Con la deuda sobre el tapete
Argentina comienza a negociar con los acreedores privados externos
La renuncia en octubre de 2000 del entonces vicepresidente de Argentina, Carlos Chacho ?lvarez, dispar¨® una crisis financiera que no se detendr¨ªa hasta la suspensi¨®n de pagos, en diciembre de 2001. Trece meses despu¨¦s, el Gobierno de Eduardo Duhalde est¨¢ comenzando el proceso de negociaci¨®n de la deuda p¨²blica, que asciende a 145.000 millones de d¨®lares (135% del PIB).
La deuda p¨²blica argentina asciende en la actualidad a 145.000 millones de d¨®lares, el 135% del producto interior bruto
El Ministerio de Econom¨ªa designar¨¢ esta semana el banco que asesorar¨¢ a Argentina en la discusi¨®n con los acreedores privados externos. La deuda p¨²blica ascend¨ªa en junio ¨²ltimo a 115.000 millones de d¨®lares, pero se sumaron otros 30.000 millones despu¨¦s porque el Estado emiti¨® t¨ªtulos para compensar a ahorradores y bancos por la crisis financiera y para consolidar deudas con las provincias.
De aquellos 115.000 millones, unos 32.000 millones (27,8% del total) corresponden a empr¨¦stitos con organismos multilaterales de cr¨¦dito, con los que Argentina sigui¨® cumpliendo hasta octubre pasado. Unos 50.995 millones (44,3%) est¨¢n en manos de los tenedores de bonos emitidos en el extranjero. Unos 18.000 millones (15,6%) se les deben a inversores locales. Apenas 6.000 millones (5,2%) se adeudan a bancos extranjeros, que en la crisis de deuda de los a?os ochenta representaban el principal colectivo acreedor. Por ¨²ltimo, unos 8.000 millones (6,9%) corresponden a pasivos en mora.
Ofertas bancarias
Los bonos externos de Argentina se encuentran en poder de cientos de miles de inversores particulares e institucionales, expresados en distintas monedas, jurisdicciones, plazos y tipos de inter¨¦s. El Gobierno argentino iniciar¨¢ el mes pr¨®ximo los contactos formales con ellos por intermedio del banco que surja de una subasta.
Siete entidades presentaron ofertas: un consorcio integrado por Bank of America y Rothschild, Lazard Fr¨¨res, Morgan Stanley, UBS Warburg, Cr¨¦dit Lyonnais, Dresdner Bank y Wall Street Securities.
La tarea del banco elegido abarcar¨¢ tres etapas, seg¨²n Patricio Rotman, experto del consorcio de Bank of America y Rothschild. La primera consistir¨¢ en identificar a los acreedores y desarrollar una estrategia de comunicaci¨®n para mostrar al mundo que Argentina se toma en serio su deuda. La tarea resultar¨¢ dif¨ªcil: en tres meses se celebrar¨¢n elecciones presidenciales. Todos los principales candidatos prometen pagar lo debido, pero algunos advierten de que revisar¨¢n su "legitimidad" y reclamar¨¢n una quita mayor al 50% que los mercados prev¨¦n como m¨¢ximo. La segunda etapa comenzar¨¢ en junio, con el nuevo Gobierno, y radicar¨¢ en la articulaci¨®n de colectivos de acreedores con los que sentarse a negociar. Por ¨²ltimo se abrir¨¢ el di¨¢logo para definir nuevos plazos, tipos de inter¨¦s o quitas. La labor del banco asesor finalizar¨¢ cuando se alcance un primer consenso entre las partes, a fines de este a?o o principios del pr¨®ximo, se esperanza Rotman.
Dinero miedoso
El economista Julio Piekarz, que acompa?a al candidato presidencial de centro-derecha, Ricardo L¨®pez Murphy, considera que Argentina precisa cerrar en estos d¨ªas el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para postergar pagos a organismos multilaterales y comenzar a dialogar con los acreedores privados: "Si no, seguiremos como estamos. Nadie pondr¨¢ dinero en un pa¨ªs transgresor y as¨ª no solucionaremos los problemas de pobreza, indigencia y desempleo". Pagar la deuda demandar¨¢ nuevos esfuerzos argentinos. El super¨¢vit fiscal primario (sin pagos del pasivo), que el Gobierno y el FMI pretenden elevar a un hist¨®rico 2,5% del PIB en 2003, deber¨¢ ascender al 4% o 6% en los a?os siguientes, aun si Argentina logra una importante condonaci¨®n de sus obligaciones.
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