El momento m¨¢s dulce de Zidane
El franc¨¦s, "un perfeccionista", encara al Atl¨¦tico en su mejor forma desde que lleg¨® al Madrid
Se abre la puerta y el franc¨¦s de origen argelino Zinedine Zidane sale del vestuario del Madrid en la Ciudad Deportiva. Lleva botas de Prada y una chaqueta de cuero negro de Dolce y Gabbana. Firma 30 aut¨®grafos y se monta en su Mercedes Sedan negro. Coge el volante y se marcha en silencio. A los diez minutos le sigue Claude Makelele, franc¨¦s de origen congole?o. Lleva botas de Prada y una chaqueta de cuero camello de Dolce y Gabbana. Firma 24 aut¨®grafos y se monta en su Mercedes todoterreno negro con el rap a todo volumen en su cadena musical: "Buy my record, I've got Porsches to buy and honeys to meet...". Estos dispares representantes de dos ?fricas son el coraz¨®n del centro del campo del Madrid. El l¨ªder y su fiel sherpa. El talento y el m¨²sculo en el eje del equipo que ma?ana se enfrentar¨¢ al Atl¨¦tico en el estadio Bernab¨¦u.
'Zizou' sabe que su cuerpo no le permite virguer¨ªas y no pierde el tiempo en derroches vanos
"Makelele y Flavio juegan juntos, pero no s¨¦ si eso tiene que ver con que yo est¨¦ a un nivel superior"
"Llevo un mes en el que me siento muy bien", dice Zidane, que llega a su primer derby en su mejor momento desde que lleg¨® al Madrid. "Estoy f¨ªsicamente bien, bien en el campo, bien con mis compa?eros", contin¨²a; "no se trata de que antes tuviera otro papel en el equipo. Mi funci¨®n es la misma que en noviembre. Makelele y Flavio est¨¢n jugando juntos, pero no s¨¦ si eso tiene que ver con que yo est¨¦ a un nivel superior".
Elegido como la persona m¨¢s influyente del deporte en Francia por el peri¨®dico L'Equipe, Zidane va camino de superar sus cifras de la temporada pasada en el Madrid. En la jornada 17? lleva disputado un partido m¨¢s y ha marcado cinco goles, uno m¨¢s que entonces. La consolidaci¨®n de un centro del campo a su medida y la presencia de su amigo Ronaldo, int¨¦rprete ideal de sus pases al hueco, han contribuido a su progresi¨®n. Ayer el jugador bandera del Atl¨¦tico, Fernando Torres, reconoci¨® su importancia: "Ra¨²l siempre est¨¢ ah¨ª, pero el Madrid depende de Zidane porque todo el juego pasa por ¨¦l. Es el conductor".
Salvando los zapatos italianos, se dir¨ªa que se est¨¢ ante un heredero de san Juan de la Cruz. A sus 30 a?os, Zidane se ha convertido en un maestro en el arte de conseguir la iluminaci¨®n mediante una suerte de ascetismo futbol¨ªstico. Escondido en su timidez, en su raro hermetismo, parece que, como dec¨ªan los zuf¨ªes, "gana sin buscarlo". Su actitud solitaria podr¨ªa acarrearle problemas de comunicaci¨®n con sus compa?eros, pero el efecto es el contrario: sus actos infunden respeto. El aislamiento es parte del formalismo riguroso en el que ordena su vida alrededor del oficio. Los entrenamientos, las comidas, los partidos..., son parte de una rutina estricta que cumple al mil¨ªmetro para rendir a tope un m¨ªnimo de cuatro meses al a?o. Ni m¨¢s ni menos. Como dice su t¨¦cnico, Vicente del Bosque: "Zizou es un perfeccionista al ciento por ciento".
Zidane conoce sus l¨ªmites y, a diferencia de algunos colegas, da la impresi¨®n de que no vive atormentado con romper barreras. Cuando lleg¨® al Madrid, hace a?o y medio, present¨® al cuerpo t¨¦cnico un informe de m¨¦dicos y fisioterapeutas del Juventus y la federaci¨®n francesa. Era una especie de gu¨ªa de puesta a punto personalizada. Explicaba que alcanza su pico de rendimiento en enero y febrero, luego baja un poco y se recupera en abril y mayo. Zidane sabe que su cuerpo no le permite virguer¨ªas a destajo y no gasta tiempo en intentar derroches vanos.
Para optimizar su plan sigue un orden conservador. Come pescado y verduras al vapor, rara vez grasas saturadas y poca carne roja. Adem¨¢s, dedica sesiones supletorias a mejorar su forma f¨ªsica porque considera que su constituci¨®n le exige un mayor volumen de trabajo que la media. El mi¨¦rcoles, por ejemplo, se dedic¨® a hacer series de velocidad cronometradas con c¨¦lulas fotoel¨¦ctricas en 20 metros. Corri¨® y se recuper¨® alternativamente durante casi dos horas, solo, bajo la supervisi¨®n del preparador f¨ªsico, Javier Mi?ano.
Zidane sabe que nunca tendr¨¢ ni la punta de velocidad ni la potencia de Figo en el arranque. "El golpe de cintura", como ¨¦l dice. Pero el franc¨¦s tambi¨¦n es consciente de que, a sus 30 a?os, con una estatura de 1,85 metros y casi 80 kilos de peso, su virtuosismo est¨¢ estrechamente vinculado al estado f¨ªsico. Cuanta m¨¢s potencia y velocidad alcance, mejores resultados tendr¨¢n sus controles y sus recortes al filo del plantillazo de los contrarios. Una vez constatado este hecho, cuenta con lo fundamental: si el d¨ªa del Valencia se pudo escapar de Baraja no fue por su excelencia como atleta -Baraja es m¨¢s r¨¢pido-, sino por su habilidad para dominar la pelota y medir al oponente simult¨¢neamente.
Otro factor que determina la eficacia de Zidane es el centro del campo. En este sentido, el Madrid es un ente poco ortodoxo. No hay volante zurdo y rige la ley del doble pivote. Del Bosque responde con su habitual flema a las cr¨ªticas sobre la falta de simetr¨ªa del dibujo t¨¢ctico: "Una cosa es la l¨®gica y otra la realidad. En abstracto, los equipos se forman con cuatro atr¨¢s, dos por banda, dos en el medio y dos delante. Pero la realidad es que contamos con un grupo de jugadores determinados. Para poner un centrocampista de banda en la izquierda tendr¨ªamos que quitar un delantero. Como no hacemos eso, subsanamos el d¨¦ficit del costado izquierdo con lo que tenemos en el derecho [Figo]".
El medio campo es la demarcaci¨®n en que m¨¢s jugadores ha empleado Del Bosque desde que lleg¨® Zidane. Por all¨ª han pasado Helguera, Makelele, Celades, Solari, Guti, Cambiasso y Flavio. De ellos, s¨®lo Flavio y Makelele perviven. El ¨²ltimo, con la misi¨®n de batir los matorrales a la espalda de Zidane y cubrir el hueco que deja el volante zurdo que falta. "Si sube Roberto Carlos, tengo que estar atento a la banda", dice Makelele; "si sube Zidane, al medio campo".
La voz de Del Bosque suena distra¨ªda cuando explica su labor: "No se trata de dar discursos, sino de que se coordinen once voluntades. Michel con Hierro, Roberto [Carlos] con Zidane... En este sentido, el medio campo tiene gran importancia. Si el medio campo defiende bien, el equipo defiende bien. Si elabora bien, el equipo elabora bien. Lo ideal es que las l¨ªneas se junten y lo estamos consiguiendo. No creo que Zidane se cansara en diciembre por el hecho de que tuviera que defender m¨¢s de la cuenta. Con Makelele o sin ¨¦l a su espalda, tiene sus obligaciones, al igual que Figo y Ra¨²l. Ahora no tiene por qu¨¦ bajar menos y su posici¨®n, m¨¢s o menos cerca de una u otra banda, depender¨¢ de c¨®mo juegue el contrario. Lo que s¨ª es cierto es que Makelele ha formado un tr¨ªo con Roberto [Carlos] y Zizou y se ha adaptado muy bien a esa posici¨®n. Su entendimiento con Zidane es perfecto. Est¨¢ deseoso de que los dem¨¢s compa?eros est¨¦n contentos con ¨¦l. Flavio sube m¨¢s y Makelele se queda. Quiz¨¢ por el sentido de la responsabilidad tan grande que tiene. Vive pendiente de los jugadores que tienen el bal¨®n".
Zidane, el m¨ªstico, ha alcanzado su plenitud en el Madrid y le debe a Makelele, el rapero, una parte del ¨¦xito. Parafraseando a Del Bosque: sus voluntades est¨¢n coordinadas. Se les nota en los zapatos.
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