Nacida para ser banquera
Seguramente a Ana Patricia Bot¨ªn le encantar¨ªa estar refugiada bajo el anonimato del que disfrut¨® durante los seis a?os que vivi¨® en Nueva York, cuando pateaba la Gran Manzana en zapatillas deportivas y se trasladaba en metro al centro financiero de Wall Street, donde estaba la sede de J. P. Morgan, para la que trabajaba. Fue entre 1983 y 1989 y aquella muchacha se estaba haciendo banquera. Si es que se puede decir eso de alguien que pr¨¢cticamente naci¨® en un banco y que lleva el oficio en el apellido.
Hoy su vida (hija, nieta, biznieta de banqueros) es otra cosa. Acaba de cumplir 42 a?os y preside desde hace 10 meses uno de los bancos de m¨¢s solera del sistema espa?ol, el Banesto. Es adem¨¢s la ¨²nica consejera de la primera entidad financiera de Espa?a, el Santander Central Hispano (SCH), que preside su padre, Emilio Bot¨ªn. El anonimato, as¨ª, es imposible. Probablemente, como apuntan algunos cr¨ªticos, est¨¢ ah¨ª por ser hija de su padre y se la destaca tanto por ser mujer. Y nada le repatea m¨¢s a la primog¨¦nita de Bot¨ªn que le cuelguen ese sambenito.
La presidenta de Banesto asumi¨® el pasado mes de febrero la responsabilidad de dirigir la joya de la corona del Grupo Santander Central Hispano
Lo cierto es que esta mujer lleva la banca en la sangre y le dedica al trabajo 14 horas diarias, si no m¨¢s. A pesar de ello, asegura que tard¨® mucho en descubrir su vocaci¨®n. Por su cabeza adolescente pas¨®, incluso, la idea del periodismo. Evidentemente, no lo hizo. A los 19 a?os aterriz¨® en Pensilvania, en el selecto college Bryn Mawr, donde comenz¨® a despertarse la verdadera devoci¨®n. Para rematar la formaci¨®n pas¨® a Harvard. Y de all¨ª al universo de la banca.
Es cuando ficha por la Morgan y, tras dos a?os en Espa?a, regresa al coraz¨®n financiero internacional: Nueva York. Ya casada con Guillermo Moren¨¦s, un jerezano de familia arist¨®crata de talante dicharachero, con el que tiene tres hijos. Su vida privada siempre ha sido muy guardada y respetada. Reparte el ocio entre la finca El Casta?o en los montes de Toledo (Ciudad Real) y la casa de Santander, donde la saga Bot¨ªn sigue muy enraizada. Cuando est¨¢ en la capital c¨¢ntabra, suele practicar el golf en Pedre?a, frecuentemente con su padre y en ocasiones con su cu?ado Severiano Ballesteros, y acudir al Concurso Internacional de Piano que organiza y patrocina su madre, Paloma O'Shea. En la finca manchega saca tiempo para otra de las aficiones favoritas: la caza.
Tras volver de Nueva York en 1989, Ana Patricia Bot¨ªn dej¨® la entidad estadounidense e ingres¨® en el Santander. Emilio Bot¨ªn, que dos a?os antes hab¨ªa ocupado la presidencia del banco tras morir el gran patriarca Bot¨ªn (del mismo nombre), consider¨® que su hija ya estaba lo suficientemente baqueteada para acceder al Consejo. Se convirti¨® en una ejecutiva aguerrida y comenz¨® a nacer a su alrededor un halo de mujer de hierro. Un apelativo que, seg¨²n sus colaboradores m¨¢s cercanos, dista mucho de ser exacto, aunque reconocen que es exigente. En esa etapa, en la que el Santander rompe el statu quo bancario con el lanzamiento de la famosa supercuenta, ella participa en la exitosa expansi¨®n en Latinoam¨¦rica y en la fracasada de Asia. Luego se especializ¨® en tesorer¨ªa y en banca corporativa hasta que lleg¨® la hora de la banca minorista al hacerse cargo de Banesto. Esta entidad hab¨ªa sido intervenida el 28 de diciembre de 1993 por el Banco de Espa?a tras la desastrosa gesti¨®n de Mario Conde y el Santander la compr¨® en subasta. Luego, este banco, que tanto ansi¨® su abuelo, se convirti¨® en la joya de la corona del grupo, y ella, en la encargada de custodiarla.
Antes de tomar esa responsabilidad, Ana P (como se la denomina en c¨ªrculos del grupo) pas¨® una etapa de alejamiento forzado. A los pocos meses de firmada la fusi¨®n en enero de 1999 entre el Santander y el BCH, tuvo que abandonar sus funciones ejecutivas en la nueva entidad, sacrificada tras el enfrentamiento que se produjo con directivos del antiguo BCH al aparecer como la heredera en algunos medios de comunicaci¨®n. "Eso pod¨ªa pasar en el Santander; pero ahora ¨¦ste no es un banco familiar en el que se pasa el poder de padres a hijos", vinieron a decir los detractores. En realidad, aquello fue el primer estallido de una crisis que llegar¨ªa a ser enorme y que se cerrar¨ªa tras el sucesivo abandono de los ejecutivos procedentes del BCH, encabezados por el copresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui y el vicepresidente y consejero delegado, ?ngel Corc¨®stegui. ?ste fue sustituido por Alfredo S¨¢enz, y Ana Patricia Bot¨ªn pas¨® a la presidencia de Banesto, con lo que cubr¨ªa un viaje de ida y vuelta de casi tres a?os, durante los que se dedic¨® a negocios de la nueva econom¨ªa.Aunque la verdad es que nunca se hab¨ªa desligado. Permaneci¨® en el Consejo del SCH y en la comisi¨®n ejecutiva, donde se cuecen las habas.
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