Una muestra exhibe el mundo lujurioso, transgresor e ir¨®nico del pintor F¨¦licien Rops en la capital cordobesa
Una mujer elegantemente desnuda que lleva los ojos vendados pasea a un cerdo rosado con una tra¨ªlla, con tanta naturalidad como si se tratase de un pequin¨¦s. Esta imagen, la del cuadro Pornocracia, es quiz¨¢s la m¨¢s llamativa de la exposici¨®n F¨¦licien Rops (1833-1898). Un simbolista transgresor.
La Fundaci¨®n Provincial de Artes Pl¨¢sticas Rafael Bot¨ª, de la Diputaci¨®n de C¨®rdoba, y la Fundaci¨®n Carlos de Amberes, que se dedica a difundir el arte de los Pa¨ªses Bajos han reunido 58 pinturas, grabados, dibujos, aguafuertes y litograf¨ªas de este artista irreverente.
Pierre Babut du Mar¨¦s, comisario de la muestra que podr¨¢ visitarse en el Palacio de la Merced de C¨®rdoba hasta el 2 de febrero, ha estructurado la muestra en cinco apartados; Belleza macabra, Fantas¨ªas lujuriosas, Imaginario decadente, Realismo social y caricaturesco y Par¨ªs, el descubrimiento de la mujer.
Seg¨²n explica Babut, Rops fue un creador at¨ªpico, muy alejado del gusto propio de su ¨¦poca, dada a cuadros m¨¢s decorativos, m¨¢s convencionales, menos inquietantes. A Rops le gustaba presentar los temas en contraste; la vida y la muerte, la belleza y la bestialidad, la castidad y la lujuria, lo socialmente aceptable y lo innombrable comparten protagonismo en sus piezas, que resultan, como se?ala Babut, raras, densas e interrogativas, y menos escandalosas e inmorales de lo que podr¨ªa parecer a primera vista, porque el mal aparece siempre estigmatizado y castigado.
En vida, F¨¦licien Rops, que se movi¨® entre el simbolismo y el realismo cr¨ªtico, no busc¨® nunca el ¨¦xito popular. No necesitaba vender sus obras, porque su familia le hab¨ªa legado dinero suficiente, y si se dedic¨® a ilustrar libros y art¨ªculos fue por vocaci¨®n, por puro talento. Su trabajo fue muy apreciado por artistas como Baudelaire, Van Gogh, Puvis de Chavannes o Munch.
Era un hombre vitalista y exagerado, aficionado a las muchachas, a las que retrataba sin descanso: en esta muestra pueden verse prostitutas amistosas, se?oritas burguesas de c¨®mica perfecci¨®n, diablesas enfermizas y hasta una voluptuosa crucificada que trae a San Antonio por la calle de la amargura. El contrapunto lo ponen los fantasmas, esqueletos, buitres y difuntos que pueblan otras de piezas, tan t¨¦tricas como rom¨¢nticas. La exposici¨®n, junto con otra que recoge 61 fotograf¨ªas del pintor surrealista Ren¨¦ Magritte, forma parte de Conversaciones con B¨¦lgica, un programa que se desarrolla este mes en la Diputaci¨®n de C¨®rdoba.
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