"Nos abordaron como una pandilla de ni?os arrogantes jugando a polic¨ªas"
Los miembros de Greenpeace encarcelados lamentan el trato recibido
"Jam¨¢s he visto nada igual. Llevo 10 a?os en Greenpeace y nunca hab¨ªa visto un comportamiento profesional tan peligroso". As¨ª de rotundo se manifestaba el ingl¨¦s Richard Pearson, con su grande corpach¨®n sentado en el cemento de un calabozo de la comisar¨ªa gibraltare?a de Mole House. "Casi conseguimos burlarlos, pero cuando me di cuenta de que era imposible decid¨ª dejar de quemar combustibles f¨®siles y par¨¦ el motor. Entonces nos abordaron por estribor. Como una pandilla de ni?os arrogantes jugando a polic¨ªas".
Pearson bromeaba sobre el incidente con algunos periodistas retenidos en el calabozo de la comisar¨ªa de Gibraltar. Todos vestidos con unos pantalones de papel que les facilit¨® la polic¨ªa gibraltare?a a cambio de sus ropas empapadas. All¨ª, sin reloj, cordones, cintur¨®n y ni siquiera pantalones, les vaticinaron una condena larga. "T¨² prep¨¢rate para pasar aqu¨ª unos d¨ªas, porque yo te he visto obstruir la acci¨®n de la justicia con la cabeza", se carcajeaba un polic¨ªa al recordar el citado abordaje.
Rumbo al barco
La acci¨®n de protesta contra la gasolinera flotante que es el barco monocasco Vemamagna comenz¨® con la salida del buque de Greenpeace MV Esperanza, del puerto de C¨¢diz, poco despu¨¦s de las 22.30 del domingo. El buque se dirigi¨® hacia el Estrecho. Tras parar brevemente frente a Ceuta, maniobr¨® hasta fondear en la bah¨ªa de Algeciras. Alrededor de las 7.30 de la ma?ana, y mucho m¨¢s cerca de Algeciras que de Gibraltar, las dos primeras patrulleras de la polic¨ªa gibraltare?a comenzaron a merodear alrededor del MV Esperanza. Una hora despu¨¦s, las dos lanchas semirr¨ªgidas de Greenpeace pasaron de la cubierta del buque al agua con los 12 periodistas de distintos medios que integraban la expedici¨®n m¨¢s los dos escaladores y los respectivos pilotos hasta sumar un total de 20 personas con rumbo al Vemamagna.
Entonces comenz¨® la guerra de guerrillas ecologista. En un principio la polic¨ªa gibraltare?a tan solo intentaba desequilibrar las lanchas. La primera, conducida por el sueco Pele, qued¨® inmediatamente neutralizada. La otra dur¨® un poco m¨¢s en el agua, hasta que fue detenida con un abordaje. Los periodistas acabaron en el calabozo, donde tuvieron que soportar las amenazas verbales del polic¨ªa al que sus compa?eros llamaban acertadamente El Chinche.
Una vez en la comisar¨ªa, les quitaron casi todo lo que llevaban encima y les metieron por grupos en distintas celdas, sin ventanas, con una tenue luz artificial y dos colchonetas para cinco. Hacia las 20.30, la mayor¨ªa sali¨® en libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Conflictos diplom¨¢ticos
- Greenpeace
- Gibraltar
- Pol¨ªtica exterior
- Organizaciones medioambientales
- Reino Unido
- Contaminaci¨®n mar¨ªtima
- Europa occidental
- Periodismo
- Protecci¨®n ambiental
- Contaminaci¨®n
- Europa
- Transporte mar¨ªtimo
- Relaciones internacionales
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Problemas ambientales
- Medios comunicaci¨®n
- Transporte
- Medio ambiente
- Comunicaci¨®n