Caso Benamaurel

Hace unos d¨ªas se publicaba una carta del se?or fiscal jefe de Sevilla con relaci¨®n al caso de la ni?a de Benamaurel, al hilo de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que ha acordado la permanencia de la menor con sus actuales acogedores. Sorprende que las reflexiones sobre este asunto de un cualificado experto en temas de menores se reduzcan a proclamarse ganador en la batalla jur¨ªdica, obviando otras perspectivas socialmente m¨¢s enriquecedoras y sobre todo que puedan servir para evitar que el "calvario judicial" sufrido por esa ni?a se escenifique en otros menores.

Si alguna conclusi¨®n hay que sacar de este caso es que el sistema legal de protecci¨®n de menores, tanto en su fase administrativa como judicial, presenta importantes fallos que son inaceptables desde la perspectiva de un estado de derecho avanzado. La precipitaci¨®n con que la Consejeria de Asuntos Sociales adopta algunas medidas de protecci¨®n, la inadmisible lentitud de los procesos judiciales de menores, la falta de jueces especialistas en familia en las Audiencias Provinciales, o la dif¨ªcil (por no decir imposible) ejecuci¨®n de resoluciones judiciales cuando contradicen situaciones de hecho consolidadas por las entidades de protecci¨®n, son s¨®lo algunos enunciados para la reflexi¨®n que tendr¨ªan en este caso el correspondiente ejemplo ilustrativo.

En los asuntos de familia y especialmente cuando hay menores sobran din¨¢micas de vencedores (aunque sean s¨®lo judiciales) y visiones para consumo de los medios; por el contrario se echan en falta aportaciones que mejoren el sistema de protecci¨®n y voluntad de quien tiene los recursos para llevarlas a la pr¨¢ctica. S¨®lo as¨ª evitaremos que casos como el de esta ni?a vuelvan a repetirse.