El Plan Nacional contra el tabaco arranca con 3,6 millones de euros

El Plan Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo que se aprob¨® ayer proh¨ªbe la venta de tabaco a menores de 18 a?os y de cigarrillos sueltos; establece que en el 2003 no se podr¨¢ fumar en el 95% de los centros sanitarios, docentes y de la Administraci¨®n y que en el 2005 al menos el 70% de las empresas garantizar¨¢n espacios sin humo. El Estado aportar¨¢ 3,6 millones de euros para la puesta en marcha del Plan.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprob¨® ayer el Plan Nacional que recoge compromisos para prevenir la adicci¨®n al tabaco y favorecer el abandono de dicho h¨¢bito. En 2004 se deber¨¢n haber desarrollado normas contra el tabaco para los espacios p¨²blicos. El proyecto pretende adem¨¢s subir el precio de la cajetilla (que siempre ser¨¢ de 20 cigarros) y sacar este producto del c¨®mputo del IPC. El humo ser¨¢ considerado agente carcin¨®geno, por lo tanto, las medidas ir¨¢n encaminadas a proteger a la poblaci¨®n (no se aceptar¨¢n estrategias de ventilaci¨®n para evitar el tabaquismo involuntario). El objetivo es que en 2007 la poblaci¨®n de fumadores entre 16 y 25 a?os disminuya a menos del 30% del total y la de ex fumadores sea inferior al 21% (en la actualidad es del 15%).

El plan insiste en que se cumplir¨¢ con rigor la normativa existente y se avanzar¨¢ en otras, como, por ejemplo, en el aumento progresivo del n¨²mero de establecimientos hosteleros con espacios diferenciados para no fumadores. Para ello se promover¨¢n los cambios legislativos. Para potenciar los espacios sin humo se describir¨¢n y establecer¨¢n infracciones y su correspondiente sanci¨®n. Imposible es por ahora la prohibici¨®n total de las m¨¢quinas expendedoras, usadas por los menores para eludir la ley. El plan pretende que se ubiquen en lugares que permitan detectar qui¨¦n es el que compra tabaco o dotarlas de nuevas tecnolog¨ªas para que identifiquen la edad del comprador.

El cap¨ªtulo menos preciso es el referido a los programas de ayudas para aquellas personas que quieran dejar de fumar, porque hay tratamientos que se muestran eficaces en porcentajes variables pero no est¨¢n financiados por el sistema sanitario en el conjunto de las comunidades. El plan s¨®lo dice que se abordar¨¢ el tratamiento mediante su inclusi¨®n en las prestaciones sanitarias.

Las comunidades aut¨®nomas tendr¨¢n que ir incorporando la normativa para la prevenci¨®n del tabaquismo e ir estableciendo sus propios calendarios para hacer firmes compromisos como el de prestar asistencia a las personas que desean dejar de fumar. Antes de finalizar 2003 todas las comunidades deber¨¢n contar con un plan de prevenci¨®n y control del tabaquismo. El Ministerio les exige que destinen recursos humanos y financieros propios: al menos 25 c¨¦ntimos por persona al a?o para la prevenci¨®n del tabaquismo. La Administraci¨®n central aportar¨¢ un porcentaje por determinar de la recaudaci¨®n por impuestos del tabaco.

Los socialistas detectaron ayer "cierto tufillo de chapuza" en el plan, seg¨²n dijo la secretaria de Pol¨ªticas Sociales del PSOE, Consuelo Rum¨ª. Exigieron precisi¨®n sobre la financiaci¨®n que llegar¨¢ del Estado para este programa y que las medidas fiscales que se establezcan para aumentar el precio de la cajetilla "repercutan en la financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas".M¨¢s o menos preciso, m¨¢s o menos ambicioso, los expertos consideran que el Plan Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo impulsado por el Ministerio de Sanidad debe aprobarse. "Es un gran paso, se avanza en la prevenci¨®n y ser¨ªa un error que no saliera adelante", dijo ayer el presidente del Comit¨¦ Nacional de Prevenci¨®n del Tabaquismo, Joan Ram¨®n Villalb¨ª. Pero echan en falta un compromiso sobre financiaci¨®n de los tratamientos antitabaco.

Las empresas tabacaleras aplauden la llegada de un Plan Nacional que establezca "un marco regulatorio claro, estable y de ¨¢mbito estatal". No as¨ª los estanqueros, quienes aseguran que es "totalmente incongruente" sacar el precio del tabaco del c¨¢lculo del IPC. Los Fumadores por la Tolerancia pidieron que sean los trabajadores y los empresarios los que regulen el consumo de tabaco en el ¨¢mbito laboral.