Perfecto Cuadrado culmina la traducci¨®n de la obra de Pessoa
"Es el gran poeta de la modernidad", dice el traductor al espa?ol de 'El libro del desasosiego'
"Traducir es una manera de leer", subraya Perfecto Cuadrado (Zamora, 1949), que ha dedicado casi dos a?os a alumbrar la primera versi¨®n completa en espa?ol de El libro del desasosiego, de Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935). Cuadrado, catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Portuguesa y Gallega de la Universidad de las Islas Baleares, considera a Pessoa "el gran poeta de la modernidad, entendida ¨¦sta con sus contradicciones, miserias y paradojas y su gran desasosiego, obviamente". "La modernidad", a?ade, "es un proceso inacabado".
"Pessoa es inseguro contradictorio, fragmentario, pedag¨®gico e indefinible"
Pessoa, seg¨²n Cuadrado, se transform¨® en "una vida le¨ªda", efectu¨® un gran viaje alrededor de s¨ª mismo, se narr¨® y descompuso en un enorme rompecabezas. La mitificada obra del poli¨¦drico literato portugu¨¦s es "uno de los libros capitales del siglo XX", donde se evidencia "el arte de la paradoja, que es una manera de decir la realidad", sostiene Cuadrado. "Pessoa fue quien supo decir literariamente la modernidad, es su gran lector y traductor literario y hasta filos¨®fico", a?ade el traductor desde su diminuto despacho universitario que preside un cuadro de Pessoa.
La versi¨®n de Perfecto Cuadrado, publicada por El Acantilado, es paralela a la que presentan en catal¨¢n, en Quaderns Crema, Gabriel Sampol y Nicolau Dols. Ambas ediciones, de 600 p¨¢ginas, aparecen en los sellos creados por Jaume Vallcorba, y son hijas del libro completo en portugu¨¦s, preparado por Richard Zenith, de 1998. Cien fragmentos in¨¦ditos se a?aden a la ¨²ltima presentaci¨®n espa?ola, de ?ngel Crespo, en Seix Barral, en 1990, que tuvo 400 p¨¢ginas.
El traductor castellano, "apasionado pessoano", ha cuidado la fidelidad, tono y contexto de la obra, pero ha evitado "la reiteraci¨®n obsesiva" de ciertas palabras (nulo, inc¨®gnito, tedio, lejos) y ha jugado con ellas o ha buscado sin¨®nimos con el fin de "no abrumar al lector". "El fragmentarismo del discurso de Pessoa", dice Cuadrado, "se aprecia en El libro del desasosiego, que es un libro de retazos, fragmentos y de proyectos de libros". "Est¨¢ pr¨®ximo a la l¨ªrica", a?ade, "y, con su pensamiento contradictorio, es m¨¢s o menos cercano a la filosof¨ªa. As¨ª pues, el autor es el s¨ªmbolo de lo que ha sido, es y seguir¨¢ siendo la modernidad".
Heter¨®nimos
Fernando Pessoa se reproduc¨ªa, mutilaba y se negaba con diversas personalidades. Engendr¨® sus m¨²ltiples heter¨®nimos hasta el detalle de otorgarles estilo, imaginarles la biograf¨ªa y sus hor¨®scopos. "En la interpretaci¨®n esot¨¦rica, los heter¨®nimos aparecen como un proceso de descubrimiento del yo, para la b¨²squeda del yo esencial".
"Se pas¨® toda la vida haciendo planes y esquemas de sistematizaci¨®n de El libro del desasosiego, pero no consigui¨® acabar ninguno. Hay m¨¢s de veinte proyectos de organizaci¨®n del libro y lleg¨® a dudar hasta de la atribuci¨®n al autor", afirma el experto, que invita al aficionado a construir su propia obra privada, libremente. La traslaci¨®n al espa?ol y la ordenaci¨®n de los materiales del gran damero irregular pessoano supuso una labor de transfiguraci¨®n relativa de Perfecto Cuadrado, quien confiesa: "Leer es incorporarse al libro, para asumirlo, rechazarlo o dialogar. Quiz¨¢s me transform¨¦ en un heter¨®nimo lector de Fernando Pessoa, alguien que charla con ¨¦l y asume muchas de sus perplejidades y de sus dudas. Si lees bien un libro, si eres lector atento, acabas convirti¨¦ndote en un personaje an¨®nimo".
Por ejemplo, Cuadrado observ¨® que las preguntas que se hace el tenedor de libros Bernando Soares "son actuales, porque Pessoa es completamente actual". Para el traductor, el literato portugu¨¦s sobrevive a su monumento, mitificaci¨®n y referencia abstracta. "Un autor importante es utilizado: es un padre de la patria, estandarte pol¨ªtico, mito casi religioso o lit¨²rgico, forma parte del Pante¨®n de los Cl¨¢sicos, pero en este caso no es de los que se citan pero no se leen ni se estudian".
En Portugal se tuvo la tentaci¨®n de decir en alg¨²n momento "tanto Pessoa ya harta", cuenta Cuadrado, por la concatenaci¨®n de aniversarios y congresos de evocaci¨®n y culto, pero "m¨¢s all¨¢ del folclore y la parafernalia, Pessoa cada vez ser¨¢ m¨¢s le¨ªdo, estudiado, divulgado y traducido, por necesario", concluye. La relectura de la modernidad viene obligada por "la b¨²squeda de su superaci¨®n, bajo el faro de Pessoa", dice el adaptador, que tiene 400 alumnos de portugu¨¦s y gallego en Palma de Mallorca, y es un especialista en arte y surrealismo.
Impregnado por "este vivir dubitativo y perplejo", est¨¢ cerca de saberse de memoria gran parte de El libro del desasosiego. Igual recita que representa versos o aforismos del genio al que en 1987 ya dedic¨® Homenatge (Prensa Universitaria) y m¨²ltiples ensayos dispersos.
Sobre su m¨¦todo de trabajo, comenta: "En la traducci¨®n trabaj¨¦ con el ordenador, pero necesit¨¦ el papel para leer la versi¨®n porque la pantalla del ordenador impone otro modelo de lectura y una voz interior distinta que casi no oigo".
"El hombre moderno no puede definir nada y Pessoa no defini¨® nada; nos ofrece aprehensi¨®n, m¨¢scaras y paradojas ante la inseguridad absoluta, una vez desaparecidas las verdades universales y eternas, sin dioses ni tutelas", se?ala Cuadrado. El traductor es de la opini¨®n que Pessoa es indefinible. "No se le puede definir ni sistematizar una doctrina pessoana. ?l es contradictorio, fragmentario, inseguro y pedag¨®gico". Rechaza adem¨¢s las miradas "en t¨¦rminos absolutos", sobre si de su obra se puede deducir si Pessoa fue fascista, heterosexual u homosexual. Y est¨¢ convencido de que "tuvo ideas compartidas con Jos¨¦ Ortega y Gasset" sobre la necesidad de lograr la supremac¨ªa del esp¨ªritu en la humanidad.
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