La encrucijada de Solari

En el futuro de Solari lo que menos cuenta es su intenci¨®n. El jugador argentino se ve inmerso en una partida de p¨®ker en la que ni el Real Madrid ni el Inter desvelan qu¨¦ mano llevan. Por un lado Florentino P¨¦rez ve como un exceso pagar 10 millones de euros a cambio de mantener en su equipo a un jugador que no considera imprescindible, pese a la positiva valoraci¨®n que el centrocampista siempre ha recibido por parte de los responsables t¨¦cnicos del club. Y el panorama del tercer bando en disputa, el Inter de Mil¨¢n, tambi¨¦n permite presagiar problemas inmediatos.

El presidente del club italiano, Massimo Moratti, prefiere el dinero antes que al jugador, refuerzo expresamente requerido por su entrenador H¨¦ctor C¨²per. La relaci¨®n entre presidente y t¨¦cnico viene siendo objeto de pol¨¦mica en los ¨²ltimos meses pese a la buena marcha del equipo.

C¨²per ve en Solari a un jugador sacrificado y t¨¢cticamente tan vers¨¢til como obediente

Moratti mira con lupa cada deseo de su t¨¦cnico, al que culpa de la marcha de Ronaldo

"Si por m¨ª fuera, no comprar¨ªa a nadie en enero", dijo el presidente hace apenas un mes, pensando sin duda en la millonaria cifra que podr¨ªa ingresar el club si finalmente Solari se quedara en Madrid. Si hay un club en Europa que ha contribuido a inflar hasta l¨ªmites obscenos los precios del mercado de jugadores en los ¨²ltimos a?os, ese es el Inter. Pero la ¨¦poca de bonanza econ¨®mica termin¨® y Moratti no quiere repetir errores, sino, al igual que su hom¨®nimo madridista, cuadrar balances y hacer caja.

C¨²per se tomar¨ªa muy mal que no se atendiera su petici¨®n, aunque el presidente tiene motivos para llevarle la contraria. La marcha de Solari al Inter supondr¨ªa un aumento sustancial de su ficha en una ¨¦poca en la que en Italia se tiende a la moderaci¨®n salarial, y sobre Moratti pesa mucho tambi¨¦n el hecho de que le est¨¢n proponiendo traer a un jugador que no puede participar en la Liga de Campeones.

Al d¨ªa siguiente de que Solari jugara cinco minutos frente al Feyenoord en la final de la Supercopa -lo que le inhabilita para jugar cualquier competici¨®n europea con otro club esta temporada- un periodista le pregunt¨® a C¨²per qu¨¦ pas¨® por su mente cuando vio a Solari saltar al campo: "Mierda", contest¨® lac¨®nicamente el entrenador argentino sabiendo el problema que se le ven¨ªa encima.

C¨²per ve en Solari un jugador sacrificado, y t¨¢cticamente tan vers¨¢til como obediente. Ideal apara su inamovible sistema de 4-4-2, pero que tambi¨¦n suceptible de causarle un problema. Si juega Solari, no hay posibilidades de que participen tambi¨¦n Recoba, Vieri y Crespo juntos. Si Solari juega por la izquierda el t¨¦cnico tendr¨¢ que sentar a una de sus tres estrellas en el banquillo, y especialmente mal se lo tomar¨ªa el zurdo uruguayo -muy querido por el presidente- que ya ha mandado varios mensajes de descontento a su t¨¦cnico esta temporada. Otro argumento para Moratti.

El esp¨ªritu navide?o ha suavizado momentos de tensi¨®n entre C¨²per y el dirigente italiano. "Como resumen del a?o al equipo le doy un 7,5 y a C¨²per un 10", dijo Moratti. "Yo le pido al presidente que no afloje, que tenga aguante con el equipo y con la gente y tendr¨¢ sus satisfacciones", le contest¨® el preparador.

El Inter es l¨ªder en la liga italiana, pero empatado a puntos con su vecino, el Milan, al que adem¨¢s mira de reojo por los elogios que est¨¢ despertando su estilo, y ante el que perdi¨® hace algunas jornadas en un partido que abri¨® heridas importantes. C¨²per no aline¨® en aquel partido a Crespo y a Zanetti con la explicaci¨®n de que llegaban exhaustos despu¨¦s de haber jugado un amistoso con la selecci¨®n argentina en Jap¨®n. Dicha decisi¨®n hizo saltar los nervios de Moratti, que critic¨® a C¨²per al ver caer a su equipo ante su m¨¢s enconado rival en la pelea por el t¨ªtulo. Y es que Moratti mira con lupa cada decisi¨®n de su t¨¦cnico tras perder el scudetto en el ¨²ltimo suspiro de la pasada campa?a y considerarle adem¨¢s responsable de la marcha de Ronaldo. Los t¨¦rminos de la negociaci¨®n para que el brasile?o se vistiera de blanco tienen ahora a un jugador y a dos clubes mir¨¢ndose de reojo.