Los voluntarios se estrenan

Los trabajos de limpieza en las playas de Francia hab¨ªan sido realizados hasta ahora por bomberos, militares y funcionarios

Diez d¨ªas despu¨¦s de que las primeras placas de chapapote llegaran a Francia, la mayor¨ªa de las playas del litoral atl¨¢ntico afectadas tienen a¨²n restos, a pesar de que s¨®lo ha recibido una marea negra y de que el fuel que ha llegado es escaso y est¨¢ muy fragmentado. Sin embargo, hasta ayer los voluntarios no hab¨ªan puesto un pie en las playas, que permanecen cerradas para evitar los riesgos sanitarios.

De hecho los autorizados a entrar, aunque no vayan a limpiar, son equipados con botas y un mono blanco y, antes de abandonar la arena, han de pasar por un circuito de desinfecci¨®n supervisado por los bomberos para evitar que se propague el vertido.

Los primeros 200 voluntarios se repartieron ayer por las playas de L¨¦ge-Cap-Ferret y La Teste de Buch, en la comarca de la laguna de Arcachon. Entre ellos, el alcalde de Burdeos, Alain Jupp¨¦, considerado el sucesor de Jacques Chirac al frente de la derecha francesa, quien, tocado con una boina, pas¨® el d¨ªa limpiando junto a su equipo municipal y el eurodiputado Hugues Martin.

"Hemos venido porque consideramos que no es suficiente con los medios mec¨¢nicos", explic¨® Jupp¨¦, quien opina que la contaminaci¨®n que ha llegado a las playas francesas es mayor de lo que se ve.

Armados de rastrillos, su tarea consist¨ªa en repasar el trabajo de las m¨¢quinas tamizadoras, recogiendo lo que ¨¦stas se dejaban. Antes hab¨ªan tenido que presentar un certificado m¨¦dico y firmar diversos papeles para ser autorizados a limpiar.

"Los voluntarios s¨®lo trabajamos el fin de semana y hacemos media jornada porque as¨ª se evitan problemas de toxicidad", explic¨® Marc Arbez, un m¨¦dico que se apunt¨® para comprobar de cerca c¨®mo es el chapapote.

Los trabajos de limpieza han reca¨ªdo hasta ahora en unos 700 bomberos, militares, funcionarios y miembros de Protecci¨®n Civil, aunque los alcaldes de las regiones afectadas han comenzado a reclamar la plena intervenci¨®n del Ej¨¦rcito, porque consideran que el personal no es suficiente.

Frente a la r¨¢pida reacci¨®n de las autoridades francesas para luchar contra el vertido, la movilizaci¨®n ciudadana ha sido escasa. La localidad de L¨¨ge-Cap-Ferret es donde m¨¢s voluntarios se han inscrito y, hasta el viernes pasado, s¨®lo hab¨ªan llamado unos 500, seg¨²n el alcalde, Michel Sammartelli.

No s¨®lo porque una gran mayor¨ªa de los franceses, abanderados por organizaciones ecologistas como Greenpeace o Surfrider Fundation, est¨¢ en contra de que los ciudadanos de a pie limpien porque consideran que entra?a riesgos para la salud, sino porque los principales afectados -mariscadores, pescadores, ostricultores y hosteleros- se han negado a participar hasta que no se les ha garantizado un sueldo por ello.

Pero las organizaciones ecologistas apuntan que el tiempo juega en contra. Las peque?as bolas que manchan el litoral van quedando enterradas por las sucesivas capas de arena que arrastran las mareas y si no se atacan a tiempo acabar¨¢n incrustadas en el fondo marino. "Es indispensable que se limpien", se?al¨® Charlotte Nithart, portavoz de la asociaci¨®n ecologista Robin des bois. "Aunque no son tan impactantes como las im¨¢genes que hemos visto en Galicia, tambi¨¦n contaminan".