Todos contra el yuan

Como China ahora absorbe una creciente porci¨®n del comercio mundial, en los mercados corren versiones sobre una medida para realinear las mayores monedas del mundo contra la del pa¨ªs asi¨¢tico. Pocos meses atr¨¢s, parec¨ªa impensable un pacto para reducir la competitividad del yuan. ?ste ha sido largo tiempo un tema evitado y controvertido para Pek¨ªn, que fij¨® el yuan al d¨®lar estadounidense en 8,3 en 1993 y desde entonces no lo ha movido.

Una revaluaci¨®n del yuan podr¨ªa catapultar a la econom¨ªa china m¨¢s all¨¢ de la francesa o la brit¨¢nica

Ha cambiado el papel de China en la econom¨ªa global, y su ¨¦xito en atraer empresas, desvi¨¢ndolas de Jap¨®n y de Estados Unidos. Asimismo, China parece haber adoptado una pol¨ªtica externa m¨¢s moderada, tal vez para reducir la hostilidad contra su creciente influencia econ¨®mica.

En Tokio, la tensi¨®n relacionada con el yuan es tan poco evidente como antes, ya que los funcionarios del Ministerio de Finanzas instan a Pek¨ªn a fortalecer su moneda, lo que de hecho reducir¨ªa la competitividad china. "Sin duda, el yuan es demasiado d¨¦bil si consideramos la fortaleza del pa¨ªs", dijo la semana pasada el ministro de Finanzas de Jap¨®n, Masajuro Shiokawa. El funcionario agreg¨® que el tema de los "desequilibrios" entre el d¨®lar, el euro, el yen y el yuan podr¨ªa discutirse a comienzos del a?o pr¨®ximo en una reuni¨®n de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de los Siete pa¨ªses m¨¢s ricos (G-7). El yen, sostuvo, es demasiado fuerte con par¨¢metros econ¨®micos como el poder adquisitivo. "Si hay tal desequilibrio, debemos idear soluciones pol¨ªticas para rectificarlo", se?al¨®.

Washington ha sido mucho m¨¢s reticente en cuanto al asunto, aunque funcionarios chinos admiten que EE UU podr¨ªa estar interesado en una revaluaci¨®n. "Siento cierta presi¨®n, y esto es algo que EE UU est¨¢ sopesando"', dijo el mes pasado el ministro de Finanzas chino Xiang Huaicheng. "Es un asunto delicado".

El cese del secretario del Tesoro de EE UU Paul O'Neill pone otro ingrediente pol¨¦mico en la mezcla. Si bien O'Neill demostr¨® poco inter¨¦s en reacomodar el tipo de cambio, no es seguro que su sustituto piense del mismo modo. Un d¨®lar m¨¢s bajo podr¨ªa ayudar a la mayor econom¨ªa del mundo. Las versiones sobre un acuerdo con China plantean muchos interrogantes y, entre ellos se destaca la forma de plasmarlo. Aunque Pek¨ªn estuviera dispuesto, no es miembro del G-7, lo que torna m¨¢s dif¨ªcil arrancar.

Las ventajas para China son bastante claras. Una revaluaci¨®n del yuan podr¨ªa catapultar a su econom¨ªa m¨¢s all¨¢ de algunas de las mayores del mundo. De la noche a la ma?ana, la econom¨ªa china podr¨ªa superar a la francesa o a la brit¨¢nica, pasando al cuarto lugar. La mejor¨ªa en la posici¨®n que tan s¨®lo eso podr¨ªa traerle tal vez sea suficiente para que Pek¨ªn se ponga a trabajar con el G-7.

Pero los riesgos de un cambio en la pol¨ªtica del yuan podr¨ªan exceder los beneficios para China. Una moneda m¨¢s firme podr¨ªa frenar las exportaciones y complicar el objetivo de Pek¨ªn de crecer al menos un 7% anual. Una cifra menor, admiten los funcionarios, tornar¨ªa m¨¢s compleja la transici¨®n del socialismo al capitalismo, que se espera deje a decenas de millones de personas sin trabajo.

Si surgen tensiones comerciales, China casi seguramente se ver¨¢ presionada a acelerar su apertura del mercado. Los estrategas de Pek¨ªn siempre podr¨ªan arreg¨¢rselas con una revaluaci¨®n del yuan, esperando que el gesto de buena voluntad evite fricciones comerciales. Asimismo, los funcionarios chinos podr¨ªan considerar preferible esta medida preventiva a una ca¨ªda del d¨®lar que desencadenara oleadas de volatilidad a trav¨¦s de los mercados internacionales. Lo mismo vale para funcionarios de Fr¨¢ncfort, Tokio y Washington. Un yuan m¨¢s fuerte podr¨ªa ser menos desestabilizador que un yen m¨¢s d¨¦bil, el cual por omisi¨®n hace subir al d¨®lar.

La pol¨ªtica monetaria de Pek¨ªn es un tema formidable en Asia. Si se pregunta a los ministros de Finanzas, jefes de bancos centrales o gente de negocios sobre un yen m¨¢s d¨¦bil, probablemente contesten que el tipo de cambio chino tiene para ellos la misma importancia, o m¨¢s.