La ausencia de Mayor, que permiti¨® aprobar las cuentas de 2003, deja el fallo sin consecuencias

La sentencia del Tribunal Constitucional dio ayer una nueva dimensi¨®n al retraso del popular Jaime Mayor Oreja, que permiti¨® el pasado 27 de diciembre que el Gobierno vasco aprobar¨¢ las cuentas para 2003 con los votos de PNV, EA e IU, aun estando en minor¨ªa.

De haber llegado Mayor a la votaci¨®n, el proyecto de Presupuestos hubiera sido rechazado y el Ejecutivo de Ibarretxe se hubiera visto obligado a prorrogar los de 2002. En ese caso, la resoluci¨®n del Tribunal Constitucional hubiera provocado hoy la mayor crisis pol¨ªtica del Gobierno vasco, ya que no podr¨ªan ser constitucionales unas cuentas p¨²blicas prorrogadas de otras declaradas "inconstitucionales y nulas".

El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, opin¨® ayer que el "PP empieza a llegar tarde a todo", y apunt¨® a Jaime Mayor como el mejor aliado presupuestario de los nacionalistas y de IU. "Si hubiera hecho su trabajo y llegado con puntualidad al pleno ahora estar¨ªamos ante una crisis del nacionalismo de incalculables consecuencias".

Los 20 minutos de retraso con los que lleg¨® Mayor Oreja al pleno parlamentario han dejado sin efectos pr¨¢cticos la sentencia del Constitucional, y ha limitado el bochorno del PNV, EA e IU as¨ª como las consecuencias pol¨ªticas, ya ning¨²n miembro del Gobierno vasco ve necesario dimitir.

El Ejecutivo de Ibarretxe se limitar¨¢ a pasar un tupido velo sobre las cuentas de 2002, que aprob¨® parcialmente (s¨®lo el 67% del gasto) gracias a la abstenci¨®n de Batasuna, mientras que tuvo que prorrogar el 33% restante desde los Presupuestos ya prorrogados de 2001, aprobados a su vez con el apoyo de la entonces Euskal Herritarrok.

La vicepresidenta del Gobierno vasco, Idoia Zenarruzabeitia, se pronunciar¨¢ hoy en el Parlamento auton¨®mico sobre la sentencia del Tribunal Constitucional.