Un juramento y un examen atan a los taxistas al volante
Las pruebas que autorizan a trasladar viajeros en veh¨ªculos p¨²blicos no incluyen pr¨¢cticas en las calles de Madrid
Tres ex¨¢menes escritos, sin ninguna prueba de destreza al volante, permiten hacerse taxista en Madrid. A los aspirantes a la autorizaci¨®n para conducir autotaxis se les exige, naturalmente, que hayan obtenido con anterioridad el carn¨¦ del tipo denominado BTP que capacita para trasladar, en servicio p¨²blico, hasta nueve viajeros. Pero el examen en s¨ª para la autorizaci¨®n se divide en tres ejercicios, con tres grupos de preguntas que han de ser resueltas por escrito sobre una mesa en menos de una hora y media.
Al candidato le cuesta 8,71 euros presentarse al examen. El examinando, hombre o mujer, habr¨¢ de tener nacionalidad espa?ola o bien ser residente en Madrid con carta de trabajo, mayor de 18 a?os y menor de 55, siempre que no est¨¦ jubilado. Deber¨¢ estar empadronado en Madrid o en municipios del ¨¢rea pr¨®xima a la capital. Las pruebas se realizan en la sede del Servicio Municipal del Taxi, en la calle de Vallehermoso, 1. El primer ejercicio consiste en responder por escrito a tres preguntas sobre dos ordenanzas municipales y un reglamento. La inicial versa sobre la Ordenanza Reguladora del Servicio de Alquiler con Aparato Tax¨ªmetro, un folleto de 36 p¨¢ginas que se vende al precio de 0,50 euros. La segunda se refiera a la Ordenanza de Circulaci¨®n para la Villa de Madrid y la tercera pregunta es extra¨ªda por sus examinadores del Reglamento Nacional de los Servicios Urbanos e Interurbanos de Transporte en Autom¨®viles Ligeros.
Los profesionales se comprometen de forma solemne a dedicarse "con car¨¢cter exclusivo" al empleo de conducir
Despu¨¦s de culminar el primer ejercicio, el aspirante deber¨¢ responder a otro grupo de tres cuestiones. Una, sobre la situaci¨®n de las calles y plazas m¨¢s importantes de Madrid; otra, relativa a la ubicaci¨®n de edificios p¨²blicos singulares; y la ¨²ltima de este ejercicio concierne a c¨®mo cubrir¨ªa el candidato itinerarios interiores o exteriores al casco urbano.
Por ¨²ltimo, el compareciente al examen deber¨¢ resolver, tambi¨¦n por escrito, un tercer ejercicio con tres problemas de c¨¢lculo relacionados con la aplicaci¨®n de tres tipos de tarifas a los viajeros. Las tarifas, reguladas por tax¨ªmetro, tienen un componente espacial referido a dos zonas: casco urbano y per¨ªmetro externo. Asimismo, las tarifas, que incluyen una diferenciada por periodo festivo y nocturno, tienen que ver con la velocidad de la marcha con la que el taxi circula. La cosa se complica ya que a los c¨¢lculos se le asignan, seg¨²n los casos, varios suplementos: de aeropuerto; de estaciones ferroviarias; y de terminales de autobuses. Adem¨¢s, las preguntas pueden abarcar asuntos sobre retornos y tarifas festivas, salidas fuera del l¨ªmite perimetral madrile?o y cuestiones parecidas. Seg¨²n algunos aspirantes consultados, el examen m¨¢s complejo es ¨¦ste.
Las pruebas se convocan cada semana del a?o, a excepci¨®n de navidades y los meses de agosto y septiembre. Entre los convocados, en n¨²mero fijo de 35, suelen figurar dos o tres mujeres, como Mar¨ªa del Mar Gonz¨¢lez. Ayer mismo obtuvo su acreditaci¨®n como conductora de autotaxi de Madrid, tras haber superado los ex¨¢menes en una de las convocatorias semanales del mes de noviembre. "Ya soy taxista y estoy muy contenta", dec¨ªa, sonriente, ante la ventanilla donde acababa de obtener su autorizaci¨®n. Mar¨ªa del Mar, que vive en Coslada, se encuentra en la primera fase de su segundo embarazo. "Tengo ya una ni?a de cuatro a?os". A su juicio, la de taxista no es una profesi¨®n m¨¢s dura que otras.
Sin embargo, algunos m¨¦dicos establecen que la posici¨®n sedente que, de manera constante, los taxistas se ven obligados a mantener, les genera dolencias en torno al aparato genito-urinario, como afecciones de pr¨®stata, tan comunes en los varones. Algunos m¨¦dicos recomiendan a los taxistas que, al menos una vez cada tres cuartos de hora, se incorporen sobre su asiento, siquiera ligeramente, para facilitar el riego sangu¨ªneo en la zona inferior del abdomen.
En las pruebas del pasado 17 de diciembre, superaron el examen 17 personas, todas ellas varones. Tras conseguir la autorizaci¨®n, el futuro taxista habr¨¢ de firmar una declaraci¨®n jurada, que hasta hace poco se rubricaba con una invocaci¨®n a su honor. Ahora es as¨ª: "Juro que cuando me dedique a la profesi¨®n de conductor de autotaxi ser¨¢ con car¨¢cter exclusivo". De estos aspirantes juramentados se nutre la cantera de conductores de autotaxis de Madrid, no siempre, ni necesariamente, propietarios de licencia municipal, estadio posterior que exige la previa autorizaci¨®n sometida a examen.
Quinientas mujeres
La cartilla, denominaci¨®n coloquial para definir la autorizaci¨®n para conducir taxis a la que se accede tras pasar el examen escrito, no implica la obtenci¨®n de la correspondiente licencia municipal. El futuro taxista deber¨¢ procur¨¢rsela en el mercado libre, mediante su compra. El Servicio Municipal del Taxi fija una cuota de 504 euros para las transferencias. Todo lo dem¨¢s ser¨¢ fruto de transmisiones interpersonales, que pueden proceder de jubilaciones, incapacidad, fallecimiento del titular o formas parejas sobre un contingente fijo de 15.629 licencias. "No todos los que superan los ex¨¢menes y consiguen la autorizaci¨®n prosiguen luego hasta conseguir la licencia", dice uno de los funcionarios del departamento municipal que supervisa el sector. Algunos se presentan para poseer una alternativa laboral en caso de que les falle la que, de distinta naturaleza, desempe?an ahora.El relevo generacional, que el sistema de ex¨¢menes semanales agiliza, es cada d¨ªa m¨¢s intenso en el sector del taxi, donde no resulta infrecuente encontrar conductores licenciados universitarios. Entre los taxis de Madrid, al volante trabajan al menos 500 mujeres, en su mayor¨ªa j¨®venes. Con su actuar han roto valientemente el mito de que la calidad de conducci¨®n de las mujeres era inferior a la de los hombres. Ello parece coadyuvar a que el trato a los usuarios del taxi haya mejorado en los ¨²ltimos tiempos, ya que las mujeres suelen mostrar al volante comportamientos m¨¢s pac¨ªficos que los varones. Su relaci¨®n con el p¨²blico acostumbra a ser m¨¢s afable.
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