De verdugo a reo de Van Gaal
Mendieta, el gran fichaje del Bar?a por su brillante pasado valencianista, relegado a la suplencia
A Louis van Gaal todav¨ªa le silban los o¨ªdos de la rechifla que recibi¨® de la hinchada cuando el Valencia elimin¨® al Bar?a en las semifinales de la Liga de Campeones de 2000. El t¨¦cnico qued¨® tan marcado por aquella confrontaci¨®n y por los duelos que sostuvo con el equipo de Mestalla, cuyo desenlace acab¨® por costarle la salida del club, que debi¨® de jurarse que, a la que pudiera, har¨ªa suyos a cuantos jugadores rivales le hab¨ªan hecho la vida imposible. As¨ª que, de regreso este verano al Camp Nou, se olvid¨® del Piojo L¨®pez -ayer record¨® que est¨¢ dando su medida exacta en Italia, donde no tiene espacios- y pidi¨® como fichajes prioritarios a Mendieta y Kily Gonz¨¢lez, los dos volantes de aquella famosa media del Valencia que contaba adem¨¢s con Gerard, ya en la n¨®mina azulgrana, y Farin¨®s, ahora en el Villarreal.
El vasco lamenta haber jugado de lateral y no en el centro del campo
"?Vibraciones para hoy? Ufff, mejor no opinar", dice el holand¨¦s
Finalmente, por falta de liquidez, Van Gaal no pudo fichar a Kily, pero s¨ª antepuso Mendieta a cualquier otra incorporaci¨®n. A d¨ªa de hoy, sin embargo, el centrocampista vasco (Bilbao, 1974) ha quedado relegado a la suplencia, a un papel secundario que afecta por igual a los que formaron el rombo de aquel Valencia que provoc¨® tal estallido en el Camp Nou que, a la larga, incluso se llev¨® por delante al presidente, Josep Llu¨ªs N¨²?ez.
Mendieta marc¨® precisamente el gol del Valencia en el partido del 11 de mayo de 2000, resuelto a favor del Bar?a por 2-1, un marcador insuficiente dado al 4-1 de Mestalla. Tal que fuera una maldici¨®n, desde entonces no ha vuelto a ser nunca m¨¢s "mi viejo Mendieta", como le llam¨® Van Gaal cuando en un ensayo crey¨® volver a ver en el jugador al mejor centrocampista europeo de aquel a?o, t¨ªtulo que recibi¨® de la UEFA y que le puso en el escaparate de los clubes con mayor potencial. El Valencia no le dej¨® fichar por el Madrid, m¨¢s que nada por la rivalidad desatada por Mijatovic, y acab¨® en el Lazio por 44 millones de euros. Mal negocio para el club y el futbolista.
Jugador de semblante triste, Mendieta parece un extraviado que busca reencontrarse con su puesto. No le fue bien en el Lazio, fracas¨® la posibilidad a?orada de recalar en su Athetic y ha acabado en el banquillo azulgrana. Titular en el arranque del curso, salt¨® de la alineaci¨®n en Anoeta, cuando Van Gaal le dijo que, a la vista de tantos partidos como ofrec¨ªa el calendario, iba a hacer rotaciones. Excusas. Titular en Mallorca, donde Van Gaal salv¨® el puesto, no ha disputado ni un minuto de los dos ¨²ltimos envites ante el Recre y el M¨¢laga.
"Para m¨ª, en cualquier caso, el encuentro ante el Valencia [hoy] ser¨¢ especial", afirma Mendiente. "Tengo muy buen recuerdo del equipo", a?ade al tiempo que, con un discurso muy medido, procura reivindicarse ante el olvido del t¨¦cnico. "El verdadero Mendieta a¨²n no se ha visto", se defiende; "no he podido dar todo lo que puedo. Me falta jugar, tener continuidad y actuar de centrocampista, en el puesto en el que m¨¢s rindo".
Sin embargo, quiz¨¢ regrese hoy al c¨¦sped. Al menos, queda esa duda, ya que Van Gaal considera que puede tomarse su duelo con su antiguo equipo como un reto. "A lo mejor es bueno, psicol¨®gicamente, que juegue", dijo ayer el holand¨¦s. El vasco ha sido v¨ªctima de su polivalencia y de la empanada t¨¢ctica de Van Gaal, que ha dejado a los jugadores de banda a la intemperie en beneficio de los que act¨²an por dentro. El ex valencianista ha actuado de lateral y de carrilero, pero nunca de volante o, cuanto menos, sin un lateral detr¨¢s o un extremo delante. As¨ª, se desfond¨® corriendo la banda, perdiendo tres kilos por partido, incapaz de jugar y dar juego y alejado igualmente del gol, con el que s¨®lo se ha reencontrado desde el punto de penalti, donde es infalible por su sangre fr¨ªa. "Ahora que no estoy cansado, quiz¨¢ me falta frescura", reflexiona sin saber por qu¨¦ el t¨¦cnico le ha retirado la confianza.
Van Gaal le prefiri¨® a Ronaldo y a cualquier otro futbolista e incluso se arriesg¨® a cerrar una cesi¨®n con el Lazio que al Bar?a le puede costar tan cara como la ficha de Rivaldo en el caso de que Mendieta sea devuelto al club romano a final de temporada. No juega el jugador franquicia del entrenador y, consecuentemente, con el que pensaba edificar el nuevo Bar?a, ni tampoco el avalado por la hinchada, Riquelme, de manera que es f¨¢cil pensar que el equipo es v¨ªctima de sus propias contradicciones. Mendieta expresa, a fin de cuentas, el fracaso del Bar?a de Van Gaal, tan confun dido que ayer confundi¨® al cantautor Joan Manuel Serrat con uno de los tres tenores [Luciano Pavarotti, Jos¨¦ Carreras y Pl¨¢cido Domingo].
No logra Van Gaal que futbolistas de alta cualificaci¨®n rindan de acuerdo a sus posibilidades. "Yo hable con Mendieta antes de ficharle", dijo ayer; "le expliqu¨¦ c¨®mo iba a jugar y ¨¦l lo sab¨ªa. Pudo decir entonces: 'Pues no vengo'. Los jugadores cuando no juegan siempre se quejan: Mendieta empez¨® el a?o fant¨¢sticamente, pero, como les ha pasado a otros, ha bajado de nivel".
Van Gaal, que cumple su partido 200 en el Bar?a, sabe de la importancia del choque, especialmente porque piensa que este Valencia, como bloque, es mejor que el de 2000 gracias a Baraja y Albelda. Pero, sobre todo, tras el partido disputado ante el Sevilla, cuando la grada se gir¨® contra el palco y el banquillo. La cita de hoy es igualmente de alto riesgo. Con la amenaza de que vuelvan los gritos y los pa?uelos. "?Mis vibraciones? Ufff, mejor no opinar", zanj¨® Van Gaal.
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