminar bien su carrera. Son futbolistas ambiciosos que influyen decisivamente en el equipo. Lejos de estar fatigados, todav¨ªa tienen hambre competitiva.
P. En medio de esta crisis de resultados, llega el Olimpia. Casi nadie repara en el equipo paraguayo.
R. Es un equipo sin complejos, como es habitual en los paraguayos. Tienen gente de car¨¢cter. No van a ser t¨ªmidos por enfrentarse a Ronaldo o Zidane. No hay que olvidar que vencieron en los campos del S?o Caetano, el Gremio y el Boca Juniors. Y tambi¨¦n tienen jugadores h¨¢biles: Orteman, B¨¢ez...
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