Bronce a la pata coja
Fabi¨¢n Roncero es un atleta extraordinario. En todos los sentidos. Todo el mundo lo sabe. Todo el mundo lo sab¨ªa desde hace tiempo. Pero por si acaso, por si a¨²n hab¨ªa alguien que dudara, por si alguien se hab¨ªa olvidado, ayer se encarg¨® de recordarlo. A su manera. Es decir, de una forma exagerada.
Fue en el Campeonato de Europa de cross. Fue en Croacia, en Medulin, bordeando el Adri¨¢tico, la costa barrida por el Bura, la tramontana local, que soplaba a 74 kil¨®metros por hora cuando los atletas intentaban dar vueltas como penados al circuito de hierba. Entre ellos estaba Roncero, y tambi¨¦n estaban otros espa?oles, otros fondistas como Chema Mart¨ªnez, Enrique Molina, Juan Carlos de la Ossa (la gran promesa de Taranc¨®n, Cuenca), Javier Cort¨¦s y Alejandro G¨®mez. Defend¨ªan, y lo hicieron con ¨¦xito, el t¨ªtulo de campeones de Europa por equipos. Quedaron un a?o m¨¢s por delante de Francia y su legi¨®n de marroqu¨ªes nacionalizados, y de Portugal, la gran potencia europea. Tambi¨¦n intentaban ganar el t¨ªtulo individual, aspecto en el que se quedaron cortos. Aunque no por falta de ganas.
Fabi¨¢n Roncero, tercero tras correr sin una zapatilla, conduce al equipo espa?ol a un nuevo t¨ªtulo en el Europeo de cross
Es el ¨²ltimo kil¨®metro. Los mejores han empezado a dar la cara, fuera ya de la protecci¨®n del grupo. Cuatro se marchan por delante. El gran favorito Sergu¨¦i Lebid, un ucranio que vive de esto, del cross, que llega en plena forma, reci¨¦n descendido de una concentraci¨®n en altura en su tierra, marca el ritmo. Busca su tercer t¨ªtulo europeo, su gran objetivo de la temporada. Para ¨¦l, el ucranio con alma africana, el a?o empieza en diciembre y termina en marzo. El verano es para descansar. Para los espa?oles, grandes atletas de pista que mantienen la forma en invierno con el cross, la temporada de verdad empieza en marzo.
A su sombra dan zapatillazos en la hierba el portugu¨¦s Helder Ornellas, el franc¨¦s Mustaf¨¢ Essaid y tambi¨¦n Fabi¨¢n Roncero. Roncero est¨¢ all¨ª pero corre raro, parece que cojea, claro que cojea, corre con el pie izquierdo descalzo, s¨®lo con un calcet¨ªn blanco, sin zapatilla. Lleva as¨ª unos cuantos kil¨®metros. "Me pis¨® Lebid y perd¨ª la zapatilla", dijo. "Pero me encontraba tan bien que ni pens¨¦ en retirarme". "Adem¨¢s el piso estaba seco y era de hierba, no fue un gran problema", declar¨® a Efe. "S¨®lo se trataba de tener cuidado en la zona de piedras". Corri¨® a la pata coja y aguant¨® con los mejores, pero en el momento decisivo ech¨® de menos la zapatilla izquierda. Fue en el sprint final, cuando Lebid se march¨® imparable, cuando Ornellas tropez¨® y se cay¨®, cuando Essaid empez¨® a remontar. Fue entonces, cuando se acelera sobre los metatarsos, cuando Roncero s¨®lo purdo agarrarse y forzar con los clavos del pie derecho. Fue entonces cuando perdi¨® la plata, porque acab¨® tercero, lo que tampoco est¨¢ tan mal, que es la primera gran medalla que logra.
A Fabi¨¢n Roncero, madrile?o de Canillejas, de 32 a?os, le gusta tanto correr que es incapaz de estarse quieto, y no para, que hasta cuando viaja y para en un ¨¢rea de servicio para descansar, se baja del coche y se pone a dar vueltas junto a la autopista. Quiz¨¢s sea una exageraci¨®n, pero aunque la an¨¦cdota sea una invenci¨®n le cuadrar¨ªa perfectamente a Roncero, un atleta que no tiene medida. A un atleta que se aguanta tan poco las ganas de correr que en mayo pasado, cuando se corri¨® en Madrid la marat¨®n popular, se coloc¨® una peluca y salt¨® a la calle para correrla, atleta an¨®nimo. Fue, quiz¨¢s, la primera marat¨®n de su vida que no disput¨® a tope Roncero, el atleta que siempre corre a ritmo de r¨¦cord del mundo y que aguanta hasta que aguanta. As¨ª se dio a conocer a todo el mundo un par de veces. La primera fue en la marat¨®n de Rotterdam de 1998: corri¨® solo y por poco no llega. En los metros finales se tuvo que parar un par de veces para hacer estiramientos. Pero lleg¨® y gan¨® con una gran marca (2.07.26). La segunda fue en el Mundial de Edmonton, en 2001, cuando se atrevi¨® a atacar a los grand¨ªsimos, a Gebrselassie y Kamathi en las ¨²ltimas vueltas del 10.000. Luego le superaron y acab¨® quinto. Pero fue el primer blanco que los desafi¨®.
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