El Bar?a escatima la goleada

Fueron s¨®lo dos goles, pero pudieron ser una docena. El Bar?a se deshizo anoche del Recreativo de Huelva, que se convirti¨® en el mejor invitado de piedra en un partido ideal para abrir el a?o. Los azulgrana pueden manejar la Liga fatal, pero a¨²n les separa un universo del colista. No queda tan clara, sin embargo, esa distancia de cara a puerta. El Bar?a prometi¨® mucho con un r¨¢pido golazo de Rochemback y otro en propia puerta de Loren, pero ofreci¨® despu¨¦s un sesudo tratado de c¨®mo fallar ocasiones: marc¨® tantos (tres) como balones envi¨® al palo (dos de Xavi, uno de ellos de penalti y otro de Motta).

El marcador desluci¨® el partido, despert¨® las dudas y confirm¨® que la junta debe buscar con rapidez otro rematador. El Bar?a empeor¨® casi jugando media parte contra diez por la expulsi¨®n de Zelaya. Los pitos aislados por los fallos de Kluivert, Overmars y Motta llegaron y la impaciencia se palp¨® en la grada hasta que Cocu arregl¨® el marcador con un tercer gol.

El Bar?a despidi¨® el a?o en el Camp Nou con un mot¨ªn en la grada por la derrota ante el Sevilla y tem¨ªa el reencuentro de ayer. La cabalgata tir¨® m¨¢s que el bal¨®n (apenas hubo media entrada) pero la vuelta no fue un mal trago. Van Gaal salv¨® el puesto en Mallorca jugando con los suyos, un equipo formado con los holandeses y canteranos, y ayer lo repiti¨®. Tuvo que hacer un arreglo de ¨²ltima hora porque Christanval y Gabri se lesionaron y los sustituy¨® con Gerard, impecable como central, y Rochemback como carrilero. No hubo sitio y parece que no lo habr¨¢ en tiempo para la pareja de argentinos. Saviola fue aclamado cuando jug¨® la media hora final pero Riquelme no actu¨® ni un minuto.

Van Gaal fue valiente al prescindir del fichaje estrella de la directiva (tambi¨¦n hizo lo propio con los otros dos: Mendieta y Enke), pero nadie se lo cuestionar¨¢. Iniesta, avanzado a la media punta, volvi¨® a seducir a todos con su visi¨®n de juego, sus asistencias y su coordinaci¨®n con Kluivert y Overmars. El Recreativo dej¨® jugar al ni?o y eso le result¨® fatal. El Bar?a, m¨¢s t¨¦cnico que el de principio de temporada, desde el cierre hasta arriba, acorral¨® al colista triangulando el bal¨®n y aprovechando las lagunas defensivas. Rochemback fue el primero en acertar: recibi¨® un bal¨®n robado por la presi¨®n de Motta y, fuera del ¨¢rea, clav¨® un golazo por la escuadra que hizo in¨²til la estirada de Luque. Van Gaal lo celebr¨® con los brazos en alto mientras el brasile?o corr¨ªa a abrazarse con Geovanni, que est¨¢ a punto de ir cedido al Benfica de Camacho. El marcador aliment¨® la esperanza cuando antes de la media hora Kluivert, que acababa de pedir perd¨®n juntando las manos al fallar un gol tras un centro de Iniesta, provoc¨® un gol en propia puerta. El delantero chut¨®, el bal¨®n rebot¨® en en un rival y Loren, el capit¨¢n, lo envi¨® a la red.

El Bar?a parec¨ªa enchufado pero hay cosas que nunca cambian. Los azulgrana demostraron una colosal miop¨ªa y De Boer repiti¨® sus despistes de siempre. La grada tiene la mirada puesta en el central, a quien consideran casi una extensi¨®n de Van Gaal en el campo, y no le perdonan ni una. Cometi¨® dos fallos y recibi¨® dos broncas de a¨²pa. Justo antes del descanso, el exazulgrana ?scar Arp¨®n, rob¨® un bal¨®n y se fue s¨®lo hacia el ¨¢rea. Pero Bonano aguant¨® y desbarat¨® su carrera final.

Quedaba entonces la segunda parte para lograr un marcador contundente. La ocasi¨®n parec¨ªa propicia cuando Zelaya recibi¨® la roja al derribar a Kluivert en el ¨¢rea. Pero ni as¨ª: Xavi chut¨® al palo. El tercer gol de Cocu lleg¨® casi con forceps y dej¨® tres premisas claras: que Van Gaal tiene raz¨®n cuando dice que necesita otro rematador, que Riquelme sudar¨¢ para desplazar a Iniesta y que este Bar?a tiene mejor pinta que el que cerr¨® el a?o, pero que es tan blando que podr¨ªa competir en inocencia con el colista.