La Real se resiste a caer en Mestalla

La Real, orgullosa, se resisti¨® a caer ayer en Mestalla. Llevaba ocho meses sin perder y no quer¨ªa que ayer terminara la historia. Todo se le puso para que as¨ª fuera. Un primer y precioso gol en contra de Fabio Aurelio, uno de esos tantos chistosos en propia puerta que hunden a cualquiera... e incluso la fortuna, que le hab¨ªa dado la espalda al Valencia en las ¨²ltimas citas, y que ayer parec¨ªa ponerse de su parte. Sin embargo, la Real Sociedad busc¨® el empate desesperadamente y no par¨® hasta conseguirlo. E incluso cabe aventurarse que, de haber sido m¨¢s ambiciosa, podr¨ªa haber apuntillado a un Valencia que fue desfond¨¢ndose de manera alarmante. El equipo de Ben¨ªtez s¨®lo ofreci¨® 18 minutos aceptables. Hasta que marc¨® su primer gol. Entonces se escabull¨®. Pec¨® de r¨¢cano y acab¨® pag¨¢ndolo. No atac¨® por no desgastarse, se guard¨® sus fuerzas y cuando quiso reaccionar, ya no sab¨ªa c¨®mo. Lo que ya empieza a ser preocupante para un equipo que ha ca¨ªdo en picado desde que se ha tenido que enfrentar a todos los grandes: perdi¨® ante el Deportivo, sucumbi¨® en el Bernab¨¦u y s¨®lo rasc¨® ayer un empate ante la Real.

El conjunto vasco, sin embargo, se daba con un canto en los dientes con el empate. De ah¨ª que empezara dispuesto a defenderse como fuera. Sin ning¨²n pudor. Con el bal¨®n al tejado a las primeras de cambio. Denoueix tem¨ªa much¨ªsimo al Valencia y ¨¦ste le dio motivos tan pronto como Rufete y Curro Torres pudieron pintar una pared por el extremo derecho. El distinguido centro de Curro Torres con el exterior del pie result¨® un caramelo que Fabio Aurelio cabece¨® a gol desde casi la l¨ªnea del ¨¢rea grande.

No se le conoc¨ªa ninguna habilidad cabeceadora al brasile?o, que se ha convertido en uno de los futbolistas m¨¢s desconcertantes del Valencia. Tan pronto vaga como un fantasma que no da pie con bola en el Bernab¨¦u, a pesar de que su centro propici¨® el gol de Ayala, como se saca un zurdazo o un cabezazo por los que ya suma tres goles en la presente Liga.

Eso s¨ª, con el gol en contra, la Real reivindic¨® su condici¨®n de l¨ªder y de conjunto invicto hasta la fecha. Se sinti¨® herido y atac¨® y contraatac¨® con fuerza, flexibilidad y recursos. Se gan¨® el centro del campo, y desde all¨ª bien Karpin bien Nihat buscaron las cosquillas valencianistas. Pero le falt¨® remate en el primer periodo. Sobre todo porque el fortach¨®n Kovasevic se top¨® casi siempre con un potent¨ªsimo Ayala, que lo par¨® por las buenas y por las malas. Era uno de esos duelos en los que tanto disfruta el zaguero argentino, una de esas refriegas en las que defensa y delantero se pegan de lo lindo y acaban el partido exhaustos y magullados. Algo parecido a lo que ocurri¨® con Nihat y Carboni, que intercambiaron de todo menos buenas intenciones. Al final, los dos delanteros acabaron vencedores, con sendos goles en sus alforjas.

A la que la Real entr¨® de lleno en harina, el partido adquiri¨® un ritmo fren¨¦tico del que sali¨® malparado Curro Torres, que se march¨® del campo aullando de dolor en una de sus rodillas. El Valencia se desentendi¨® de su centro del campo y quiso vivir de la superioridad f¨ªsica de Carew, que confirm¨® una vez m¨¢s lo mejor y lo peor de s¨ª mismo. Se iba de los defensas con cierta facilidad, s¨ª, pero despu¨¦s carec¨ªa de claridad para elegir la opci¨®n m¨¢s conveniente. Justo lo contrario de lo que le sucedi¨® a Kovasevic, que convirti¨® en oro la primera oportunidad que se le present¨®.

El juego se ensuci¨® tras el descanso. La Real apretaba pero el Valencia resist¨ªa con firmeza. As¨ª hasta que lleg¨® uno de los goles m¨¢s tontos del campeonato, de esos que se repiten decenas de veces por televisi¨®n. Acosado por Rufete y por Carew, Aranzabal se dio la vuelta hacia su porter¨ªa, pas¨® el bal¨®n atr¨¢s sin mirar y sin advertir que su portero estaba fuera del marco, en una esquina. Westerveld corri¨® a por el bal¨®n, pero lleg¨® tarde y el cuero penetr¨® suave por el centro del arco realista.

Sentenciado parec¨ªa el encuentro. Y lo hubiera estado de no ser que all¨ª estaba la Real, un equipo que se resist¨ªa a perder su primer partido en ocho meses invicto. Los dos jugadores que han fabricado la mayor¨ªa de los goles realistas en lo que va de curso volvieron a ponerse en contacto para darle la vuelta al partido: primero Kovasevic y despu¨¦s Nihat, en dos disparos llenos de fe .

El Valencia, que hab¨ªa desaparecido completamente, confiado en vivir de las rentas, se vio con el agua al cuello. Sin capacidad para reaccionar m¨¢s all¨¢ de darle la vez a Carew, que se invent¨® un gol que sac¨® de su enorme fuerza y que el ¨¢rbitro anul¨® al entender que hab¨ªa empujado al defensa Kvarme. En realidad se empujaron mutuamente, pero en estos casos los ¨¢rbitros sienten debilidad por defender a los zagueros.