Retrato con encanto

Representante de lo que se dio en llamar "realismo objetivo", Alphonse Daudet (1840-1897) no deja de pertenecer a la escuela naturalista de Zola, si bien hay que se?alar que en su obra siempre est¨¢ presente un punto de audacia imaginativa la cual, unida a su especial percepci¨®n de lo bienhumorado que no desde?a el fondo dram¨¢tico de las situaciones que retrata, hace que estos Cuentos del lunes basculen entre el costumbrismo y el ingenio y se conviertan, en definitiva, en vi?etas de lectura amable, pero en modo alguno ajenas a la realidad que las constituye.

En buena parte del libro, el tel¨®n de fondo es la guerra franco-prusiana -aunque varios pasajes se desarrollen en otros espacios, como Argelia o los tiempos de la Comuna de Par¨ªs- y, como cabe esperar, los retratos agridulces contienen una buena dosis de patriotismo; sin embargo, Daudet tiene muy buen ojo, no se deja llevar por la facilidad y, aunque cerca del pintoresquismo, no deja nunca de tocar problemas que hoy en d¨ªa permanecen vigentes en tanto se refieren a asuntos ineludibles de la condici¨®n humana.

A lo largo de este libro -y de las estupendas ilustraciones de Pierre Lissac- veremos desfilar tipos y escenas muy bien delineados que nos hablan del paso del campo a la ciudad, del sentido del deber, de la traici¨®n y el arrepentimiento... en una de estas escenas encontraremos una descripci¨®n realmente tronchante de la actitud de los vecinos de Tarasc¨®n -recuerden que Daudet es autor de esa imaginativa e inteligente comedia llamada Tartar¨ªn de Tarasc¨®n- ante la invasi¨®n alemana, acompa?aremos al se?or Chauvin hasta su lecho de muerte; conoceremos la indignaci¨®n de la ¨²ltima hada de Par¨ªs, sabremos de cumplimientos de honor de fondo dram¨¢tico y nos divertiremos enormemente con las trastadas que un reloj franc¨¦s hace a una familia prusiana.

Si hablamos de libros de regalo, hay que decir que ¨¦sta literatura es un aut¨¦ntico y encantador regalo de Navidad.