Manuel Pablo, a¨²n en el t¨²nel, se reencuentra con Giovanella

La v¨ªctima y su involuntario verdugo se reencontrar¨¢n, esta noche, 15 meses despu¨¦s. No habr¨¢ resquemores ni malos gestos, sino probablemente un saludo muy cordial. Porque aquel desafortunado episodio fue el inicio de una pesadilla para Manuel Pablo, pero tambi¨¦n de una buena amistad con Giovanella, el centrocampista c¨¦ltico al que el infortunio utiliz¨® para golpear con sa?a al defensa deportivista. Manuel Pablo apenas ha vuelto a jugar desde el ¨²ltimo duelo gallego en Riazor. Pero ni ¨¦l ni la afici¨®n blanquiazul olvidan las sinceras l¨¢grimas de Giovanella cuando supo que hab¨ªa roto fortuitamente la tibia y el peron¨¦ a su rival.

Aquel 30 de septiembre de 2001, Manuel Pablo entr¨® en un t¨²nel tenebroso del que a¨²n no ha salido. Nadie dudaba entonces de que el canario era el mejor lateral derecho espa?ol y el Deportivo hasta se hab¨ªa permitido el lujo de rechazar una oferta multimillonaria del Madrid. Ahora, Manuel Pablo es un eterno suplente y s¨®lo ha jugado dos partidos completos, de la Copa ambos, esos choques contra conjuntos inferiores que sirven a los entrenadores para contentar a los desheredados de la plantilla.

Manuel Pablo se prepara con normalidad desde el principio del curso y los m¨¦dicos aseguran que est¨¢ recuperado. Pero su t¨¦cnico, Javier Irureta, no acaba de verle en condiciones. Hace un par de meses dijo que le apreciaba cierta cojera. Esperaba que el Depor lograse con antelaci¨®n su pase a la segunda ronda de la Liga de Campeones y le hab¨ªa prometido que le sacar¨ªa en los dos ¨²ltimos partidos de la primera. No hubo suerte: la clasificaci¨®n se demor¨® hasta la jornada final y se qued¨® sin su oportunidad. En estas Navidades incluso se especul¨® con su cesi¨®n a otro equipo para que cogiese la forma. Pero ¨¦l no quiere marcharse aunque se declara "impaciente" por jugar.

"Si toses, no juegas"

Irureta es un entrenador extremadamente meticuloso con el estado f¨ªsico de sus jugadores. Como la amplitud de su plantel se lo permite, en cuanto observa la menor debilidad en uno lo retira del equipo. "Como te vea toser, ya no juegas", confiesan en privado algunos de sus miembros. Los futbolistas que salen de lesiones largas han de hacerse, pues, a la idea de que les espera una larga penitencia antes de retornar a la titularidad. Irureta lleva esa m¨¢xima a rajatabla y s¨®lo se la ha saltado con alguien tan insustituible como Valer¨®n.

El propio Naybet, el jefe de la defensa deportivista, ha tenido que esperar a que su puesta a punto fuese completa para volver al equipo. El central marroqu¨ª llevaba un mes ausente por un esguince de rodilla y ni Irureta ni ¨¦l quisieron forzar su recuperaci¨®n en Valencia, hace dos semanas, pese a la importancia del partido y a los problemas defensivos que arrastraba el conjunto blanquiazul. Hoy volver¨¢ a ser titular en el centro de la zaga junto a Donato, reci¨¦n ingresado en la cuarentena. En cambio, Manuel Pablo estar¨¢ en el banquillo esperando a que el largo t¨²nel se acabe alg¨²n d¨ªa.