Espejismos
El desalojo de los inmigrantes rumanos de su asentamiento en el puente del Patrocinio y las manifestaciones pol¨ªticas que se han dado posteriormente son reflejo de las dificultades que encuentran nuestros gobernantes para tratar de dar una respuesta a la inmigraci¨®n ilegal. Una respuesta en la que las garant¨ªas m¨ªnimas constitucionales se respeten. La actuaci¨®n de la Delegaci¨®n de Gobierno en el desalojo y las declaraciones del presidente de la Junta de Andaluc¨ªa y del consejero de Gobernaci¨®n, calificando de acertada legalmente esta decisi¨®n, reflejan la veracidad de una parte de mi afirmaci¨®n. La otra parte, la de los derechos humanos, la representa el Defensor del Pueblo Andaluz, que ha calificando de atrocidad el desalojo y las repatriaciones.
Sin embargo, si salimos de esta pol¨¦mica, estos hechos pueden servir para analizar otros.
Vivimos un tiempo en el que el Gobierno de Aznar se empe?a en identificar inmigraci¨®n ilegal y peque?a delincuencia. As¨ª justifica el cambio de las leyes penales. Una justificaci¨®n que exige que, previamente, la sociedad piense que la inmigraci¨®n s¨®lo trae peligro. De esta forma, si se logra que se piense as¨ª, se contenta a los ciudadanos, pues se cree que el peligro viene del otro lado del mar y del centro de Europa. Cerramos los ojos.
Este desalojo, tan legal, podr¨ªa servir para despejar el espejismo de esta pol¨ªtica de orden p¨²blico. En el desalojo de los 131 inmigrantes, s¨®lo uno tiene antecedentes policiales. Si representamos en estos 131 rumanos el total de inmigraci¨®n, resulta un porcentaje tan peque?o -uno cada 131- que ense?a, a las claras, que la inmigraci¨®n ilegal de los pobres no incrementa significativamente las tasas de inseguridad. Tambi¨¦n que la identificaci¨®n de inmigraci¨®n ilegal con delincuencia s¨®lo existe en la mente de Aznar y de sus seguidores, y algo m¨¢s.
Ense?a que si entramos en guerra con Irak y si tenemos leyes del corte penal que nos van a dar, es porque nos han deformado la realidad, ya que los inspectores de la ONU y los rumanos del Patrocinio han dicho que no hay armas de destrucci¨®n masiva en un caso, ni son unos delincuentes en el otro.
Es la diferencia que existe entre pol¨ªtica represiva y de intereses y la otra. Aquella que deber¨ªa darse en una sociedad que dice que es social y de derecho.
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