"Todos los equipos juegan a robarnos la gloria"
El Real Madrid tiene ante s¨ª un nuevo reto: conquistar su tercera Copa Intercontinental. La magnitud del desaf¨ªo contrasta con la situaci¨®n deportiva del equipo, inmerso en una racha de s¨®lo dos victorias en los ¨²ltimos 13 partidos y tres encuentros consecutivos sin marcar. Y eso pese al impacto que de s¨®lo mirarla produce la plantilla m¨¢s luminosa del planeta. Es a Jorge Valdano, el director deportivo del club, al que le toca responder de esa contradicci¨®n actual.
Pregunta. ?Qu¨¦ diagn¨®stico hace de este Madrid?
Respuesta. Estamos en un momento de construcci¨®n de una parte importante de la historia del club. Hablamos de tres Copas de Europa en un periodo de cinco a?os, una conquista contundente en t¨¦rminos hist¨®ricos. Teniendo en cuenta la categor¨ªa de la plantilla, estamos bien situados para mantener esta trayectoria. Por tanto, las noticias son buenas cuando se mira con perspectiva: por resultados, por la imagen de marca del club, porque el Madrid ha retornado al liderazgo mundial y porque hay una cierta serenidad econ¨®mica. Por lo que respecta al aqu¨ª y ahora, al detalle, es cierto que al equipo le falta contundencia.
"?Ronaldo? El mal momento de un equipo lo puede provocar un medio, no un nueve"
"El problema es que los titulares son demasiado titulares y los suplentes, demasiado suplentes"
P. ?C¨®mo es posible esa falta en un equipo con los mejores jugadores de ataque del mundo?
R. Probablemente el Madrid sufra m¨¢s que nadie la lacra de un calendario atroz. Nuestro jugador medio disputa 65 partidos al a?o, y no hay menos de 15 futbolistas que acudan regularmente a sus selecciones. Todo eso tiene un coste f¨ªsico y mental. Otro elemento tiene que ver con la celebridad del equipo. Los rivales nos esperan para disputar un partido hist¨®rico. Todos juegan a robarnos la gloria. Para cada uno de ellos es un partido hist¨®rico, pero al Madrid le obliga a jugar 65 partidos hist¨®ricos por temporada. Todos sabemos que eso no es posible. No se puede jugar siempre en estado de euforia. La euforia es algo excepcional. Tenemos que equilibrar esta situaci¨®n desde la calidad t¨¦cnica.
P. Eso ha ocurrido siempre.
R. No discuto que hay una aureola rom¨¢ntica, m¨ªtica alrededor del Madrid, pero ahora se ha incrementado por la celebridad de los jugadores, por los nombres propios. Hace diez, 12 a?os, el Madrid acud¨ªa a Mil¨¢n con la sensaci¨®n de que se enfrentaba al gran referente del f¨²tbol mundial. La pasada semana jugamos en San Siro y la relaci¨®n hab¨ªa cambiado completamente: era el Mil¨¢n el que ve¨ªa al Madrid como el principal referente del f¨²tbol actual.
P. ?No es un equipo con unos suplentes que impiden una rotaci¨®n digna?
R. La rotaci¨®n ha sido una soluci¨®n para muchos equipos y una condena para otros. El problema es que los titulares del Madrid son demasiado titulares. Eso tiene un rev¨¦s: los suplentes son demasiado suplentes. Es dif¨ªcil pasar dos meses inactivo y encontrar el ritmo y el juego adecuado en el Madrid.
P. Pero es un modelo elegido muy conscientemente por el club.
R. Evidentemente es un perfil muy marcado. Pero a veces nos dejamos llevar por las impresiones m¨¢s que por la realidad. El curso anterior, que parec¨ªa que viv¨ªamos siempre al borde la crisis, el Madrid gan¨® la Liga de Campeones, fue finalista de la Copa y no abandon¨® la lucha por la Liga hasta tres jornadas antes del final.
P. ?Vive entre contradicciones su puesto de director general y la defensa de lo que antes denominaba como la naturaleza del f¨²tbol?
R. Hay momentos en que me siento el cuidador del Parque Jur¨¢sico, la persona que se encarga de defender lo que el f¨²tbol tiene de salvaje, de at¨¢vico, con unos c¨®digos muy concretos. Pero tambi¨¦n s¨¦ en qu¨¦ mundo vivimos y hacia d¨®nde camina el f¨²tbol. El riesgo es que a veces se atacan valores cruciales del juego. Es necesario tener cuidado y no confundirse de objetivo, que es el ¨¦xito deportivo. Al principio y al final de todo, hay un partido. El negocio tiene que crecer todo lo que podamos imaginar, pero sin que pise la hierba.
P. ?Y no la pisa ya?
R. No, todav¨ªa no. El f¨²tbol habr¨¢ cambiado en muchas cosas, pero cuando un jugador recibe un bal¨®n tiene los mismos problemas que encontraba Di St¨¦fano hace 50 a?os. La diferencia est¨¢ en el antes y despu¨¦s de los partidos. Ahora no hay tiempo de asimilar y sacar consecuencias. La din¨¢mica tiene ciertos lados perversos. Me parece que la Copa Intercontinental tendr¨ªa que ser la fiesta que se dan los triunfadores de Europa y Am¨¦rica. Sin embargo, ocurre lo contrario: es un castigo con este calendario, en estas fechas, pele¨¢ndonos con los viajes, con otros clubes. ?sa es la parte a controlar.
P. ?Se siente c¨®modo como ejecutivo?
R. Soy ansioso por naturaleza y tengo la oportunidad de vivir en medio del cambio del f¨²tbol y del cambio del Madrid.
P. ?Ha tenido que renunciar a algo para aceptar el actual modelo de equipo?
R. En absoluto. Toda la vida he sido un partidario de los cracks. Me enamoro a primera vista de los grandes jugadores, y los que han llegado son fascinantes. Con mis ideas, habr¨ªa sido m¨¢s forzado decir que no al fichaje de Ronaldo o Zidane. Por otro lado, el club marca una estrategia y los ejecutivos tenemos que llevarla a cabo.
P. ?Se han generado tensiones por la estrategia de fichajes?
R. Mi interlocutor directo es el presidente. En las distancias cortas, no tiene aristas de filo. Es dif¨ªcil emplear la palabra tensi¨®n o discusi¨®n para referirse a ¨¦l. Ha habido momentos de debate que no han producido tensiones.
P. ?Qu¨¦ era m¨¢s necesario: Ronaldo o un central y un medio?
R. El delantero centro era una necesidad. Eso no se discute. El pasado a?o s¨®lo estaba Morientes. Cuando se lesion¨®, tuvo que entrar Guti como delantero improvisado. Es tan bueno que hace bien incluso aquello para lo que no naci¨®. Ronaldo lleg¨® a cubrir un hueco. Con el fichaje de Zidane entendimos que el volumen de producci¨®n de juego en el medio campo era m¨¢s que suficiente. La llegada de Cambiasso pod¨ªa darnos m¨¢s agilidad. El problema pod¨ªa estar atr¨¢s. Se retir¨® Sanch¨ªs y se fueron Julio C¨¦sar, Iv¨¢n Campo y Karanka. Ah¨ª s¨ª que hemos asumido un riesgo, menor de lo que la gente cree. Hay gente que no cre¨ªa en Pav¨®n. Yo pienso que ah¨ª tenemos un buen jugador. Con Hierro en activo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil el aprendizaje de Rub¨¦n, un central poderoso, ¨¢gil, un punto desordenado. Hierro puede influir mucho en ¨¦l. Y la inclusi¨®n de Helguera en la defensa ha sido excelente. Debo aclarar que el mercado ofrece pocos centrales, al menos a precios razonables. Entre pagar 40 millones de euros por Ronaldo y pagarlos por Cannavaro o Nesta, soy de la vieja escuela: los millones para crear.
P. ?Por qu¨¦ Ronaldo y no Hern¨¢n Crespo?
R. El Madrid est¨¢ dispuesto a hacer un sobreesfuerzo por un Bal¨®n de Oro. Crespo, que es un delantero soberbio, est¨¢ en la escala de Helguera o Morientes, pero con el doble de ficha. En esas condiciones, preferimos a Ronaldo.
P. ?Siente que cuando gana el Madrid gana Florentino P¨¦rez y que cuando pierde el que pierde es Valdano?
R. Nunca me gust¨® el papel de v¨ªctima. Uno de los elementos m¨¢s importantes es marcar la frontera entre el presidente, el director general y el entrenador. En el Madrid se ha logrado. Mi misi¨®n es aportar confianza y seguridad al entrenador por un lado, y fortalecer al presidente, por otro. Si se habla bien de Florentino P¨¦rez se habla bien del proyecto. Hay una parte de mi trabajo que no parece muy visible. En este tiempo s¨®lo han llegado dos jugadores -Zidane y Ronaldo-, pero se han ido 24 futbolistas, y adem¨¢s en tiempos de crisis en el mercado. En tres a?os han debutado ocho jugadores de la cantera. Todo eso es la parte oculta del iceberg.
P. ?Por qu¨¦ esta falta de goles?
R. El gol es hijo del juego o de los especialistas. En las ¨²ltimas temporadas hemos tenido al especialista, Ra¨²l, y el juego, a pesar de las irregularidades. El Madrid ha sido el m¨¢ximo goleador en Europa en los dos ¨²ltimos a?os. No hemos marcado goles en los tres ¨²ltimos partidos, as¨ª que falla el juego o los especialistas, pero yo lo veo como algo epis¨®dico. Ra¨²l est¨¢ en la mejor edad y hemos contratado a Ronaldo, nada menos.
P. ?Hay una falta de qu¨ªmica de Ronaldo con el equipo?
R. El feeling tiene que ver con los goles, con los resultados. Ronaldo ha atravesado dos problemas: no ha tenido pretemporada y su entrada ha coincidido con un mal momento colectivo.
P. ?Provoc¨® Ronaldo ese mal momento?
R. No, eso lo puede hacer un centrocampista, pero no un delantero centro.
P. ?Es dif¨ªcil la gesti¨®n con un jugador como ¨¦l?
R. La disposici¨®n de Ronaldo a las pautas del club es ejemplar. Quer¨ªa un fisioterapeuta y el club le dijo que no admitir¨ªa en el vestuario a profesionales ajenos al club. La conversaci¨®n dur¨® un minuto. Todos los jugadores se creen especiales, pero es que los superclases realmente lo son. Conviene respetarles su naturaleza, siempre y cuando no entren en confrontaci¨®n con los valores institucionales. Eso no se ha producido.
P. ?El fichaje de Ronaldo dej¨® el cad¨¢ver de Morientes por el camino?
R. A este nivel, el f¨²tbol vive de la competencia externa e interna. Morientes tiene que luchar por el puesto con uno de los mejores del mundo. Eso lleva impl¨ªcito el esp¨ªritu de superaci¨®n. Morientes no es un cualquiera. No llega desarmado a esta lucha.
P. Se comienza a cuestionar a Del Bosque.
R. En el Madrid es anormal que el entrenador no est¨¦ cuestionado. Parece parte de las obligaciones hist¨®ricas de esta casa. Yo har¨ªa el ejercicio de leer la prensa no ahora, sino tres a?os antes de Del Bosque, para entender que los entrenadores viv¨ªan al borde de la cat¨¢strofe. Es posible que a Del Bosque se le critiquen ciertas decisiones, pero no genera dudas en el club. En estos tres a?os, el periodismo no suplanta al club en la toma de decisiones. Sabemos claramente la direcci¨®n a tomar.
P. ?Se ve mejor el f¨²tbol desde el despacho o desde el c¨¦sped?
R. Desde dentro de la cancha, pero eso ya no es posible. El f¨²tbol es maravilloso desde cualquier lugar, aunque s¨®lo es incomparable cuando se es jugador.
P. ?Tiene establecida la fecha de caducidad como ejecutivo?
R. Salvo como jugador, mi tendencia es a premeditar poco. No hago planes. Pueden ocurrir dos cosas, que deje de interesarme lo que hago o que yo deje de interesar. Me siento c¨®modo: con la cantera, con el vestuario, con el entrenador y con el presidente.
P. ?Hasta qu¨¦ punto se ha producido un cambio en el club?
R. Desde dentro da la sensaci¨®n de club ordenado y s¨®lido. Eso se nota cuando pierdes. Las derrotas apenas producen turbulencias en el club.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.