Las gemelas

En el New York Post anunciaban el otro d¨ªa que las gemelas de Bush est¨¢n a punto de cumplir veinti¨²n a?os. La gemelitas tienen fama de viciosas, se las ha pillado en alguna ocasi¨®n pasadas de rosca (en eso han salido al padre). Dec¨ªa el art¨ªculo en tono humor¨ªstico que los bares de Nueva York est¨¢n esperando que las Bush sean mayores de edad para consumir alcohol con los brazos abiertos. Lo bueno de que se emborrachen las ni?as del presidente, dec¨ªan, es que no hace falta llevarlas a casa, se encargan los guardaespaldas. ?Se podr¨ªan hacer bromas as¨ª en Espa?a? No creo. A quien vive un tiempo en Estados Unidos, no deja de sorprenderle que aqu¨ª nos pasemos el d¨ªa presumiendo de que no somos pol¨ªticamente correctos, porque si bien la correcci¨®n pol¨ªtica intoxic¨® la cultura estadounidense, el humor, tal vez por tradici¨®n anglosajona, es mucho m¨¢s salvaje que en Espa?a. Se tiene m¨¢s tolerancia y los que suben al poder saben que en su cargo va impl¨ªcito el aguantar estoicamente la iron¨ªa. En Espa?a somos cachondos en los bares, pero cuando el humor se lleva al peri¨®dico, a la tele... Malo, malo. Empiezan los problemas. En las series norteamericanas se hacen chistes sobre jud¨ªos, musulmanes, Clinton, la dislexia de Bush, sus gemelitas viciosas. Aqu¨ª ponte a hacer un chiste sobre una comunidad aut¨®noma que no sea la tuya.

Nuestra incorrecci¨®n pol¨ªtica nos sirve, sobre todo en la tele, para gritar, para la chuler¨ªa, el insulto. Decir la frasecita ya gastada y rid¨ªcula, de "yo es que no soy pol¨ªticamente correcto", que puede pronunciar de Celia Villalobos a Coto Matamoros, facilita un pasaporte para ser grosero. Pero el humor necesario, burla de los poderosos, que pone a prueba nuestra forma de vida, se recibe con una falta de naturalidad espantosa. No hay costumbre. Tan pat¨¦tico es el pol¨ªtico que coleguea cuando se le acerca un reportero de Caiga Quien Caiga como el gesto de disgusto de Ana Botella cuando le toman el pelo, tan pat¨¦tico Llamazares reivindicando su gui?ol, como Almunia protestando porque no le gusta el suyo. Qu¨¦ tropa. Que desaparezca un programa de humor como el del Wyoming es preocupante, sobre todo porque esto es un erial. Aqu¨ª s¨®lo sabemos ser permisivos con la mala leche.