Ne Win, fundador de la "V¨ªa birmana hacia el socialismo"
El ex dictador militar bajo cuyo pu?o de hierro Birmania pas¨® de ser uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos de Asia a uno de los m¨¢s pobres del mundo, muri¨® ayer a los 91 a?os. Ninguno de los generales que siguen gobernando el actualmente llamado Myanmar asisti¨® a la incineraci¨®n de sus restos que se produjo horas despu¨¦s en la m¨¢s absoluta intimidad. Ne Win se encontraba bajo arresto domiciliario desde marzo pasado, cuando su yerno y tres nietos fueron detenidos por un supuesto intento de golpe, por el que fueron condenados en septiembre a muerte por ahorcamiento. La sentencia, pendiente del tribunal de apelaci¨®n, ha sido interpretada como el s¨ªmbolo del fin del poder, que a¨²n ejerc¨ªa tras las bambalinas, este megal¨®mano tan supersticioso que hizo cambiar la numeraci¨®n de los billetes birmanos para que no apareciese nunca el cero si no era, como en noventa, m¨²ltiplo de su n¨²mero de la buena suerte, el nueve.
Ne Win, obsesionado por el misticismo y la magia negra, se invent¨® una ideolog¨ªa mezcla de marxismo y budismo, que denomin¨® "V¨ªa birmana hacia el socialismo" y que bas¨® en la autosuficiencia. De la mano de ¨¦sta, cerr¨® las fronteras del pa¨ªs, nacionaliz¨® las empresas e incluso el comercio y expuls¨® a cientos de miles de peque?os comerciantes indios y chinos, a pesar de que la mitad de su propia sangre era de origen chino. Precisamente esto trat¨® de ocultarlo desde su participaci¨®n, junto con otros nacionalistas, en la lucha por la independencia del imperio brit¨¢nico, para lo que cambi¨® su nombre Shu Maung, por el de Ne Win, que significa Sol Brillante, aunque le llamaban el Viejo.
Mal estudiante universitario, trabaj¨® como cartero antes de convertirse durante la II Guerra Mundial en uno de los legendarios Treinta Camaradas que, bajo el mando del general Aung San, recibieron entrenamiento japon¨¦s para expulsar a los brit¨¢nicos del suelo birmano. Tras la independencia, en 1948, que Aung San no vio porque le asesinaron meses antes, Ne Win ascendi¨® a subcomandante en jefe del Alto Estado Mayor del Ej¨¦rcito y poco depu¨¦s a comandante. Su ambici¨®n era ya imparable. Diez a?os m¨¢s tarde se hizo cargo del Gobierno militar interino, que form¨® para hacer frente a las rebeliones de las m¨²ltiples etnias birmanas, restablecer el orden y acabar con la guerrilla comunista y la anarqu¨ªa reinante en Rang¨²n (ahora Yang¨®n).
Al principio todo pareci¨® marchar sobre ruedas. Celebr¨® elecciones libres y cedi¨® el poder. Pero fue una ilusi¨®n. En 1960, dio el golpe de Estado definitivo, con el que llev¨® a su pa¨ªs a la bancarrota y a su pueblo a la desgracia. Era un aut¨®crata que no se fiaba de nadie m¨¢s que de sus astr¨®logos y que tomaba sus decisiones bas¨¢ndose en lo que le aconsejaba una panda de adivinadores.
Decidi¨® sorpresivamente retirarse en 1988, cuando en medio del descontento generalizado, crec¨ªa entre los estudiantes el germen de la protesta. Aung San Suu Kyi, la exilada hija del prestigioso general, volvi¨® entonces a Birmania para ponerse al frente de la oposici¨®n y gan¨® por amplia mayor¨ªa las elecciones que se celebraron en 1990. Pero fue incluso peor que 30 a?os antes. El Gobieno civil no lleg¨® ni a formarse. La Junta militar que Ne Win impuso poco despu¨¦s de su dimisi¨®n para aplastar a sangre y fuego la protesta estudiantil, acab¨® de un plumazo con la bocanada de aire fresco que supusieron aquellas elecciones. Aung San fue colocada bajo arresto domiciliario, que no abandon¨® hasta dos meses despu¨¦s, en mayo pasado, de que el Viejo iniciase el suyo.
Nombrada premio Nobel de la Paz por su constante lucha por la democratizaci¨®n de Birmania, Aung San Suu Kyi no quiso ayer hacer comentarios sobre la muerte de su principal enemigo pol¨ªtico.-
![Ne Win.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NZY44GHCMLFLWIWVO5NWDVGLL4.jpg?auth=ff515c499806de3516303ac23be33b849497eb15d7c270a803721da887a5c21a&width=414)
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