Las M¨¦dulas, paisaje cultural
Una exposici¨®n en el Jard¨ªn Bot¨¢nico trae a Madrid toda la espectacularidad de las mayores minas de oro del Imperio Romano
Una exposici¨®n en el Jard¨ªn Bot¨¢nico trae a Madrid toda la espectacularidad de las mayores minas de oro del Imperio Romano
"El peor crimen contra la vida humana lo cometi¨® quien se puso por primera vez oro en los dedos, y nadie cuenta qui¨¦n lo hizo. El siguiente crimen fue el de quien primero acu?¨® un denario de oro, que tambi¨¦n se esconde en un autor desconocido". Al margen de la cr¨ªtica que el historiador romano Plinio hac¨ªa en el siglo I de nuestra era sobre la utilizaci¨®n del oro y sus consecuencias, la extracci¨®n del metal m¨¢s preciado es la raz¨®n por la que hoy es posible disfrutar de un paraje tan espectacular y misterioso como las minas de Las M¨¦dulas, en El Bierzo (Le¨®n).
La Junta de Castilla y Le¨®n ha tra¨ªdo ahora al Real Jard¨ªn Bot¨¢nico una exposici¨®n que recoge toda la magia de ese territorio, que une en un ¨²nico espacio riqueza paisaj¨ªstica y arqueol¨®gica. "Hemos querido sacar Las M¨¦dulas de El Bierzo para que la gente se anime a conocer un espacio que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad hace justo cinco a?os", se?ala Javier S¨¢nchez-Palencia, comisario de la exposici¨®n. ?sta pretende "explicar c¨®mo la actividad minera en los primeros siglos de nuestra era transform¨® no s¨®lo la orograf¨ªa del lugar, sino tambi¨¦n las costumbres de sus habitantes", a?ade.
La muestra recorre a lo largo de tres salas la formaci¨®n y explotaci¨®n durante la ¨¦poca romana de Las M¨¦dulas, la que fue la mayor mina de oro de todo el Imperio Romano, cuando ¨¦ste se extend¨ªa desde C¨¢diz hasta el mar Negro. Adem¨¢s de Las M¨¦dulas, muchas otras minas fueron explotadas en la comarca de El Bierzo a lo largo de los cursos de los r¨ªos.
Todo comenz¨® con la invasi¨®n romana de las provincias del noroeste de la Pen¨ªnsula en el a?o 19 antes de Cristo, que supuso el sometimiento de las poblaciones astures de la zona. Los pobladores locales viv¨ªan hasta entonces en castros, comunidades autosuficientes e independientes, cuya actividad principal era la agricultura. Los astures ya extra¨ªan oro de los montes, pero ¨²nicamente para destinarlo a la orfebrer¨ªa. De uno de estos castros, el de Las Labradas, procede el primero de los dos tesoros de Arrabalde -pulseras, collares y pendientes- encontrados en 1980, y que tambi¨¦n se puede contemplar en la exposici¨®n del Bot¨¢nico. El visitante puede ver monedas de oro y bronce hechas con el metal de Las M¨¦dulas.
La explotaci¨®n masiva de las minas no comenz¨® hasta el a?o 30 de nuestra era, casi 50 a?os despu¨¦s de la invasi¨®n romana y como consecuencia de la implantaci¨®n por el emperador Augusto de un sistema monetario basado en el oro (los ¨¢ureos) y la plata (los denarios). Con el sistema augusto, el oro pasaba a ser una prioridad para la estabilidad econ¨®mica del imperio. Las nuevas monedas facilitaron a los habitantes de los muchos territorios el pago de sus tributos a Roma, mientras que Roma la empleaba para pagar a sus legiones, repartidas por toda Europa, Oriente Pr¨®ximo y el norte de ?frica. Posteriormente, el empleo de la moneda comenz¨® a extenderse por todos los territorios y a emplearse en las relaciones comerciales. Una curiosa tabla de precios expuesta en la muestra se?ala que un esclavo costaba 600 denarios de plata; un mulo, 520 sestercios; una t¨²nica, 15, y un c¨¢ntaro, 9 ases de cobre.
Pero la estrecha conexi¨®n con el sistema monetario augusto, basado en el oro, fue a la vez el origen y el fin de Las M¨¦dulas. A comienzos del siglo III, una fuerte crisis monetaria provoc¨® la devaluaci¨®n de la moneda creada por Augusto y, a la vez, el cierre de la mayor mina del Imperio Romano.
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