"Si la empresa se hunde, ser¨¢ una cat¨¢strofe nacional"

El presidente del monopolio p¨²blico Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA), Al¨ª Rodr¨ªguez, de 64 a?os, advierte de que si la empresa colapsa como consecuencia de la huelga contra la presidencia de Hugo Ch¨¢vez, la negociaci¨®n pol¨ªtica con la oposici¨®n ser¨¢ imposible. "En ese caso, no se puede dar ning¨²n tipo de negociaci¨®n. Se llegar¨ªa a un colapso del pa¨ªs y a una cat¨¢strofe nacional. No quiero ni imaginar ese escenario".

En una entrevista con este peri¨®dico, el ex presidente de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) cita los esfuerzos en curso para evitar que eso ocurra. "No lo van a lograr. Hay signos que as¨ª lo indican".

El presidente de la segunda petrolera del mundo, quinta exportadora mundial, con 40.000 trabajadores en plantilla, flotas propias y una filial, CITGO, en Estados Unidos, tiene en sus manos buena parte del destino inmediato de Venezuela. "Esto tiene que comenzar a ceder", dice. Si logra resucitar la gigantesca empresa, valorada en m¨¢s de 130.000 millones de d¨®lares, la oposici¨®n pierde su principal baza negociadora; si no lo consigue, el Gobierno afronta un dilema: aguantar el colapso nacional o ceder en las exigencias de oposici¨®n, que pide la renuncia de Ch¨¢vez y elecciones anticipadas.

"El paro lo siguen ejecutivos con posiciones clave en una industria tecnificada"

"Estamos produciendo menos de un mill¨®n de barriles diarios, una ca¨ªda r¨¦cord"

"Los gerentes y ejecutivos ven¨ªan preparando el golpe desde hace meses", agrega Rodr¨ªguez. "Sabotearon dos pisos (de oficinas) donde funciona refinaci¨®n, comercio y suministro y transporte. Estaban bien coordinados y por eso han tenido el ¨¦xito relativo".

La econom¨ªa nacional depende, en mayor o menor medida, de PDVSA, que significa el 29% del PIB, m¨¢s del 50% de los ingresos fiscales y cerca del 80% de las divisas, y produce aproximadamente tres millones de barriles diarios. Estados Unidos compra a Venezuela, que cuenta con las mayores reservas del mundo, cerca del 13% de sus importaciones.

El Gobierno venezolano invoc¨® "fuerza mayor" ante los incumplimientos de contrato, y cerca de 40 buques permanecen anclados en las costas venezolanas a la espera de instrucciones. Durante el pasado a?o, el 54% de las exportaciones se dirigieron hacia Estados Unidos y Canad¨¢, el 35% a Am¨¦rica Latina, y el 11% a Europa y otras regiones. "El da?o que se ha hecho a la industria petrolera y a la econom¨ªa nacional es importante", se?ala el presidente de PVDSA.

Pregunta. La oposici¨®n afirma que paraliz¨® cerca del 90% de la empresa.

Respuesta. En absoluto es el 90% porque entonces estar¨ªamos en una situaci¨®n supercr¨ªtica. Si se produjera, no habr¨ªa gasolina para transportar alimentos, escolares, ni enfermos a los hospitales: un desastre.

P. ?Cu¨¢nto se ha dejado de producir?

R. Estamos produciendo menos de un mill¨®n de barriles diarios (contra cerca de tres millones en situaci¨®n normal). Eso para Venezuela es una ca¨ªda r¨¦cord.

P. ?Cu¨¢l es la prioridad en este momento?

R. La primera, mantener el abastecimiento para que funcionen las actividades econ¨®micas del pa¨ªs.

P. ?Es posible recuperar la normalidad?

R. Hemos logrado resolver el problema de la gasolina y estamos tratando de normalizar los muelles y recuperar las refiner¨ªas paralizadas. Podemos conseguirlo.

P. ?Y si la huelga se prolonga?

R. Pues podr¨ªa ser necesario establecer cierto racionamiento. Pero esto tiene que comenzar a ceder. Ya las autoridades han tomado acci¨®n en el caso de los transportes. (Ocupaci¨®n del petrolero Pil¨ªn Le¨®n).

P. La flota mercante est¨¢ casi paralizada.

R. Esperamos que salga un buque de Maracaibo con medio mill¨®n de barriles.

P. Se observan muchas lanchas hostigando a los petroleros.

R. Los capitanes tiene que tener mucho cuidado para no provocar accidentes. Esta gente es muy irresponsable. Yo pienso que buscan v¨ªctimas para apelar a los derechos humanos y esas cosas.

P. ?Cu¨¢les ser¨ªan los efectos de un descalabro?

R. M¨²ltiples dada la gran dependencia que tiene el pa¨ªs de la actividad petrolera.

P. ?Por ejemplo?

R. Los financistas internacionales pueden invocar plazo vencido y exigir el pago de 6.000 millones de d¨®lares que no podr¨ªa pagar la industria en este momento. Tambi¨¦n se est¨¢ afectando la capacidad de pago a los contratistas venezolanos, a los empleados y al Estado.

P. En el caso de un eventual colapso, la oposici¨®n dispondr¨ªa una baza importante para forzar la renuncia del presidente Ch¨¢vez.

R. No habr¨ªa negociaci¨®n en ese caso. Podemos imaginar las consecuencias en el plano social y pol¨ªtico. Es un escenario que nosotros nos negamos a contemplar.

P. ?C¨®mo ha sido posible este paro generalizado?

R. Es fruto de ejecutivos que ocupaba posiciones claves una industria de muy alta tecnificaci¨®n.

P. La mayor¨ªa de los trabajadores est¨¢ parada. ?Es as¨ª?

R. El paro es de ejecutivos. Al retirarse ellos, mandar a la gente para su casa, meter miedo y dar la sensaci¨®n de que el Gobierno va a caer, pues alguna gente se retrae por temor a las represalias. Pero la gente se va convenciendo de que tumbar a un Gobierno no es tan sencillo.

P. ?Va a aceptar la ayuda material y humana ofrecida por la OPEP?

R. Por supuesto, si es necesario.

P. ?Han recibido de Estados Unidos alguna observaci¨®n?

R. La preocupaci¨®n es natural porque Venezuela es su proveedor y, adem¨¢s, se hab¨ªan normalizado mucho las relaciones. Hay que continuar en esa direcci¨®n.

P. Cayeron las exportaciones.

R. S¨ª claro, pero las estamos recuperando. Han salido cuatro millones de barriles de los puertos de oriente y de occidente gracias a los esfuerzos que se han hecho para drenar inventarios, que est¨¢n muy altos.

P. Se dice que va a haber despidos masivos en PDVSA.

R. No es as¨ª, pero alguien tendr¨¢ que pagar las consecuencias. No habr¨¢ represalias generalizadas. Nunca lo hemos hecho.

P. Usted habl¨® de un "golpe energ¨¦tico" contra el presidente.

R. Contra el presidente y contra la OPEP. Es la misma gente que intent¨® el golpe el abril de este mismo a?o. Ya sabemos qui¨¦nes son los voceros, como el caso de Luis Giusti (ex presidente de PDVSA durante el segundo gobierno del democristiano Rafael Caldera), y un se?or aqu¨ª, que fue empleado de Giusti, y creo que sigue si¨¦ndolo, un tal Toro Hardy (ex director general). Es la misma gente que siempre ha estado por privatizar PDVSA, por llevar la producci¨®n a la m¨¢xima capacidad, como lo sabe la OPEP. Son bien conocidos.