Paso peatonal
En la calle de la Princesa, a la altura de Evaristo San Miguel, existe un paso de peatones, con sem¨¢foro incluido, cuya finalidad es la de impedir que usted pueda acceder desde una acera de la citada calle a la otra. A tal efecto se ha emplazado, justo delante del mencionado paso, una parada de autobuses destinada a, nada menos, que seis l¨ªneas (1, 2, 44, 133, 202 y Circular), por lo que, en cumplimiento de la m¨¢s elemental ley estad¨ªstica, llegan continua y simult¨¢neamente a dicha parada dos, tres o incluso cuatro autobuses. De esta forma, la primera fase del objetivo final se alcanza a las primeras de cambio: el bloqueo total del paso de peatones.
Si esta circunstancia no se diese, cosa harto improbable, e intenta usted cruzar cuando el sem¨¢foro se ha puesto verde, deseng¨¢?ese, ha sido una ilusi¨®n, porque, al poner el pie en la calzada y mirar de nuevo al sem¨¢foro, observar¨¢ que el mu?eco verde estar¨¢ ya parpadeando.
No obstante, si usted logra atravesar la mitad de la calzada con el mu?eco todav¨ªa intermitente, lo que depender¨¢ de un excelente estado f¨ªsico, se la juega en la otra mitad. El tr¨¢fico rodado que le espera en la otra parte de la calzada no se encuentra inmovilizado por la obediencia debida a la indicaci¨®n del color rojo.
Esta circunstancia le reportar¨ªa alguna seguridad, que es justamente lo que se trata de evitar, sino que es el color ¨¢mbar, tambi¨¦n parpadeante, el que se muestra a dicho tr¨¢fico. De esta forma, y habida cuenta del conocimiento que tienen nuestras autoridades sobre el comportamiento hostil que desata en los conductores un sem¨¢foro en estas condiciones, se encontrar¨¢ usted ante el ¨²ltimo impedimento de esta h¨¢bil estrategia. Habr¨¢ de sortear, poniendo en riesgo su integridad f¨ªsica, a los veh¨ªculos que pasar¨¢n a toda velocidad y, alternativamente, ante sus narices o tras sus posaderas.
No obstante, y a pesar de todo, usted obtendr¨¢ su recompensa al escuchar los insultos que le dirigir¨¢n a su paso los conductores de estos veh¨ªculos: ser¨¢ el certificado de que ha podido acceder al otro lado de la calle. Esta maravilla del dise?o vial est¨¢ en la calle Princesa en su cruce con la de Evaristo San Miguel. As¨ª que, si desean emociones fuertes...
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