Rescate o negocio

El Prestige entr¨® en la historia negra de Galicia el 13 de noviembre de 2002. Pero pudo haber sido cualquier otro. Por ejemplo, el Randame Abane, un buque argelino con 55.000 toneladas de gas licuado, que viaj¨® a la deriva durante 12 horas en enero de 2001. El barco era una bomba de relojer¨ªa capaz de causar una explosi¨®n sin precedentes. "Una operaci¨®n al l¨ªmite evita que un enorme gasero se estrelle en Mux¨ªa", titul¨® La Voz de Galicia. Aquel incidente qued¨® en el olvido. Fue un susto, como tantos otros frente a la Costa de la Muerte.

Testigos de aquella operaci¨®n fueron los remolcadores R¨ªa de Vigo e Ibaiz¨¢bal 1, protagonistas tambi¨¦n del rescate fallido del Prestige. Entonces como ahora, quedaron puntos oscuros: el comportamiento del Servicio de Salvamento Mar¨ªtimo (Sasemar), su presunta preferencia hacia la empresa Remolcanosa, las negociaciones encubiertas para hacerse con un negocio equivalente al 30% del valor del buque y de su carga, la falta de coordinaci¨®n entre Salvamento Mar¨ªtimo y la Capitan¨ªa Mar¨ªtima de A Coru?a.

Salvamento Mar¨ªtimo comunic¨® que "s¨®lo el 'R¨ªa de Vigo' dar¨ªa remolque" al 'Prestige'

A las 18 horas llega el remolcador, a la 19.49 se ratifica el pacto, a las 21.00 empieza el rescate

Aquel 26 de enero, al remolcador Ibaiz¨¢bal 1 le avisaron bien tarde. Hacia las cinco de la madrugada. Once horas despu¨¦s de que el Randame Abane sufriera un fallo y empezase a navegar a la deriva. El R¨ªa de Vigo ten¨ªa problemas para hacerse con el remolque. Problemas que no son nuevos. Tambi¨¦n en aquella ocasi¨®n hubo un cruce de faxes para negociar el contrato, seg¨²n la versi¨®n del armador, que posteriormente neg¨® Remolcanosa. "Y en todas estas peripecias, de sobra conocidas por el sector, Sasemar siempre mira para otro lado", dice un funcionario de la Capitan¨ªa Mar¨ªtima de A Coru?a.

En el caso del Prestige se reprodujeron circunstancias que poco tienen que ver con el salvamento. Transcurren 14 horas y media desde que el R¨ªa de Vigo llega a las inmediaciones de un petrolero escorado que escupe fuel por una grieta de babor hasta que un cuarto remolcador, el Sertosa 32, reci¨¦n llegado al lugar de los hechos, logra parar la deriva del buque y evita que alcance la costa. El Sertosa 32 aguanta el barco durante cuatro horas hasta que por f¨ªn el R¨ªa de Vigo engancha el remolque y se lleva el petrolero hacia el noroeste.

14 horas y media. Y un negocio entre medias. Un petrolero que se queda sin tripulaci¨®n a bordo salvo el capit¨¢n, el jefe de m¨¢quinas y el primer oficial, pero a cuya cubierta van llegando sucesivamente dos tripulantes de un remolcador, empleados de las empresas Smit Salvage y Tecnosub, un t¨¦cnico de Capitan¨ªa Mar¨ªtima y cuatro tripulantes de su dotaci¨®n repescados de un hotel de A Coru?a. Todos estos viajes de ida y vuelta suceden ante las narices de Sasemar, una instituci¨®n p¨²blica, en aguas territoriales espa?olas y con el riesgo evidente de un desastre.

El primer remolcador en llegar es el R¨ªa de Vigo, que viene de Corcubi¨®n. Son aproximadamente las seis de la tarde, casi tres horas despu¨¦s de la llamada de socorro del Prestige. Casi toda la tripulaci¨®n del petrolero ha sido evacuada en helic¨®ptero. Est¨¢ en camino el remolcador Ibaiz¨¢bal 1 desde A Coru?a. Se avisa tambi¨¦n al Charuca Silveira, que sale de Vigo, y al Sertosa 32, que sale de A Coru?a. El R¨ªa de Vigo y el Charuca Silveira pertenecen a la empresa Remolcanosa, que s¨®lo trabaja para Salvamento Mar¨ªtimo. El Ibaiz¨¢bal 1 y el Sertosa 32 pertenecen a Sertosa Norte, S. L.

Entre las 18 y las 21 se produce la negociaci¨®n. El capit¨¢n del Prestige, Apostolous Mangoulas, comunica que espera ¨®rdenes de su armador. Pero tampoco se aprecia especial actividad por parte del R¨ªa de Vigo. Aqu¨ª empiezan las primeras contradicciones entre la versi¨®n de Mangoulas y la de Antonio Lamp¨®n, capit¨¢n del R¨ªa de Vigo, quien declara al juez que oy¨® decir al primero "que no daba remolque hasta que no recibiera instrucciones del armador".

Efectivamente, en ese tiempo se produce el cruce de faxes entre las oficinas de la compa?¨ªa holandesa Smit Salvage en Rotterdam y las de Universe Maritime, armador del Prestige, en Atenas. Hay un fax de oferta de la compa?¨ªa holandesa a las 19.35 horas (que comunica que el R¨ªa de Vigo act¨²a por cuenta de sus socios espa?oles), posterior a una conversaci¨®n telef¨®nica. Un fax de acuerdo a las 19.42 horas. Y un tercer fax de confirmaci¨®n a las 19.49. En este ¨²ltimo, Smit Salvage solicita al armador que "avise a su capit¨¢n para que haga firme el remolque al R¨ªa de Vigo en orden a comenzar con todo lo necesario". Poco despu¨¦s, Mangoulas supo que se hab¨ªa alcanzado un acuerdo.

Efectivamente, a las 21 horas, el centro de salvamento de Finisterre conoce, a trav¨¦s de Finisterre Agencia Mar¨ªtima, que "ha contactado el capit¨¢n del Prestige con su armador y ¨¦ste le est¨¢ dando instrucciones para que tome el remolque del R¨ªa de Vigo".

La torre de control (es decir, Salvamento Mar¨ªtimo) habla con los capitanes del Prestige y del R¨ªa de Vigo. Se sabe que Mangoulas habla con su armador por tel¨¦fono. Es evidente que ha existido una negociaci¨®n porque as¨ª lo confirma Agencia Mar¨ªtima de Finisterre, que es una empresa intermediaria. Sin embargo, el Capit¨¢n Mar¨ªtimo de A Coru?a dice ante el juez que, "por imposibilidad t¨¦cnica, no lleg¨® a hablar nunca con el capit¨¢n". Al parecer, era posible comunicar con el Prestige desde Atenas, pero no desde A Coru?a.

Pese a esas comunicaciones, el capit¨¢n del R¨ªa de Vigo declara que "no recibi¨® ninguna comunicaci¨®n de ninguna empresa, ni del armador, para hacer un contrato privado de remolque con el Prestige, que s¨®lo obedec¨ªa ¨®rdenes de la torre de control. Que despu¨¦s supo que hab¨ªa habido conversaciones entre la empresa Remolcanosa, supone que con Smit [Salvage], pero a ¨¦l no le comunicaron nada durante la operaci¨®n".

Han pasado tres horas. Ya hay una oferta en firme. El R¨ªa de Vigo comienza las operaciones de remolque, pero fracasa. Mangoulas informa de que hace falta m¨¢s gente para llevar a cabo estas labores. Se da orden de reclutar a dos tripulantes del Ibaiz¨¢bal 1, C¨¦sar Augusto Collazo y Antonio Cainzos, que aceptan voluntariamente hacer un trabajo muy arriesgado. En el parte de asistencia del Ibaiz¨¢bal 1, consta que Salvamento Mar¨ªtimo comunica que "s¨®lo el R¨ªa de Vigo dar¨ªa remolque".

?Por qu¨¦ s¨®lo el R¨ªa de Vigo? ?Por que era un contrato suyo? Al quitarle dos tripulantes al Ibaiz¨¢bal 1, ¨¦ste quedaba inutilizado para dar el remolque. No se le pidieron tripulantes al Charuca Silveira, que es de la misma empresa que el R¨ªa de Vigo. Y de hecho, ¨¦ste intenta el remolque hacia las ocho de la ma?ana, tras continuados fracasos del R¨ªa de Vigo. Pero tambi¨¦n falla.

Finalmente, no hay otro remedio que ped¨ªrselo al Sertosa 32, que acaba de llegar. La situaci¨®n empieza a ser muy cr¨ªtica. El Sertosa 32 tarda media hora y lo consigue. Queda la duda de si el Ibaiz¨¢bal 1 lo habr¨ªa logrado horas antes si le hubieran permitido intentarlo. Todas estas operaciones tuvieron lugar con el conocimiento de Salvamento Mar¨ªtimo. EL PA?S pidi¨® la versi¨®n de dicha entidad a trav¨¦s del Ministerio de Fomento, del que depende, sin obtener respuesta.

Con el Prestige se intent¨® un rescate al l¨ªmite. Igual que se hizo con el Randame Abane. Pero el 26 de enero de 2001 hubo un final feliz, gracias a la intervenci¨®n del Ibaiz¨¢bal 1. En cambuio, el 14 de noviembre de 2002 comenz¨® una cat¨¢strofe cuyo final a¨²n no se vislumbra.