Fauna
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa ha aprobado el Proyecto de Ley de la Flora y Fauna Silvestres. En este proyecto se incluye la regulaci¨®n de la caza, y pesca, en la comunidad. Uno, y m¨¢s de uno de los que somos aficionados a estos deportes, lo que nos gustar¨ªa antes que el Parlamento apruebe esta ley, con la misma facilidad que Don Manuel -el que se ba?¨® en Palomares cuando Franco, y el cazador cuando Aznar- rechaza las mociones de censura, es analizar si la caza no merecer¨ªa una regulaci¨®n espec¨ªfica. Tambi¨¦n, si ampliar la extensi¨®n de los cotos a 2.000 hect¨¢reas, es una medida conveniente o si su establecimiento lo que puede generar es la vuelta a los privilegios que se denuncian en Los Santos Inocentes.
Sin embargo, no est¨¢n los tiempos para detenerse en estas zarandajas. Los ¨²ltimos acontecimientos aconsejan mirar la caza desde otra ¨®ptica. Las manifestaciones del PP-A acusando a la izquierda andaluza de ir de caza a C¨®rdoba, para coger al cura Castillejo, no dejan dudas. M¨¢s a¨²n, cuando esta misma derecha, cuando va de caza, no tira al cura, sino al obispo, y su comportamiento cineg¨¦tico obedece a razones bien distintas. Trata de evadirse, liberarse y apartarse de los problemas, que es lo que define este deporte. Es su l¨®gica. Es razonable por tanto que, mientras el Prestige se hunde, y llena de mierda Galicia, el presidente de la Xunta se emplee en tirar una de perdices; que el de Medio Ambiente pasee por Do?ana y que Cascos -y lo escribo a¨²n a riesgo de que mente a mi madre, o me culpe de haber lesionado a Ronaldo- pegue unos tiritos donde le venga en gana.
Tal vez, ante esta diversidad en el comportamiento cineg¨¦tico de nuestra clase pol¨ªtica, se podr¨ªa aprovechar el tr¨¢mite parlamentario del proyecto de ley e introducir algunos cambios. Por ejemplo, se podr¨ªa sancionar con la p¨¦rdida del esca?o a los diputados que intenten cazar la p¨®liza de los presidentes ejecutivos de una caja, siempre que sean curas y no obispos, y tambi¨¦n conceder un permiso cineg¨¦tico especial, con derecho a dos frases escatol¨®gicas al gusto, para aquellos otros pol¨ªticos que cojan el morral, y aparquen el gobierno en situaciones de chapapote. As¨ª, al menos, sabr¨ªamos donde se encuentra el chapapote de cada uno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.