"En enero me preguntaban cu¨¢ndo empezaba la guerra, y eso no ocurri¨®"

Una ola de histeria recorre Argentina. Los rumores de saqueos a los comercios inundan los telediarios, a pocas horas del primer aniversario de la ca¨®tica salida de Fernando de la R¨²a de la presidencia. Mientras el Gobierno de Eduardo Duhalde intenta calmar las aguas, los comerciantes de las zonas pobres compran armas para defenderse. Las autoridades temen que las manifestaciones convocadas para recordar el cacerolazo que expuls¨® a De la R¨²a acaben en revueltas. Los organizadores, por su lado, advierten sobre la represi¨®n policial, como la que se cobr¨® 33 vidas en diciembre pasado. Juan Jos¨¦ ?lvarez, ministro de Justicia y Seguridad de Argentina, visit¨® Espa?a y expuso sus ideas acerca de este tema candente.

Pregunta. ?Puede haber revueltas en el aniversario de la renuncia de De la R¨²a?

Respuesta. Mire, no tengo un pron¨®stico dram¨¢tico, pero s¨ª tengo la obligaci¨®n de estar prevenido y he tomado los recaudos para evitar que haya violencia.

P. Hay denuncias de saqueos incitados por sectores pol¨ªticos.

R. Puede haber a quien le interese generar caos, pero esos sectores son absolutamente minoritarios. Actuamos de forma preventiva, distribuyendo alimentos en las zonas m¨¢s pobres. Adem¨¢s, los grupos piqueteros [parados que reclaman subsidios y alimentos] han dicho que van a protestar en paz.

P. ?Argentina se ha transformado en un pa¨ªs inseguro?

R. Hoy no estamos en el para¨ªso, pero sin duda estamos mejor que a principios de a?o. Pusimos en marcha un cerrojo alrededor de la ciudad de Buenos Aires, para controlar la delincuencia, y est¨¢ funcionando muy bien.

P. Pero los problemas contin¨²an.

R. Por supuesto que hay problemas, pero la situaci¨®n se ha tranquilizado bastante. Le cuento una confidencia: lo ¨²nico que me preguntaban en enero los empresarios, los embajadores y los corresponsales extranjeros era cu¨¢ndo comenzaba la guerra civil, la escalada final de la violencia. Eso finalmente no ocurri¨®, y no es poca cosa haberlo evitado.

P. ?C¨®mo se maneja con una polic¨ªa a veces cuestionada por la misma poblaci¨®n?

R. No es nada f¨¢cil. Todos los d¨ªas tengo el desaf¨ªo de resolver los problemas sobre la marcha, con la polic¨ªa en las calles. Los argentinos resolvimos el problema militar, bien o mal, con los militares dentro de los cuarteles. Con la polic¨ªa no se puede hacer lo mismo, porque juega el Boca Juniors o porque hay un accidente. ?No la podemos cerrar cuatro d¨ªas ni para hacer inventario!

P. Hay quienes reclaman que los militares act¨²en en temas de seguridad.

R. Eso est¨¢ prohibido por la ley. Adem¨¢s, la gente no piensa ese papel para los militares.

P. ?Cree que hay que modificar la polic¨ªa?

R. Creo que no hay que tomar una actitud negociadora con la polic¨ªa frente a una sospecha de corrupci¨®n. El polic¨ªa que sea descubierto en una actitud deshonesta tiene que ser apartado inmediatamente.

P. Necesita poder pol¨ªtico para hacer eso.

R. Lo m¨ªo es simple, si no me escuchan, yo me voy del cargo. Pero les digo a los jefes policiales que ellos se marchan conmigo.