Agua para la agricultura: ?apoyo o utilizaci¨®n?

En los ¨²ltimos tiempos se han prodigado en nuestra Comunidad actos y manifestaciones, protagonizados por muy diversos colectivos y personas, reclamando la puesta en marcha del Plan Hidrol¨®gico Nacional y, m¨¢s concretamente, defendiendo el derecho al trasvase de agua de otras regiones que, hoy por hoy, va en buena parte a perderse en el mar.

De todas estas movilizaciones, quiz¨¢ la m¨¢s significativa fuera la convocada por las organizaciones empresariales el 24 de noviembre en el Palacio de Congresos, que no s¨®lo nos parece leg¨ªtima sino que tiene adem¨¢s nuestra total adhesi¨®n, puesto que al menos una mayor¨ªa de las actividades econ¨®micas (al margen de la agricultura) necesitan el agua para funcionar. Y es m¨¢s, si nos atenemos estrictamente al tema econ¨®mico, hasta podr¨ªa ser consecuente utilizar el agua para regar un campo de golf, pues el tema quedar¨ªa circunscrito a si el campo de golf aporta m¨¢s o menos riqueza a la comunidad que otro plantado de c¨ªtricos. Lo que puede resultar menos honesto, y ser¨ªa cuando manifestar¨ªamos nuestra total oposici¨®n, es que la prioridad en el uso del agua quede determinada por el grado de poder o influencia que se pueda ejercer en d¨®nde se toma la decisi¨®n, como bien podr¨ªa ocurrir.

Sin embargo, el hecho de que, al menos en teor¨ªa, un alto porcentaje del agua que se demanda vaya a ser utilizada para el consumo en explotaciones agrarias permite dar a actos como el que hemos mencionado una lectura que bien se podr¨ªa calificar de solidaria. Podr¨ªamos traducir el aplauso del empresariado valenciano al Plan Hidrol¨®gico Nacional como un gesto de decidido apoyo al sector agrario. Y nos gustar¨ªa poder considerarlo as¨ª, pues ello supondr¨ªa que, quiz¨¢s por primera vez, todas -o casi todas- las fuerzas econ¨®micas de la Comunidad Valenciana han aceptado lo que desde nuestro subjetivo punto de vista es bastante evidente: el car¨¢cter estrat¨¦gico del campo valenciano, evaluado tanto desde una visi¨®n econ¨®mica como social. Pero, aunque no queremos ser malpensados, mucho nos tememos que en este caso el sector agrario fue m¨¢s el medio que el fin de la reivindicaci¨®n.

Y ojal¨¢ nos equivoquemos, pero lo cierto es que algunos sucesos recientes han brindado excelentes ocasiones a todos los agentes socioecon¨®micos para mostrar su apoyo al sector agrario (por ejemplo, el veto norteamericano a las clementinas) y, en tales casos, las muestras de solidaridad si no pueden calificarse de nulas s¨ª al menos de puramente testimoniales.

Y queremos insistir, una vez m¨¢s: la agricultura, o m¨¢s gen¨¦ricamente todo lo que se refiere al entorno rural, est¨¢ necesitada en nuestra Comunidad Valenciana de una consideraci¨®n de sector estrat¨¦gico, y no ya por cuestiones estricta y directamente econ¨®micas, sino por todas las derivaciones de tipo ecol¨®gico y de cohesi¨®n territorial que su mantenimiento y desarrollo conlleva. Es por esto que, desde la Confederaci¨®n de Cooperativas apoyamos la puesta en marcha de PHN, que tendr¨¢ repercusiones muy positivas en toda la econom¨ªa y muy especialmente en el medio rural, pero tambi¨¦n queremos aprovechar esta oportunidad para revindicar que, de una vez por todas, cuando el campo necesite el apoyo de todos los agentes sociales y de la ciudadan¨ªa en general, lo tenga porque se haya tomado conciencia de su importancia y no s¨®lo porque, como ocurre en el caso del agua, los intereses con otros sectores sean totalmente coincidentes.

Luis Valero Lahuerta es presidente de la Confederaci¨®n de Cooperativas de la Comunidad Valenciana