Lula, por Mercosur

Antes incluso de asumir el pr¨®ximo 1? de enero la presidencia de Brasil, Lula ha apostado por refundar Mercosur, d¨¢ndole un contenido pol¨ªtico, econ¨®mico y social. El presidente electo ha llegado a la correcta conclusi¨®n de que, a pesar de su tama?o, Brasil necesita de su entorno para crecer y de una plataforma regional integrada para pesar en un mundo globalizado. Es una apuesta osada, pero absolutamente necesaria. Los pa¨ªses que forman el Mercado Com¨²n del Sur necesitan un marco que rebase el objetivo de incrementar sus intercambios comerciales, aunque a la vez, y como condici¨®n necesaria, deben recuperar sus econom¨ªas.

En un gesto que refleja tanto inter¨¦s como solidaridad, el primer viaje al extranjero de Lula tras su elecci¨®n el pasado 27 de octubre ha sido a Buenos Aires, en v¨ªsperas de la Cumbre de Mercosur, que se celebrar¨¢ en Brasilia, ma?ana y el viernes, pero a la que no puede asistir todav¨ªa como mandatario. El l¨ªder de la izquierda brasile?a se propone que los pa¨ªses de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) adopten una moneda ¨²nica. Si va precedida de una convergencia de las pol¨ªticas econ¨®micas, industriales y agr¨ªcolas, tiene sentido como objetivo a medio plazo para evitar las devaluaciones de los ¨²ltimos a?os y dotar de estabilidad monetaria a la zona. Lula tambi¨¦n aboga por la creaci¨®n de un Parlamento regional por elecci¨®n directa, una pol¨ªtica exterior com¨²n para negociar con EE UU y con la UE y una pol¨ªtica social coordinada en el continente con mayor desigualdad del mundo. El modelo de regionalizaci¨®n de Lula va m¨¢s all¨¢ de las propuestas del presidente saliente, Fernando Henrique Cardoso, aunque ¨¦ste ha sido el art¨ªfice de la preservaci¨®n de Mercosur en los momentos m¨¢s delicados de la crisis. La apertura de la primera oficina de la organizaci¨®n fuera del continente, en Berl¨ªn, es todo un s¨ªmbolo.

De lograr una refundaci¨®n sobre estas ambiciosas bases, Mercosur -al que Lula quiere sumar plenamente a Chile y Bolivia- se convertir¨ªa en alternativa al ALCA (?rea de Libre Comercio de las Am¨¦ricas), que Washington dice querer impulsar. Ser¨ªa tambi¨¦n un modelo y polo para el resto de Am¨¦rica Latina. Su ¨¦xito no est¨¢, ni mucho menos, asegurado y Lula no ha explicado, adem¨¢s, c¨®mo abordar un programa tan ambicioso. Pero cuando poco puede esperar la zona de EE UU, y Espa?a no empuja con suficiente fuerza en la UE para que se ocupe de ella, dise?ar un nuevo Mercosur es no s¨®lo una muestra de responsabilidad y compromiso regional, sino una manera de contribuir a que Am¨¦rica del Sur recupere, dentro y fuera, la confianza perdida.