Las estrellas del rock se re¨²nen para homenajear a Los Ramones

We're a happy family-A tribute to The Ramones es el esperado disco oficial de homenaje a Los Ramones, a cargo de 15 grupos o solistas, que Sony publica pr¨®ximamente. Aunque ya exist¨ªan varios tributos a Los Ramones, algunos con grupos espa?oles, el nuevo ¨¢lbum representa el reconocimiento de la primera divisi¨®n del rock al cuarteto de Nueva York. Desafortunadamente, el disco llega tarde para algunos: durante su elaboraci¨®n fallecieron dos de Los Ramones, el cantante Joey Ramone y el bajista Dee Dee Ramone.

Seg¨²n Johnny Ramone, guitarrista del grupo, el apretado calendario de los participantes hizo que el disco tardara dos a?os en materializarse. Se les dio total libertad: "Algunos siguieron nuestro estilo y otros prefirieron interpretar los temas a su modo". En la segunda categor¨ªa est¨¢ Marilyn Manson, que realiza un turbulento y electr¨®nico The KKK took my baby away, o The Pretenders, que convierten Something to believe in en una confesi¨®n susurrante. Tom Waits se transforma en un hombre-lobo del bajo Manhattan en su lectura de Return of Jackie & Judy.

Los Ramones, que nunca pisaron la zona alta de las listas de ventas, son aqu¨ª reconocidos como inspiraci¨®n por los grupos que encabezaron la triunfal oleada del punk rock de los noventa: Green Day, Rancid y Offspring. Tambi¨¦n est¨¢ el grunge de Seattle, personificado por Eddie Vedder, de Pearl Jam. Kirk Hammett, de Metallica, confiesa que su visi¨®n del heavy metal -conocida como trash o speed metal- proven¨ªa del sonido guitarrero y del gusto de Los Ramones por la velocidad. Rob Zombie, que tambi¨¦n se ha ocupado de la truculenta portada de We're a happy family, recuerda que Los Ramones "se mantuvieron fieles a lo que el rock and roll necesitaba: ruido, velocidad y nada de artificio".

Sin embargo, el cl¨¢sico primer disco de Los Ramones, de 1976, solo alcanz¨® el n¨²mero 111 en la lista de Estados Unidos. Pero ese mismo a?o giraron por el Reino Unido y encontraron un p¨²blico receptivo: hay fotos del primer encuentro entre Los Ramones y The Clash que muestran a los brit¨¢nicos claramente impresionados por aquellos tipos monosil¨¢bicos. Hasta la indumentaria de Los Ramones se transformar¨ªa en uniforme de la bohemia juvenil internacional. Seg¨²n la famosa frase de uno de los cronistas del punk rock brit¨¢nico, la visita de Los Ramones hizo que docenas de aquellos espectadores pasaran a la acci¨®n: muchas de las canciones de ese disco de debut sirvieron para bautizar fanzines o grupos. Y es que, como dice Dexter Holland, de Offspring, "cualquiera pod¨ªa imitarlos, no ten¨ªas que irte a estudiar al Intituto de Tecnolog¨ªa de la Guitarra". Aparte de la reducci¨®n del rock a su esencia, Los Ramones aportaban una est¨¦tica que entonces era underground: la pasi¨®n por los c¨®mics, la devoci¨®n por el cine de terror de serie B, la atracci¨®n por los freaks.

La falsa ingenuidad de Los Ramones funcionaba como ¨¢cido corrosivo: eran una caricatura y, una vez que se entraba en el juego, su mundo era enormemente divertido. Eso explica que U2, grupo caracterizado por su moralidad, participe en We're a happy family con un aparente himno a la violencia, Beat on the brat. Como comenta Bono: "Nos inspiraba la poes¨ªa de Patti Smith o las guitarras de Television, pero los que nos pon¨ªan las pilas eran Los Ramones".