El fuerte liderazgo de Mayor paraliza la actuaci¨®n del PP vasco en momentos decisivos
El grupo parlamentario se bloque¨® en el debate presupuestario ante la ausencia del ex ministro
El indiscutible liderazgo de Jaime Mayor Oreja en el PP vasco empieza a darle los primeros disgustos. El pol¨ªtico que sac¨® al PP de las catacumbas y lo ha convertido en referente de la oposici¨®n, ha generado una dependencia tan extrema de su persona que sin ¨¦l, el partido se queda paralizado. El viernes, el grupo parlamentario no supo reaccionar ante la ausencia de Mayor Oreja, cuyo retraso facilit¨® a Ibarretxe la aprobaci¨®n del Presupuesto. Antes de la manifestaci¨®n contra ETA convocada por el lehendakari, destacados dirigentes populares anunciaron que acudir¨ªan, hasta que Mayor dijo que no.
El liderazgo es tan indiscutible que el pasado viernes, tras la ausencia de la votaci¨®n de Mayor Oreja, el grupo parlamentario se api?o en torno a su jefe y evit¨® que el propio interesado se planteara siquiera presentar la dimisi¨®n. Las circunstancias y el entorno condicionan los comportamientos. El mismo error trasladado al Congreso de los Diputados hubiera supuesto, posiblemente, la dimisi¨®n del jefe de la oposici¨®n, o al menos un amago. En Euskadi, todo se qued¨® en un enorme disgusto del ex ministro y sus compa?eros.
Desde que en enero de 1990 la Junta Nacional del PP, en el que Mayor acababa de ingresar, le encarg¨® la refundaci¨®n del partido en el Pa¨ªs Vasco el pol¨ªtico donostiarra ha multiplicado por seis el n¨²mero de votantes y por nueve el de esca?os. Si en 1986 la extinta Alianza Popular consigui¨® 55.606 votos y dos esca?os, con Mayor Oreja no ha dejado de subir, hasta los 326.933 votos y los 19 esca?os de las elecciones de 2001.
Pero ese fuerte liderazgo ha limitado la autonom¨ªa del Grupo Popular en los momentos decisivos, cuando su jefe no est¨¢ presente. La par¨¢lisis que sufrieron sus diputados durante el pleno de Presupuestos del viernes en Vitoria s¨®lo puede explicarse por la incapacidad para tomar decisiones que entra?an cierto riesgo pol¨ªtico. Con un m¨ªnimo de astucia, los diputados de la oposici¨®n hubieran podido neutralizar el intento de los partidos del Gobierno de adelantar la votaci¨®n.
Renuncia a agotar el tiempo
Al PP no se le ocurri¨® pedir una pausa para prolongar el periodo de debates y facilitar la llegada de Mayor. Ni siquiera tuvo reflejos para prolongar la intervenci¨®n de su portavoz en el debate, Ant¨®n Damborenea, que s¨®lo hizo uso de 14 de los 30 minutos de los que dispon¨ªa, y luego renunci¨® graciosamente a los 10 de la r¨¦plica.
No es la ¨²nica cruz que ha mostrado en las ¨²ltimas semanas el discurso ¨²nico y duro de los populares, sin fisuras, y la fortaleza de su uni¨®n en torno al liderazgo de Jaime Mayor Oreja, fruto de una tutela que ha ejercido incluso en la ¨¦poca en que estuvo al frente del Ministerio del Interior, entre 1996 y 2001.
Cuando el lehendakari lanz¨® p¨²blicamente el 5 de diciembre su propuesta de manifestaci¨®n contra ETA -apenas unas horas despu¨¦s del comunicado de la banda que criticaba su plan de libre asociaci¨®n con el Estado-, con el lema ETA Kanpora (Fuera ETA) el PP tambi¨¦n hizo aguas.
Varios notables del partido en Euskadi, incluido su propio presidente, Carlos Iturgaiz, se mostraron favorables a acudir a la convocatoria de Juan Jos¨¦ Ibarretxe. La portavoz en el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, Mar¨ªa San Gil, el diputado general de ?lava, Ram¨®n Rabanera, y el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, se sumaron a la idea de acudir a la marcha, siempre que Ibarretxe mantuviera la convocatoria en sus estrictos t¨¦rminos de oposici¨®n a ETA. Todos entend¨ªan que la convocatoria cumpl¨ªa los requisitos que hab¨ªa exigido tradicionalmente el partido.
Cuando Mayor Oreja lleg¨® al Pa¨ªs Vasco y ampli¨® las condiciones para asistir a la manifestaci¨®n -entre otras, que el PNV no pactara con Batasuna los presupuestos para 2003-, los partidarios de acudir tuvieron que dar marcha atr¨¢s disciplinadamente.
Tras el espect¨¢culo del viernes, el ¨²nico miembro del grupo parlamentario que ha pedido la dimisi¨®n de Mayor es la secretaria general de UA, Enriqueta Benito, a la que otro diputado del PP, Leopoldo Barreda, se apresur¨® a acusar de deslealtad. Desde fuera del ¨¢mbito del PP, las cr¨ªticas segu¨ªan llegando ayer. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, declar¨® en Bilbao: "Si Mayor Oreja tuviera un poco de decoro pol¨ªtico, deber¨ªa haber dimitido sin m¨¢s". Y agreg¨® que el l¨ªder del PP vasco "tiene complejo de rat¨®n, porque en todo ve trampa, cuando simplemente no estuvo donde deb¨ªa estar".
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