Conglomerados financieros y conflicto de intereses
El autor aborda la crisis de confianza desatada por los esc¨¢ndalos financieros, aboga por la transparencia y destaca que no es un problema s¨®lo de EE UU.
Los conflictos de intereses est¨¢n a la orden del d¨ªa en los sistemas financieros a los dos lados del Atl¨¢ntico, as¨ª como en Asia. Los esc¨¢ndalos recientes de Enron y WordlCom han tenido su continuaci¨®n en los problemas de grandes conglomerados financieros como Citigroup y JP Morgan Chase. En los EE UU, la revocaci¨®n final en 1999 de la Ley Glass-Steagal, que separaba las actividades de banca comercial y de inversi¨®n, ha acercado sus mercados financieros a la tradici¨®n de la banca universal de la Europa continental. Estos cambios regulatorios han provocado una ola de fusiones entre entidades dedicadas a la banca comercial, de inversi¨®n y seguros. Al mismo tiempo, el proceso ha coincidido con la explosi¨®n de la burbuja asociada a Internet y las nuevas tecnolog¨ªas y a una verdadera cascada de esc¨¢ndalos financieros que han puesto en cuesti¨®n las decisiones de integraci¨®n de las entidades y la bondad de los mecanismos de regulaci¨®n.
Los esc¨¢ndalos financieros se basan en conflictos de intereses y pr¨¢cticas ingeniosas
Imponer a la banca una separaci¨®n estricta de actividades tendr¨ªa unos costes importantes
Estos esc¨¢ndalos financieros est¨¢n basados en conflictos de intereses variados y en pr¨¢cticas ingeniosas. As¨ª, por ejemplo, un banco que ha dado un pr¨¦stamo a una empresa cuya situaci¨®n patrimonial se complica tiene un incentivo a animar a esta empresa a emitir deuda o acciones, que el mismo banco colocar¨¢ en el mercado, para as¨ª asegurarse que el pr¨¦stamo es devuelto. La emisi¨®n de t¨ªtulos de la empresa se hace ocultando su comprometida situaci¨®n patrimonial y con el consiguiente perjuicio a los incautos compradores de los t¨ªtulos. Otro ejemplo lo proporciona el banco que obtiene informaci¨®n confidencial sobre una empresa y despu¨¦s la usa para una operaci¨®n de fusi¨®n o adquisici¨®n en perjuicio de la primera empresa. A veces el conflicto se da dentro de un banco de inversi¨®n al recomendar sus analistas un valor burs¨¢til de una empresa, para la que el banco trabaja colocando sus t¨ªtulos, a inversores a sabiendas de que es una mala inversi¨®n. Los ejemplos coleccionados en distintos bancos de inversi¨®n en Nueva York son realmente sorprendentes: un analista pod¨ªa recomendar como compra un valor que se reconoc¨ªa internamente como basura. A estos problemas se a?ade el fallo de las empresas de auditor¨ªa en detectar situaciones patrimoniales catastr¨®ficas debido precisamente tambi¨¦n a una cuesti¨®n de conflicto de intereses: la empresa auditora revisaba las cuentas de una empresa a la vez que la asesoraba (con unas minutas muy elevadas).
Estos conflictos de intereses han da?ado de forma importante la confianza del inversor en los mercados y en las instituciones financieras y plantean la pregunta sobre si no ser¨ªa mejor volver a, o imponer, una separaci¨®n estricta entre banca comercial y de inversi¨®n. Cabe por ello repasar de entrada las ventajas e inconvenientes que tiene la banca universal. De acuerdo con los trabajos presentados en unas jornadas internacionales que ha organizado recientemente la Fundaci¨®n BBVA sobre banca universal, las ventajas se derivan de unas mayores posibilidades de diversificaci¨®n y de econom¨ªas de alcance al ofrecer un abanico de productos a los clientes. Entre estas econom¨ªas cabe destacar la informaci¨®n que sobre los clientes tiene un banco universal y la mayor capacidad de utilizar los canales de distribuci¨®n para vender los productos. Sin embargo, estas ventajas vienen aparejadas con diversos costes. Entre ellos, la p¨¦rdida del enfoque preciso que da la especializaci¨®n, problemas de gesti¨®n de negocios diferentes y pocos incentivos a innovar. A estos costes hay que a?adir los problemas derivados de los posibles, y ahora evidentes, conflictos de intereses. El resumen es que imponer una separaci¨®n de actividades estricta tendr¨ªa unos costes importantes aun cuando aliviase de manera relevante los problemas de conflicto de intereses.
Una primera visi¨®n de los casos problem¨¢ticos podr¨ªa dar la impresi¨®n que el problema se da en las entidades con base en los EE UU. Esta impresi¨®n se corrobora al poner mucho ¨¦nfasis en el conflicto de intereses, t¨ªpicamente anglosaj¨®n, entre an¨¢lisis y colocaci¨®n de t¨ªtulos en el mercado. Sin embargo, los conflictos de inter¨¦s siempre han estado presentes en los tradicionales, y no muy transparentes, bancos universales europeos. El problema, por tanto, no se da solamente al otro lado del Atl¨¢ntico. Hay diversas propuestas sobre la mesa, algunas ya en marcha, para salir de la crisis de confianza actual.
Entre las ideas que se discuten est¨¢ la transformaci¨®n de los actuales bancos universales en holdings que incluyan entidades subsidiarias dedicadas a la banca al por menor, a la banca de empresa (corporate), a an¨¢lisis, y a mercados. Entre estas subsidiarias se distinguir¨ªa el n¨²cleo bancario (que toma dep¨®sitos y da pr¨¦stamos) y las prestadoras de otros servicios financieros. El n¨²cleo bancario estar¨ªa sujeto a una regulaci¨®n y supervis¨®n estrictas y las relaciones con las otras entidades subsidiarias deber¨ªan ser transparentes. De esta manera, por ejemplo, las comisiones cobradas por la unidad de banca de inversi¨®n a un cliente por la colocaci¨®n de t¨ªtulos y asesoramiento deber¨ªan ser conocidas por los inversores particulares cuando la unidad de an¨¢lisis recomienda comprar t¨ªtulos de la empresa. En los EE UU se discute en particular la segregaci¨®n de compa?¨ªas de an¨¢lisis de la banca de inversi¨®n. As¨ª, supuestamente se garantizar¨ªa la independencia del an¨¢lisis sin contaminaci¨®n por parte de la banca de empresa. Esta propuesta se inscribe en la tendencia hacia una mayor transparencia en el sector. Transparencia de las entidades hacia el regulador y transparencia en t¨¦rminos de hacer p¨²blicos los posibles conflictos de intereses. La idea es que el mismo mercado puede imponer disciplina a las entidades si hay suficiente informaci¨®n. Por lo tanto, un inversor informado sobre los posibles conflictos de intereses que tiene el banco puede decidir seguir el asesoramiento de la entidad subsidiaria del banco universal o de una entidad independiente. De hecho, este enfoque constituye uno de los pilares en los que se asienta la nueva propuesta del Banco Internacional de Pagos de Basilea de regulaci¨®n de los bancos (los otros pilares son unos requisitos de capital reformados y la supervisi¨®n).
Otro paquete de medidas se refiere a la reforma e introducci¨®n de regulaci¨®n en el sector de la auditor¨ªa, en donde los mecanismos de autorregulaci¨®n por parte del mismo sector no han funcionado. Aqu¨ª la separaci¨®n entre la auditor¨ªa y la consultor¨ªa puede ser inevitable, vista la experiencia. En los mecanismos de gobierno empresarial existe m¨¢s campo para la autorregulaci¨®n. Ello es as¨ª porque tanto los mercados organizados como las propias empresas est¨¢n interesadas en elevar el list¨®n de las pr¨¢cticas de buen gobierno para contrarrestar la crisis de confianza en mercados e instituciones. Las reglas propuestas por la Bolsa de Nueva York van en esta direcci¨®n. El tema del buen gobierno de la empresa es muy amplio y necesita m¨¢s espacio; aqu¨ª apuntamos solamente la conexi¨®n con la problem¨¢tica de la banca universal.
En definitiva, el debate est¨¢ servido y las soluciones todav¨ªa no han cristalizado. No hay f¨®rmulas m¨¢gicas, y las propuestas que se barajan tienen ventajas e inconvenientes. La cuesti¨®n es que falta hacer mucho trabajo te¨®rico y emp¨ªrico para entender mejor el fen¨®meno de la banca universal y su regulaci¨®n ¨®ptima. Sin embargo, las entidades financieras har¨ªan bien en anticipar los problemas y pensar en dise?os factibles que den respuesta a los problemas planteados. Las autoridades p¨²blicas deber¨ªan no ceder a la reacci¨®n inmediata, regular m¨¢s, sino intentar regular mejor. En algunos casos esto significar¨¢ una mayor regulaci¨®n, pero en otros, lo contrario. Como en muchas ocasiones, las nuevas regulaciones y la reestructuraci¨®n de la banca universal tendr¨¢n un car¨¢cter experimental y se podr¨¢n basar s¨®lo parcialmente en los estudios acad¨¦micos sobre el tema, que avanzar¨¢n en paralelo.
Xavier Vives es profesor de Econom¨ªa y Finanzas de INSEAD (Par¨ªs) y profesor de Investigaci¨®n en excedencia del CSIC.
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