Sin respiro y con dudas
El a?o comienza con una buena y con una mala noticia para el Gobierno. La buena es que Espa?a ha entrado a formar parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el club internacional m¨¢s selecto del mundo. Y la mala es que a finales de este mismo mes, ese mismo Consejo tendr¨¢ que examinar el informe del jefe de inspectores Hans Blix sobre el armamento iraqu¨ª (?dudar¨¢ Espa?a, como Francia y Alemania, o se alinear¨¢ sin pesta?ear con la opci¨®n b¨¦lica de Estados Unidos y el Reino Unido?). Y algo tambi¨¦n inquietante: a finales de mes llega al Consejo la nueva propuesta sobre el futuro del S¨¢hara: el Gobierno tendr¨¢ que decidir qu¨¦ opina justo cuando 64 pesqueros gallegos habr¨¢n empezado a faenar en aguas marroqu¨ªes, gracias a un amable, generoso y oportuno gesto de Mohamed VI. La cuesti¨®n del S¨¢hara y la posici¨®n espa?ola en la ONU estuvieron precisamente en la ra¨ªz de la crisis del a?o pasado entre los dos pa¨ªses y el conflicto no parece solucionado.
La candidatura de Jaume Matas para Baleares obligar¨¢ a Aznar a plantear una minicrisis de Gobierno que algunos del PP quieren que alcance tambi¨¦n a Piqu¨¦
El PSOE pregunta c¨®mo compatibilizar¨¢ el Gobierno en el Consejo de Seguridad sus obligaciones europeas y su relaci¨®n especial con Washington y Londres
El PP cruza los dedos para que no haya un caso como el del 'Prestige' durante los meses en que coincidan Aznar y su sucesor. ?Qui¨¦n estar¨ªa al frente de la crisis?
Las elecciones catalanas cobran una gran importancia porque los dos partidos, PP y PSOE, trabajan para 2004 con escenarios de minor¨ªas y coaliciones
"Pase lo que pase, ¨¦ste sera un a?o en el que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar deber¨¢ dar muchas m¨¢s explicaciones que en temporadas anteriores", mantiene un miembro de la ejecutiva socialista. En pol¨ªtica exterior ya no puede decir que el Gobierno se limita a cumplir las instrucciones de la ONU. Ahora tendr¨¢ que informar sobre las decisiones que Espa?a vaya adoptando dentro del Consejo de Seguridad y explicar en el Parlamento c¨®mo combina la defensa de una imagen europea, un eventual eje Par¨ªs-Berl¨ªn-Madrid, con su pretendida "relaci¨®n especial" con Washington y Londres.
El a?o coincidir¨¢ adem¨¢s con la llegada de un nuevo secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, el ex comisario europeo Manuel Mar¨ªn. Mar¨ªn, que sustituye a Trinidad Jim¨¦nez y que entrar¨¢ en la ejecutiva socialista a mediados de este mes, prepara ya una fuerte bater¨ªa de intervenciones y critica con firmeza que el Gobierno de Aznar se siga negando a proporcionar informaci¨®n sensible a la oposici¨®n en momentos tan inquietantes.
"El Gobierno tiene que explicar en el Congreso qu¨¦ tipo de 'capacidades militares' ha concedido ya a Estados Unidos y de qu¨¦ han hablado altos funcionarios espa?oles en sus idas y venidas a Washington en las ¨²ltimas semanas de 2002", mantiene Mar¨ªn.
Aunque todo el mundo admite que la probable guerra con Irak se puede convertir en un elemento pol¨ªtico de primer orden en cualquier pa¨ªs europeo, nadie parece capaz de predecir sus consecuencias en el panorama pol¨ªtico espa?ol. "Depender¨¢ mucho de la forma que tenga esa guerra, si es r¨¢pida o no, si hay muchas v¨ªctimas civiles, y de la fecha, es decir, de su proximidad a las elecciones de mayo", afirman en la direcci¨®n del PP.
Apuros econ¨®micos
"Este a?o, Aznar tendr¨¢ tambi¨¦n que dar muchas explicaciones sobre la marcha de la econom¨ªa", aseguran los portavoces del PSOE. Aunque 2003 siga siendo un a?o con m¨¢s preocupaciones pol¨ªticas que econ¨®micas, muchos economistas afirman que el Gobierno ya no cuenta con viento en popa. "El PP ya no brilla tanto desde un punto de vista econ¨®mico", afirma un destacado analista vinculado al mundo financiero. Y un ex ministro del ¨¢rea econ¨®mica advierte que este a?o se empezar¨¢n a apreciar los apuros econ¨®micos de algunas capas sociales que hasta ahora se estaban manejando razonablemente.
Espa?a seguir¨¢ creciendo por encima de la UE, un 2,5%, seg¨²n las previsiones del propio Gobierno, pero un punto completo de ese crecimiento procede de las transferencias directas que env¨ªa anualmente la Uni¨®n Europea. Ese flujo se mantendr¨¢ hasta 2006, pero no se puede ignorar que la econom¨ªa espa?ola, por s¨ª sola, no estar¨ªa creciendo m¨¢s que el 1,5%. Un dato no muy brillante, si se une al de la inflaci¨®n.
"Por encima de todo y a menos que se produzca un desastre con el precio del petr¨®leo", asegura un importante dirigente popular, "¨¦ste es un a?o pol¨ªtico: primero, porque hay elecciones, y, segundo, porque nosotros vamos a tener un nuevo dirigente y candidato, alguien que necesariamente atraer¨¢ todos los focos de la opini¨®n p¨²blica". Los responsables del PP conf¨ªan mucho en el tir¨®n que supondr¨¢ la designaci¨®n del candidato a presidente del Gobierno y heredero de Aznar. "S¨®lo entonces se podr¨¢ ver qu¨¦ dicen las encuestas de opini¨®n y a cu¨¢ntos puntos estamos realmente el PP y el PSOE", mantienen.
Pero antes, por el camino, en mayo, hay unas elecciones municipales y auton¨®micas que tendr¨¢n un car¨¢cter casi decisivo en la consolidaci¨®n del PSOE como aut¨¦ntica alternativa de poder para 2004. Ya se sabe que los comicios locales son muy propicios a que todos los partidos canten victoria, pero en este caso est¨¢ clara una cosa: el PSOE tiene que reunir m¨¢s votos que el PP en el conjunto de Espa?a.
"Nuestra recuperaci¨®n viene marcada necesariamente por ese diferencial y estamos convencidos de que ya lo tenemos garantizado", explica un miembro de la ejecutiva socialista.
Lo segundo en importancia para los socialistas ser¨ªa no perder ninguna de las ciudades ni Gobiernos auton¨®micos que ya est¨¢n en sus manos. El principal riesgo, seg¨²n c¨¢lculos de los especialistas, reside en Asturias y en Baleares, donde es muy complicado mantener el pentapartido que sostiene ahora a los socialistas en la presidencia. Todo podr¨ªa depender del efecto que tenga sobre el candidato popular Jaume Matas su desastrosa gesti¨®n como ministro de Medio Ambiente de la cat¨¢strofe del Prestige.
Batalla por Madrid
Se da adem¨¢s la circunstancia de que la salida de Matas del Gobierno para presentarse como candidato balear provocar¨¢ necesariamente un nuevo reajuste gubernamental, una minicrisis, que puede alcanzar quiz¨¢ a otro ministro. Algunos piensan, por ejemplo, que ser¨ªa la ocasi¨®n para que Josep Piqu¨¦ dijera tambi¨¦n adi¨®s a su Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa y se dedicara exclusivamente a perfilar su candidatura, unos meses despu¨¦s, a la Generalitat de Catalu?a. Pero nadie garantiza que la crisis se quede ah¨ª.
Lo tercero para que el PSOE pudiera cantar victoria en las elecciones de mayo ser¨ªa alcanzar la alcald¨ªa de alguna ciudad s¨ªmb¨®lica, como Valencia o Madrid. Desde el punto de vista medi¨¢tico, toda la atenci¨®n se centrar¨¢ en la batalla de la capital. La candidatura de Trinidad Jim¨¦nez frente a la de Alberto Ruiz-Gallard¨®n tiene matices pol¨ªticos a?adidos para los dos. Jim¨¦nez fue impuesta por la nueva direcci¨®n socialista incluso frente a un posible peso pesado como Javier Solana. Y Ruiz-Gallard¨®n se juega su futuro pol¨ªtico como posible candidato del PP a la presidencia del Gobierno en alg¨²n momento de la historia.
"La prueba de que los dados no est¨¢n echados y de que Trinidad tiene posibilidades de llegar a la alcald¨ªa de Madrid, si IU no se desfonda, es que Ruiz-Gallard¨®n ha tenido que recurrir a Ana Botella para que movilice el voto de la derecha m¨¢s rancia de la capital", aseguran en el PSOE. "Pero le puede salir el tiro por la culata, porque Botella provoca rechazo en los sectores m¨¢s j¨®venes", a?aden.
La ciudad de Madrid presenta adem¨¢s una caracter¨ªstica muy especial: hay una enorme diferencia en el censo entre hombres (46%) y mujeres (54%): m¨¢s de ocho puntos de votantes femeninas por encima de los hombres.
Los seguidores de Ruiz-Gallard¨®n, por su parte, aseguran que la inclusi¨®n de la mujer del presidente Aznar en las listas municipales por Madrid garantizar¨¢ a su candidato el apoyo total y sin fisuras de la organizaci¨®n del partido, y que Ruiz-Gallard¨®n no s¨®lo quiere ganar, sino arrasar, para que su victoria en Madrid le perfile r¨¢pidamente como posible candidato a la presidencia del Gobierno.
Distra¨ªdos todos por la alcald¨ªa, reconocen especialistas de uno y otro lado, pasa m¨¢s desapercibida la batalla por la presidencia de la Comunidad, que est¨¢, sin embargo, bastante re?ida. "Las primeras encuestas", aseguran en el PSOE, "indican que en el peor de los casos podr¨ªa darse un alcalde popular y un presidente auton¨®mico del PSOE".
El resultado de las elecciones municipales y auton¨®micas tendr¨¢ tantas consecuencias para el PSOE como para el PP. En los dos casos abrir¨¢ una puerta al jard¨ªn de La Moncloa. Los socialistas necesitan seguir consolidando a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que hasta ahora presenta una impecable hoja de ruta: no ha tenido ni un solo retroceso en sus niveles de aceptaci¨®n popular. Su gente, los miembros de una ejecutiva que naci¨® con evidente debilidad, se ha ido asentando y, sobre todo, ha ido dominando sin grandes traumas la complicada organizaci¨®n del Partido Socialista. "Claro que ¨¦stas son unas elecciones decisivas para nosotros. Son nuestras primeras elecciones, las primeras que organizamos y a las primeras a las que nos presentamos", confiesa un miembro de la ejecutiva.
Han desaparecido pr¨¢cticamente los rumores de discrepancias con Felipe Gonz¨¢lez, se ha recuperado a Alfonso Guerra y existe menos prevenci¨®n ante la idea de incorporar a viejas figuras a los grupos de trabajo o an¨¢lisis interno del partido. Todo ese trabajo, reconocen los dirigentes del PSOE, quedar¨ªa comprometido si los resultados de mayo no son razonablemente buenos. "Nadie pretende dar una barrida", a?aden, "pero s¨ª dejar claro que seguimos en la tendencia de subida y demostrarlo donde de verdad hay que hacerlo, en unas elecciones".
Algunos socialistas, en privado, se lamentan de que las expectativas puedan ser demasiado grandes y reclaman sentido com¨²n: "Hay que tener en cuenta que el PP tiene mayor¨ªa absoluta, y muchos m¨¢s medios, mecanismos de poder y dinero que nosotros. Un exceso de confianza ser¨ªa ahora contraproducente, no porque alguien ponga en duda a Rodr¨ªguez Zapatero, sea cual sea el resultado, sino porque la organizaci¨®n y los militantes se vuelvan a desinflar a tan pocos meses de las generales", explica un veterano dirigente madrile?o.
Para el PP, por su parte, las elecciones municipales han ido ganando dramatismo seg¨²n pasaban los meses, hasta el extremo de que ahora son casi un mecanismo imprescindible para demostrar que no tienen gripado el motor pol¨ªtico por culpa de la batalla por la sucesi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
Para buena parte del PP, el 2002 ha sido un a?o extra?o en el que, hicieran lo que hicieran, Rodr¨ªguez Zapatero consegu¨ªa ir consolid¨¢ndose como un posible dirigente nacional. Inesperadamente, el PSOE empez¨® a acercarse en las encuestas, y el miedo, o al menos la desconfianza, hizo su aparici¨®n en las filas de los populares. Por primera vez, los militantes del PP empezaron a vislumbrar una campa?a del 2004 no ya para defender la mayor¨ªa absoluta, sino para intentar mantener una minor¨ªa suficiente.
"Todo el partido necesita que pasen estas elecciones sin una cat¨¢strofe y, sobre todo, que se nombre de una vez al sucesor", admite un alto dirigente popular. Seg¨²n ¨¦l, todos los problemas desaparecer¨¢n en cuanto la organizaci¨®n sepa detr¨¢s de qui¨¦n tiene que ponerse. La falta de sucesor, afirma, ha sido m¨¢s perjudicial de lo que crey¨® el PP, "sobre todo por la obsesiva insistencia de los medios de comunicaci¨®n en el tema".
El momento cumbre del PP para 2003, asegura este dirigente, no ser¨¢n tanto las elecciones municipales y auton¨®micas (de las que asegura que pueden salir razonablemente) como la designaci¨®n del sucesor de Aznar al frente del partido. "El momento m¨¢s peligroso para un Gobierno es cuando est¨¢ pasando de un periodo de bonanza a otro de crisis", afirma un ex ministro con mucha experiencia pol¨ªtica. "Y el mayor riesgo es cuando se pretende recorrer ese camino sin tener un dirigente claro al frente. Eso es lo que le est¨¢ pasando al PP", explica.
Buena parte de la organizaci¨®n sigue creyendo que Rodrigo Rato ser¨¢ el sucesor elegido finalmente por Aznar. Pero otro sector duda: "Rato perdi¨® fiabilidad. Tuvo en un momento dado a casi todo el partido detr¨¢s suyo y fue ¨¦l mismo quien contagi¨® las dudas. Fue Rato quien, a ra¨ªz de Gescartera, dej¨® que se resquebrajara ese apoyo, y ahora ya no estamos seguros de nada", afirma un dirigente provincial andaluz. Ahora cree que las encuestas tendr¨¢n mucha influencia.
"Si vamos a ganar en minor¨ªa, no se puede arriesgar nada", sentencia. Mariano Rajoy, Jaime Mayor e incluso un cuarto candidato tendr¨¢n que demostrar en los sondeos que tienen verdaderamente posibilidades de ganar. Aznar, conf¨ªa, consultar¨¢ con un grupo amplio de personas (entre 30 y 50, seg¨²n le han asegurado en G¨¦nova, la sede nacional del partido) y decidir¨¢ r¨¢pidamente, en uno de esos movimientos inesperados que tanto le complacen.
Un candidato humano
"Ahora necesitamos un candidato humano", bromea otro dirigente provincial, m¨¢s cercano al sector democratacristiano y a Jaime Mayor Oreja. "Alguien que est¨¦ pr¨®ximo a Aznar, pero que no se le parezca, alguien distinto, que no sea un fiel segund¨®n". Para ¨¦l, Aznar elegir¨¢ al "mejor posible", porque le importa ganar tanto como al interesado. "Si no pudi¨¦ramos seguir gobernando, una parte de culpa la tendr¨ªa el candidato nuevo, pero otra, muy importante, ser¨ªa suya, y eso no se le perdonar¨ªa en el PP".
La euforia por la designaci¨®n del candidato popular ser¨¢ importante, pero abre otras malas perspectivas. La direcci¨®n del partido niega que se puedan producir problemas de bicefalia en los meses inmediatos, hasta 2004, pero admite que habr¨¢ que cruzar los dedos para que no se produzca ninguna cat¨¢strofe en ese periodo. La sombra de un caso Prestige con dos dirigentes al frente produce desmayo. ?Qui¨¦n decidir¨ªa ir o no a Galicia?, ?qui¨¦n se pondr¨ªa al frente de los Gabinetes de crisis?
El siguiente paso tanto para el PSOE como para el PP se dar¨¢ ya de cara a 2004: se trata de preparar las posibles coaliciones que le permitan a uno continuar en el poder y a otro acceder a ¨¦l. Por eso, porque los dos partidos se mueven en escenarios de minor¨ªas y porque todos descartan al PNV como socio de gobierno, las elecciones catalanas previstas para octubre cobran una nueva y extraordinaria importancia.
"Esperamos una campa?a feroz del PP contra Pasqual Maragall", afirma un miembro de la ejecutiva del PSOE, "porque si Pasqual gana la Generalitat, Artur Mas y CiU tendr¨ªan muy dif¨ªcil explicar que daban su apoyo al PP en Madrid. Por eso creemos que el PP va a hacer un gran juego sucio para atacar a Maragall".
Un miembro de la ejecutiva del PSOE que admite mantener "puntos de vista divergentes" con el dirigente catal¨¢n comparte, sin embargo, el an¨¢lisis. "Necesitamos que Maragall gane las elecciones en Catalu?a... y que se quede callado hasta las generales porque el PP se lanzar¨¢ a malinterpretar cualquier versi¨®n de federalismo asim¨¦trico y cualquier cosa que pueda decir o proponer o acordar con Esquerra Republicana", asegura.
Dos diputados, uno socialista y otro popular, coinciden en su respuesta a la pregunta "?c¨®mo va a ser este a?o pol¨ªtico?". Va a resultar muy dif¨ªcil mantener la calma.
El a?o cero del proyecto Ibarretxe
2003 SER? TAMBI?N UN A?O especial para el Pa¨ªs Vasco. Primero, por las interpretaciones que se puedan hacer del resultado de las elecciones municipales. Y despu¨¦s, porque es el a?o en teor¨ªa elegido por el lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe y por el Partido Nacionalista Vasco (con o sin Xabier Arzalluz) para poner en marcha, de una forma o de otra, su proyecto soberanista.
2003 se abre tambi¨¦n en un momento de gran debilidad de ETA, sometida a un formidable cerco policial y judicial. Sin duda seguir¨¢ atentando, y lo har¨¢ con toda la fuerza que pueda antes de las elecciones de mayo, pero es posible que esa extrema debilidad le lleve m¨¢s adelante a considerar una tregua, aunque s¨®lo sea para reorganizarse de nuevo. Al menos as¨ª se empe?an en insinuarlo algunos miembros del Partido Nacionalista Vasco, aunque haya que recordar que la mera ilusi¨®n de una tregua favorece sus planes.
"Y tambi¨¦n favorece las expectativas del Partido Popular el 2004", asegura, molesto, un dirigente nacionalista que afirma no saber nada de paradas de ETA.
El Ministerio del Interior tampoco cree en una posible tregua a mediados de 2003, pero el parlamentario nacionalista I?aki Anasagasti escribi¨® recientemente: "Pasado el verano, seguramente, el lehendakari presentar¨¢ su plan a la sociedad, a la que consultar¨¢ en un escenario ausente de violencia terrorista".
"Un texto tan incomprensible que permite todo tipo de interpretaciones", refuta un dirigente socialista. "No merece la pena especular con lo que har¨¢ ETA. S¨®lo lo saben ellos".
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