Los libros juveniles espa?oles, protagonistas del Sal¨®n de Par¨ªs

El balance de la 18? edici¨®n del Sal¨®n del Libro y de la Prensa Juvenil, que hoy se cierra en Par¨ªs y que ha tenido a Espa?a como pa¨ªs invitado, es optimista: m¨¢s de 130.000 personas se han desplazado hasta Montreuil, en los alrededores de la capital, para deambular entre librer¨ªas ef¨ªmeras, pedir aut¨®grafos de algunos de sus autores m¨¢s admirados, asistir a sesiones de contar cuentos, ver espect¨¢culos de danza, escuchar e intervenir en debates sobre la edici¨®n, ilustraci¨®n o redacci¨®n de textos o, simplemente, para leer.

Autores como Mar¨ªa Marc¨¦ Roca, Montse Gisbert, Andreu Mart¨ªn, Ra¨²l Fern¨¢ndez, Alfonso Ruano y Antonio Ventura son los espa?oles que, junto al chileno Luis Sep¨²lveda, se han asomado al Sal¨®n de Par¨ªs de este a?o.

Todos ellos, bajo la bendici¨®n de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y su sue?o de librer¨ªa ideal, en la que se dar¨ªan la mano los ni?os sufridores de D'Amicis, los h¨¦roes positivos y so?adores de Ostrovski y la realidad contada por los ojos l¨²cidos de Gide.

El contexto editorial del Sal¨®n es bueno, puesto que, en Francia, las publicaciones para un p¨²blico juvenil representan el 17,7% de los libros vendidos y, en el ¨²ltimo a?o, han crecido en un 6,9% y se espera que el porcentaje ronde el 9% si hablamos de 2002, manteniendo una progresi¨®n que puede cifrarse en un 30% si comparamos las cifras actuales con las de 1995.

Los ¨¦xitos de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez ilustrado por Carme Sol¨¦, o de Elvira Lindo y su Manolito Gafotas visto por Emilio Urberuaga, del Flanaggan de Andreu Mart¨ªn o de los personajes de Emili Teixidor, que vienen a corroborar la equivalente buena salud de los editores espa?oles, de sus 7.300 t¨ªtulos del 2001 frente a los 4.100 de 1996, un 68% de los cuales en castellano, 21% en catal¨¢n, 3,5% en euskera y 3% en gallego, vitalidad y diversidad que los parisinos han podido constatar.

Infantilizaci¨®n

Obviamente, no todo son buenas noticias, pues algunos expertos afirman que ese auge de la edici¨®n infantil y juvenil tiene como extra?o correlato la infantilizaci¨®n del conjunto de la sociedad y, como consecuencia, de los lectores. La variedad de la oferta y de las propuestas creativas choca a su vez con una l¨®gica del best-seller que lo invade todo y aplasta tambi¨¦n los machafatos de Consuelo Armijo, el mundo invertido de Miguel Calatayud, las vacas de Atxaga o la princesa Zoa de Albanell.

La llegada de creaciones industriales como Harry Potter ponen en peligro la supervivencia de la diversidad que hoy se conoce y son el complemento con nombre, apellidos e imagen de las grandes concentraciones de capital que vive el sector en Francia tras el hundimiento de Vivendi Publishing, en fase de pasar casi bajo el control ¨²nico de Hachette, que posee m¨¢s del 40% del mercado y ronda o supera el 70% si hablamos de difusi¨®n o distribuci¨®n.