Kapuscinski conquista Kosmopolis con su relato de las guerras del siglo XX

El periodista y escritor Ryszard Kapuscinski (Pinks, Polonia, 1932) sedujo y sobrecogi¨® ayer al p¨²blico de Kosmopolis 2002, que se celebra en Barcelona, con su an¨¢lisis de las guerras del siglo XX. En un castellano m¨¢s que aceptable y con un lenguaje claro y directo habl¨® de las guerras perif¨¦ricas, de los ni?os soldados, de las minas antipersonas, del terror¨ªfico invento de las guerras sin v¨ªctimas propias y del oficio de corresponsal de guerra. El escritor polaco no ocult¨® su enorme satisfacci¨®n del reci¨¦n aprobado acuerdo por el que su pa¨ªs entrar¨¢ en la Uni¨®n Europea.

Fue necesario habilitar dos salas para dar cabida a todas las personas interesadas en seguir la conferencia de Ryszard Kapuscinski. Prevista para una hora, dur¨® 90 minutos y, si hubiera sido por el p¨²blico, hubiera durado a¨²n m¨¢s.

Licenciado en Historia por la Universidad de Varsovia, Kapuscinski empez¨® a trabajar como corresponsal de guerra en 1959. Es colaborador de The New York Times, de Times, Frankfurter Allgemeine Zeitung y publica tambi¨¦n art¨ªculos en EL PA?S. Tiene una veintena de libros, entre ellos El Sha, El Emperador, ?bano, y El imperio. Habla seis idiomas: polaco, ruso, ingl¨¦s, espa?ol, franc¨¦s y portugu¨¦s.

Su relato sobre las guerras de la segunda mitad del siglo XX fue sobrio, sin apenas adjetivos, basado en la experiencia. Quiz¨¢ por eso result¨® tan terrible. Sobrecogi¨® al p¨²blico. "Hasta la II Guerra Mundial las v¨ªctimas de las guerras eran soldados. Ahora no, ahora quienes caen primero son las mujeres y los ni?os. Parad¨®jicamente, las fuerzas armadas evitan confrontaciones entre s¨ª. Las guerras est¨¢n dirigidas ahora contra los inocentes", dijo.

Hay en la actualidad 30 conflictos armados en pa¨ªses del Tercer Mundo. "Estas guerras est¨¢n vinculadas al tr¨¢fico de drogas, al tr¨¢fico de armas, a las minas de diamantes, al petr¨®leo. Los se?ores de la guerra son muy ricos. Como en Colombia, donde desde hace 40 a?os se alimentan de los narcos".

Otra caracter¨ªstica de estas guerras es la participaci¨®n de ni?os, de entre 14 y 15 a?os, pero tambi¨¦n de 10. "Son guerras de ni?os y entre ni?os. La mayor¨ªa son hu¨¦rfanos, que vagan sin nada que comer. Los se?ores de la guerra los abastecen". Los ni?os soldados interesan, porque "no tienen instinto de supervivencia y van directamente al fuego". "Las armas modernas son muy manejables, son cortas y pesan poco, parecen estar hechas para los ni?os. Pero no son de juguete, son mortales".

Otra arma muy utilizada son las minas antipersonas. "Son ligeras, baratas y f¨¢ciles de colocar. Se han plantado 150 millones de minas antipersonas en ?frica, en Asia y en algunos pa¨ªses latinoamericanos. Es un problema de futuro: plantarlas es f¨¢cil, pero desactivarlas es muy costoso y los pa¨ªses afectados son demasiado pobres para limpiar sus territorios. Las minas agudizan la hambruna, pues muere tambi¨¦n el ganado".

En los a?os ochenta, explic¨® Kapuscinski, Estados Unidos invent¨® otro tipo de conflicto. "Se llama guerra sin v¨ªctimas propias. La muerte de soldados propios no da votos. Para estas guerras se ha dise?ado una nueva estrategia: se delimita un territorio y se limpia con un bombardeo muy fuerte; as¨ª se elimina toda vida, desde personas a animales o vegetaci¨®n, y entonces ya pueden entrar las tropas sin encontrar ninguna oposici¨®n. Se utiliz¨® en la guerra del Golfo y tambi¨¦n en Kosovo y Afganist¨¢n. Se puede repetir, ojal¨¢ que no, en Irak. Es un m¨¦todo muy costoso y s¨®lo puede utilizarlo los pa¨ªses muy ricos".

Con este modelo de guerra, se "acab¨® el oficio de corresponsal de guerra". "No se nos permite entrar en los territorios ya limpios. Los periodistas deben quedarse en un hotel a la espera de comunicados que no pueden contrastar".

Por eso Kapuscinski no fue a la guerra del Golfo. "Para nosotros los corresponsales de guerra vienen tiempos muy duros. Ser¨¢ dif¨ªcil desempe?ar el papel que hemos hecho durante muchos a?os". Pero no todo est¨¢ perdido: "Con nuestro trabajo podemos crear una atm¨®sfera, un estado de opini¨®n en contra de la guerra, de todas las guerras. Y esta opini¨®n tiene un valor. En mis ¨²ltimos viajes por Am¨¦rica del Norte y del Sur, por Oriente Pr¨®ximo y por Europa, he podido comprobar que la pol¨ªtica de guerra no tiene apoyo en las distintas sociedades".

La ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea, aprobada el viernes en Copenhague, es una magn¨ªfica noticia para Kapuscinski, pues permitir¨¢ la entrada de Polonia. "Estamos muy felices. Era un sue?o y nos dar¨¢ la posibilidad de acelerar nuestro desarrollo".

La decisi¨®n de Copenhague es "hist¨®rica" no s¨®lo para Polonia, sino para la propia Europa. "En el mundo del siglo XXI s¨®lo sobrevivir¨¢n los grandes bloques, no hay espacio para una pol¨ªtica aut¨¢rquica. Una Europa de 500 millones de habitantes estar¨¢ en mejores condiciones de tener mayor peso".