Flamenco en movimiento

?ste es su s¨¦ptimo libro. Tras la aparici¨®n de Triana. La historia, en el que reconstru¨ªa la trayectoria del hist¨®rico grupo andaluz, de nuevo el periodista y escritor Luis Clemente (Sevilla, 1960) edita un libro disco, el tercero en este formato. Se llama Flamenco!!! De evoluci¨®n y lo va a presentar el pr¨®ximo s¨¢bado en el Teatro Central de Sevilla, arropado por la actuaci¨®n de Gualberto, M¨¢rtires del Comp¨¢s, Paco Taranto, Er Cabesa y otros artistas.

La obra, publicada por su propia editorial, Lapisl¨¢zuli, y prologada por el flamenc¨®logo Jos¨¦ Manuel Gamboa, es, seg¨²n Clemente, un ensayo con "reflexiones abiertas, cavilaciones en torno a la evoluci¨®n del flamenco desde sus comienzos hasta ahora". "No contiene opiniones tajantes", asegura.

De respuestas lentas y meditadas, Clemente habla de una manifestaci¨®n art¨ªstica sobre la que de una u otra forma ha escrito siempre, bien como periodista -en Diario de Sevilla, Abc, El Correo de Andaluc¨ªa, as¨ª como en revistas y en la Red-, bien como escritor. "El flamenco ha estado siempre en movimiento, si no en contacto con otras m¨²sicas, con intenciones de ir hacia adelante y no quedarse parado o inmovilizado en unos moldes que han actuado como rejas de su libertad creadora", sostiene. Y llega a afirmar que "ya no resulta tan seguro como en tiempos mairenistas percibir qu¨¦ es el flamenco, d¨®nde empieza y d¨®nde acaba".

Clemente parte de la premisa de que se ha creado una mitolog¨ªa en torno a su origen. "Hay mucho de f¨¢bula. Cada uno se monta su propia verdad. El flamenco ombliguista hasta inventa su origen. Se ha desarrollado toda una literatura mitol¨®gica y una poes¨ªa de hojalata. Al flamenco no se le puede atribuir una antig¨¹edad mucho mayor de 200 a?os, ni separar sus or¨ªgenes de los del Romanticismo; ambos echan mano de la mitolog¨ªa. Es el momento de su desfetichizaci¨®n".

Piensa el autor que uno de sus males es que se haya concebido como un coto cerrado y de ello culpa en parte a la cr¨ªtica. "Uno de los males end¨¦micos e hist¨®ricos ha sido la cr¨ªtica flamenca, primero por ausencia, porque en el siglo XIX eran extranjeros, y despu¨¦s, por exceso de atribuciones utilizando el insulto como instrumento para vallar su respectiva parcela de poder".

Convencido de que en el flamenco ha faltado siempre la perspectiva, ironiza sobre el "miedo cerval" a su extinci¨®n. "Desde los primeros escritos, se ha afirmado que est¨¢ abocado a desaparecer. Seg¨²n los aferrados a una tradici¨®n mal entendida, ha estado siempre perdiendo. El cante y el toque no va a desaparecer nunca".

El escritor, que lamenta la ausencia "sangrante" de lectores, opina que la explosi¨®n de los ¨²ltimos a?os y el inter¨¦s de m¨²sicos de otras disciplinas hacia el flamenco no se puede detener. "Desde los a?os 60 esa fusi¨®n es imparable, no se puede negar la evidencia". Y cree que el roce con otras m¨²sicas siempre es enriquecedor: "Para avanzar hay que equivocarse, dar pasos en falso".