Treinta a?os para estar completo
El Artium exhibe por primera vez el conjunto de las 204 piezas del mural que Mir¨® cre¨® en 1972 con Artigas
El Artium cumpli¨® el lunes el compromiso que anunci¨® su director, Javier Gonz¨¢lez de Durana, cuando se puso al frente de la pinacoteca: la presentaci¨®n al completo del mural de Joan Mir¨® que forma parte de la colecci¨®n permanente del museo. Treinta a?os despu¨¦s de su creaci¨®n, ya se puede contemplar este mosaico de cer¨¢mica que el artista catal¨¢n cre¨®, en 1972, en el taller de Jos¨¦ Llorens Artigas, considerado como el mejor ceramista de Espa?a.
El arquitecto del Artium, Jos¨¦ Luis Cat¨®n, y el responsable de la colecci¨®n permanente, Daniel Castillejo, ultimaban el viernes pasado la colocaci¨®n del mural que Joan Mir¨® hab¨ªa dise?ado a principios de los setenta para la Cinemateca de Par¨ªs. Ambos dirig¨ªan el cuidadoso trabajo de montaje de las 204 piezas en uno de los muros del vest¨ªbulo del museo, donde comparte espacio con la espectacular C¨²pula invertida de Javier P¨¦rez, compuesta por miles de esferas de cristal. La obra ofrece as¨ª una especial atracci¨®n para el visitante que accede por la plaza interior.
El mosaico comparte espacio en el vest¨ªbulo con la 'C¨²pula invertida' de Javier P¨¦rez
Parece, pues, que le ha llegado el descanso al mural de Mir¨®. Ya desde su nacimiento, las 204 teselas tuvieron problemas para su ubicaci¨®n. Un enfado del pintor catal¨¢n con la instituci¨®n francesa hizo que el mural no cruzara la frontera y continuara su estancia en el almac¨¦n de Artigas. Hasta que, en 1977, la Diputaci¨®n de ?lava (que ya comenzaba a conformaci¨®n de su colecci¨®n de arte contempor¨¢neo) lo adquiri¨® por 10 millones de pesetas a trav¨¦s de la galer¨ªa Maeght. Ahora el mural est¨¢ valorado en 2,1 millones de euros.
Pero a la capital alavesa no llegaron todas las piezas: cuatro se rompieron y bastantes se desconcharon. Y, como las desgracias nunca vienen solas, el muro elegido para su colocaci¨®n en el Museo de Bellas Artes era de una superficie menor que los 4,3 x 3,9 metros que med¨ªa el mosaico. Ante el problema espacio, se tom¨® la decisi¨®n m¨¢s simple: se retir¨® la franja inferior del ¨²nico mural vertical creado por Mir¨®, formada por teselas blancas, que soportaba visualmente el mosaico.
La sospecha de que el mural no estaba completo surgi¨® en enero de 1999, cuando el hijo del antiguo conserje del museo vitoriano revel¨® que ten¨ªa una de las piezas blancas, regalo del hijo de Artigas. Y cuando se recopilaron las teselas para llevarlas al almac¨¦n del Artium, se confirm¨® que faltaban 24 de estos azulejos blancos, de los que no se ha vuelto a tener noticia. Finalmente, el mural se ha reconstruido por el propio taller del ceramista catal¨¢n y en el mismo horno en el que se cocieron las originales.
Los otros doce murales de Mir¨® y Artigas, realizados entre 1952 y 1981, fueron producidos para la sede la Unesco de Par¨ªs, la Universidad de Harvard, el Museo Guggenheim de Nueva York, la exposici¨®n universal de Osaka (Jap¨®n) o el Palacio de Congresos de Madrid.
Con motivo de la presentaci¨®n de este mural, Artium ha editado el segundo t¨ªtulo de su colecci¨®n Apuntes de est¨¦tica, titulado Translucidez t¨¢ctil: Mir¨®, Leiris, Einstein un ensayo de Charles Palermo, profesor de Est¨¦tica e Historia del Arte del Williams College de Massachussets.
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