El Gobierno de Chile afronta su mayor crisis por un caso de corrupci¨®n
El Supremo retira el fuero a cinco diputados oficialistas por supuestos cohechos y sobornos
En un duro fallo contra la coalici¨®n gobernante, el pleno de magistrados de la Corte Suprema de Chile quit¨® el fuero parlamentario a cinco diputados oficialistas por existir sospechas fundadas de su participaci¨®n en casos de cohecho y soborno por el funcionamiento de centros de revisi¨®n t¨¦cnica de veh¨ªculos. Como los diputados perdieron todos sus derechos, salvo la dieta, la resoluci¨®n redujo en la pr¨¢ctica la ventaja que ten¨ªan los partidos de gobierno en la C¨¢mara baja a una exigua mayor¨ªa de s¨®lo un voto.
Los jueces del Supremo privaron de inmunidad a diputados de todo el abanico gobernante: los democristianos Jaime Jim¨¦nez y Cristi¨¢n Pareto por 16 votos contra 0 en un delito y 9-7 en otro; a V¨ªctor Manuel Rebolledo, del Partido por la Democracia (15-1); al socialista Juan Pablo Letelier (10-6) y al radical Eduardo Lagos (9-7). Los afectados dijeron ser inocentes, mientras el Gobierno reaccion¨® con una declaraci¨®n en la que afirm¨® que el desafuero "no significa condena" y, por tanto, "no corresponde prejuzgar".
Dos de los diputados eran vicepresidentes de sus respectivas colectividades. Letelier, adem¨¢s, congel¨® su vicepresidencia de la C¨¢mara baja cuando el juez pidi¨® su desafuero, y es una figura emblem¨¢tica de la coalici¨®n, en su car¨¢cter de hijo de un ex ministro asesinado por la DINA y por su compromiso con la defensa de los derechos humanos.
Todos quedaron a disposici¨®n del juez Carlos Ar¨¢nguiz, quien pidi¨® el a?o pasado los desafueros por el llamado caso Coimas, que el presidente Ricardo Lagos ha calificado como la mayor crisis que ha enfrentado su coalici¨®n. Desde que comenz¨® el esc¨¢ndalo, en septiembre, los partidos se han debatido en pugnas entre ellos. Mientras, La Moneda plante¨® una estrategia de transparencia -"caiga quien caiga", dijo Lagos- y propuso al Parlamento regular la financiaci¨®n de los partidos, las remuneraciones de los altos cargos y modernizar el Estado. La derecha, cuya responsabilidad en casos de corrupci¨®n en la dictadura nunca fue perseguida, ha tomado palco y trata de capitalizar la situaci¨®n.
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