A la Real le bast¨® con tres manotazos

La Real Sociedad se hinc¨® un poco m¨¢s en su posici¨®n de l¨ªder frente a un Recreativo beat¨ªfico. La Real plante¨® un partido conservador y sus jugadores se emplearon con la indiferencia de los encuentros de tr¨¢mite, de esos que hay que salir a jugar, a ganar y punto. Y lo consiguieron con relativa facilidad, pese a que jugaron con un hombre menos desde el minuto 70, por la expulsi¨®n de Kovacevic por doble tarjeta amarilla. El Recreativo, sin embargo, se emple¨® con la ansiedad derivada de la necesidad de puntos, con la angustia de la trascendencia de tener enfrente al l¨ªder. La suma de todo ello fue nefasta para los onubenses.

El Recreativo se ha topado con la peor de las premisas posibles, entre las que se barajaron al inicio de la temporada, cuando varios de los jugadores que vinieron como refuerzo proced¨ªan de categor¨ªas inferiores: Que al llegar a estas entra?ables fechas, la Segunda Divisi¨®n parece cantar al decano lo del turr¨®n: "Vuelve, a casa vuelve, por Navidad".

La Real tiene planta de buen equipo, algunos de sus jugadores ofrecen la talla de tipos con decididas aspiraciones. Aunque los jugadores donostiarras parecen dosificar las dosis de calidad y de esfuerzo, al menos ayer, tal vez en espera de rivales con mayor cr¨¦dito. Porque el invierno ser¨¢ todav¨ªa largo y dif¨ªcil. Pero el conjunto de Denoueix parece mirar sin complejos hacia los a?os 1980 y 1981, cuando la Real sum¨® por dos veces consecutivas el t¨ªtulo de campe¨®n. En todo caso, esta Real no se parece en nada a la de las ¨²ltimas campa?as, cuando coqueteaba con el descenso.

Totalmente distinto es el perfil del Recreativo, un equipo desdichado. Ayer le ocurri¨® algo terrible. El Recreativo es un conjunto de escaso talento, que tampoco es capaz de suplir esa carencia con el m¨²sculo. Los jugadores locales parec¨ªan decididamente desfondados en el ¨²ltimo tercio del partido. Faltaban las ideas, y tampoco hab¨ªa fuerza. De modo que el p¨²blico se puso nervioso. Primero hubo pitos, luego bronca, pero al final, lo que es peor, aparecieron las carcajadas en muchos espectadores ante la inocencia, propia de los ni?os en su d¨ªa de Primera Comuni¨®n, de algunos jugadores del Recreativo. Los onubenses, ya est¨¢ dicho, apuntan hacia el descenso.

?Yla historia del partido?. No hubo historia. El Recreativo comenz¨® como siempre: con un juego aseadito, que insin¨²a algunas pretensiones, pero que en realidad es fr¨¢gil como el cristal. A los realistas les sobr¨® con dar tres manotazos para tumbar al d¨¦bil rivall.

Nihat resuelve las dudas

Apen¨¢s tembl¨® el l¨ªder un par de minutos cuando Ra¨²l Molina bati¨® a Westerveld en posici¨®n dudosa. En realidad, ven¨ªa de un fuera de juego y se aprovech¨® despu¨¦s de la circunstancia para marcar en posici¨®n legal. Era un gol justo, sin embargo. Si la Real manoseaba el partido sin aparentar peligro, el Recreativo pon¨ªa el ¨ªmpetu de la desesperaci¨®n y consigui¨®, antes del gol, alcanzar un disparo al poste que, sin embargo no despert¨® a la Real

En su condici¨®n de l¨ªder, el equipo donostiarra trag¨® el sapo y cuando se aprestaba a digerirlo lleg¨® Nihat y estren¨® su cartuchera.

El futbolista turco de la Real llevaba un par de partidos en los que no encontraba la manera de imponer la velocidad, su principal arma. En Huelva hall¨® la autopista. Los centrales del Recreativo no se distinguen por la agilidad de movimientos y el turco, jugando entre l¨ªneas, fue haci¨¦ndose con el partido, con el resultado y con el triunfo.

Le dieron metros y clav¨® el segundo, fiel a su estilo de aprovechar todo y no perdonar nada. Al Recre se le cay¨® la moral por los suelos y ni siquiera resucit¨® cuando Kovacevic enfil¨® el camino de vestuarios, expulsado, con media hora por delante. El p¨²blico se desesper¨® con la impotencia de su equipo. Por momentos, parec¨ªa que al Recreativo le pesaba m¨¢s su perioridad que a la Real la inferioridad num¨¦rica. Y lleg¨® el tercer gol del lider cuando se asociaron dos de sus jugadores de refresco: Khokhlov y Llorente.