Harnoncourt lleva nuevas piezas al Concierto de A?o Nuevo
El director austriaco interpreta las obras "como se tocaban antes"
El p¨²blico se equivoc¨® una vez y aplaudi¨® antes de tiempo: algo ins¨®lito en el Concierto de A?o Nuevo de la Orquesta Filarm¨®nica de Viena, dirigida por segunda vez por Nikolaus Harnoncourt. La inesperada transgresi¨®n marc¨® el momento culminante de este concierto que desde 1941 se celebra en el Sal¨®n Dorado del Musikverein de Viena, con tanta pulcritud que se dir¨ªa digno de un prodigio de relojer¨ªa.
A punto de concluir la Invitaci¨®n a la danza, de Carl Maria von Weber, en una instrumentaci¨®n de H¨¦ctor Berlioz, los espectadores no pudieron contener su entusiasmo y, como desconoc¨ªan la obra, se soltaron a aplaudir cuando creyeron llegado el momento. Harnoncourt se volvi¨® entonces en redondo, mir¨® a la gente con sus ojos desorbitados, se coloc¨® el ¨ªndice sobre los labios e impuso de inmediato el silencio en la sala para poder concluir en calma la obra que hab¨ªa preparado como el manjar m¨¢s exquisito del repertorio. Porque si bien a Harnoncourt no le gustan las composiciones de Berlioz, en cambio se manifiesta fascinado por el talento del compositor para instrumentar composiciones de otros.
El repertorio tuvo frescura porque hubo nada menos que siete piezas nunca escuchadas hasta ahora para comenzar el a?o, entre ellas cuatro de Strauss. Tambi¨¦n las obras tradicionales dejaron un sabor peculiar, un ritmo y sobre todo una fuerza narrativa bastante diferente que de costumbre, con detalles nunca escuchados. Ya lo hab¨ªa anunciado el propio Harnoncourt, que interpretar¨ªa las obras "como se tocaban antes", porque su tarea es la de "traducir" a los viejos compositores. Adem¨¢s, desde que dirigi¨® en 2001 el Concierto de A?o Nuevo por primera vez, seg¨²n sus palabras, se ha acercado m¨¢s a los valses porque ha estado trabajando mucho con elementos de folclore. "La m¨²sica es el ¨²nico lenguaje del mundo que todos pueden comprender", dijo el director de orquesta, de 73 a?os, antes de dar paso al monumental Vals del Danubio azul y desear a todos "un a?o feliz y pac¨ªfico", poniendo especial ¨¦nfasis en "pac¨ªfico".
En la selecci¨®n de los valses, las marchas, polkas y otras danzas de la dinast¨ªa de los Strauss y otros compositores es decisiva la opini¨®n de Franz Mailer, presidente de la Sociedad Johann Strauss, pero tambi¨¦n contribuyen a armar el programa los m¨²sicos del elenco y el director de orquesta. Esta vez se incluyeron dos Danzas h¨²ngaras, las n¨²mero cinco y seis, de Johannes Brahms. En repetidas ocasiones los responsables del programa indicaron, como si necesitaran una excusa, que la elecci¨®n de Brahms se justifica dado que era un buen amigo y admirador del "rey de los valses", Johann Strauss. Las versiones presentadas ayer no hab¨ªan sido interpretadas antes porque las partituras hab¨ªan permanecido guardadas en el legado de Brahms. La idea de rescatarlas fue de Harnoncourt, apasionado investigador de sonidos originales.
Para empezar el 2003, la Filarm¨®nica de Viena brind¨® como de costumbre una serie de homenajes, combinados con dos piezas de ballet para el p¨²blico que sigui¨® el concierto por televisi¨®n. Para hacer honor a San Petersburgo, que cumple 300 a?os de su fundaci¨®n, se invit¨® al ballet de Kirov a bailar en los jardines del palacio de Eggenburg, en la ciudad de Graz, elegida capital cultural europea 2003. Y en honor a Grecia, que asume la presidencia de la Uni¨®n Europea, cinco solistas del Ballet de la ?pera de Viena, en una coreograf¨ªa de Renato Zanella, interpretaron la polka de los helenos en el Pabell¨®n de Teseo en el Volksgarten de Viena.
En medio de la seriedad de los filarm¨®nicos siempre hay en esta fecha algo que desentona. Es el "chiste" que est¨¢ en el plan como se?al de que se inicia la temporada divertida de los bailes de sal¨®n, que concluye con el carnaval. Ayer la comicidad programada ocurri¨® cuando los m¨²sicos de la orquesta, sin dejar de tocar, se pusieron a tararear la polka campesina, y ofrecieron una imagen realmente rid¨ªcula.
La grabaci¨®n del Concierto de A?o Nuevo 2003 saldr¨¢ a la venta ya el 7 de enero. El concierto del a?o pasado, dirigido por Seiji Ozawa, super¨® en r¨¦cord de ventas en Austria a las estrellas del pop.
El m¨¢gico mundo de Sis¨ª
Austria vive del turismo y utiliza el Concierto de A?o Nuevo para atraer m¨¢s visitantes. La retransmisi¨®n por televisi¨®n en directo pudo alcanzar a 65 millones de espectadores que, adem¨¢s del concierto, tuvieron la oportunidad de ver, al ritmo de algunas obras de Strauss, dos coreograf¨ªas de ballet e im¨¢genes de atracciones tur¨ªsticas que, en cuanto a kitsch, no defraudan a quien viene en busca de los escenarios de la emperatriz Sis¨ª en el pa¨ªs donde se inventaron las tarjetas postales y las bolas de cristal con figuritas nevadas. Al ritmo del Vals del emperador se vieron im¨¢genes de un paseo en carruaje por los jardines del palacio de Sch?nbrunn; con la polka Niko, los juegos de agua del palacio de Hellbrunn, cerca de Salzburgo, y a ritmo del Vals del Danubio azul, panor¨¢micas de los vi?edos y castillos del r¨ªo, vistas desde un barco de vapor.
Babelia
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