"La vivienda, ?derecho o negocio?
El economista Anisi, en su libro Creadores de escasez, afirma algo desgraciadamente l¨®gico: que "el mercado ¨²nicamente satisface aquellas necesidades humanas que est¨¢n respaldadas con dinero". Por ello, se necesita la intervenci¨®n pol¨ªtica para satisfacer necesidades humanas y atemperar -incluso me atrevo a decir domesticar- los efectos perversos del mercado. Es la hora de las pol¨ªticas p¨²blicas de vivienda. Frente al eslogan neoliberal "la econom¨ªa, est¨²pidos, la econom¨ªa", defiendo por coherencia econ¨®mica y social "la pol¨ªtica, est¨²pidos, la pol¨ªtica".
La dificultad de acceso a una vivienda digna es hoy, y cada vez m¨¢s si no se ponen medidas, un problema de primera magnitud para la gran mayor¨ªa. Todos los organismos est¨¢n poniendo de manifiesto que la subida de precios de la vivienda es desorbitada: en torno al 50% en los tres ¨²ltimos a?os, seg¨²n el Banco de Espa?a. La vivienda se ha convertido en un negocio especulativo, en una inversi¨®n refugio segura y rentable, dada la baja rentabilidad de los fondos de inversi¨®n, el perfil negativo de la Bolsa, a lo que se une la incorporaci¨®n al euro (con la afloraci¨®n del dinero negro en busca de inversiones), los menores tipos de inter¨¦s, la mayor duraci¨®n de los cr¨¦ditos hipotecarios... Todo ello explica que la vivienda ya no sea tanto un bien de uso como un bien de inversi¨®n especulativa.
"?Qu¨¦ intereses econ¨®micos o ideolog¨ªa impiden que haya una ley del Suelo en la comunidad aut¨®noma?
Hay que a?adir otro agravante: el incremento de los precios de las viviendas ha sobrepasado el de los sueldos en los ¨²ltimos cinco a?os. Se habla de un incremento cuatro veces superior y de siete a?os de salario para pagar una vivienda. A?adamos que el empleo creado en el ciclo econ¨®mico expansivo ha sido de muy baja calidad, por su car¨¢cter precario y temporal y sus peores condiciones salariales. Esto explica que una familia media vasca tenga que dedicar m¨¢s del 50% de sus ingresos a pagar la vivienda que habita, lo que supone un esfuerzo desproporcionado.
La especulaci¨®n continuada e intensificada puede acabar con el crecimiento del sector, expulsando a una mayor¨ªa de posibles compradores por unos precios inaccesibles. Por el bien del sector, de su sostenibilidad, de su crecimiento, es preciso crear un liderazgo p¨²blico que haga posible un mercado de vivienda accesible, estable y no especulativo.
El an¨¢lisis de la situaci¨®n en la Comunidad Aut¨®noma Vasca pone de manifiesto que hay una oferta muy escasa de VPO financieramente asequible. Que la oferta libre es inasequible para la gran mayor¨ªa. Que el alquiler es escaso y caro. Que hay gran cantidad de viviendas vac¨ªas, muchas con necesidad de rehabilitaci¨®n. Que hay un cierto fraude en las transmisiones de VPO y una posible inadecuaci¨®n en los tramos, excesivamente amplios, privilegiando a las rentas m¨¢s altas de los mismos. Pero, sobre todo, detectamos que la especulaci¨®n del suelo es un problema estructural, ya que representa m¨¢s del 50% del costo de la vivienda.
?Es posible un acuerdo social por la vivienda? Es ¨²til y necesario. Por lo menos, habr¨ªa que garantizar un acuerdo interinstitucional entre el Gobierno, las diputaciones forales y los ayuntamientos, que especificara la funci¨®n y aportaci¨®n de cada uno, acordando todo lo referente a la fiscalidad, pol¨ªticas de suelo y habitabilidad de ciudades y pueblos. Por supuesto que no me olvido de promotores, contratistas y entidades financieras. Apelo a la responsabilidad social de las empresas, lo que J. Schumpeter define como "la necesaria relaci¨®n del beneficio empresarial con el servicio a la sociedad".
La casa comienza por los cimientos y si los poderes p¨²blicos se quieren poner manos a la obra tienen que comenzar por regular una buena ley del suelo. ?Por qu¨¦ no hay una ley del Suelo en la CAV? ?Qu¨¦ intereses econ¨®micos o ideolog¨ªa lo impiden? Se ha demostrado que la masiva recalificaci¨®n de suelo no rebaja los precios del mismo. Hay suelo, pero es muy caro. No se est¨¢ cumpliendo el art¨ªculo 47 de la Constituci¨®n y las obligaciones que tienen los poderes p¨²blicos para evitar la especulaci¨®n y garantizar el derecho a la vivienda. Una buena ley del Suelo es la prueba del nueve para abordar en serio el problema. A pesar de que muchas regulaciones no necesitan dinero, un liderazgo p¨²blico exige mayores dotaciones presupuestarias, ya que se corre el riesgo de que una excesiva propaganda pol¨ªtica, vac¨ªa de medidas eficaces, genere frustraci¨®n c¨ªvica.
Quedan muchas cosas por regular. Desde una fiscalidad adecuada, en la l¨ªnea de que las pol¨ªticas de gasto (ayudas directas) se prioricen sobre las de ingreso (desgravaciones) para poder primar a los colectivos m¨¢s desprotegidos, hasta ayudas para el alquiler de vivienda, y un mayor control del fraude en todo el proceso de adjudicaci¨®n de promociones: el cumplimiento de los requisitos de compradores o arrendatarios, racionalizaci¨®n de los concursos, generaliz¨¢ndolos a los promotores privados de VPO, lucha contra el fraude en las transmisiones (valoro de modo positivo la calificaci¨®n permanente de VPO), la optimizaci¨®n de nuestro parque inmobiliario, potenciando la rehabilitaci¨®n y salida al mercado de la vivienda vac¨ªa.
Una pol¨ªtica de viviendas es necesaria y urgente por lo que representa en el crecimiento de la econom¨ªa y del empleo, pero, sobre todo, es un derecho de la ciudadan¨ªa para poder ser aut¨®nomos, adem¨¢s de las implicaciones que tiene en la movilidad laboral y en la necesaria mejora de los salarios. El ¨²ltimo informe elaborado por el CES espa?ol sobre los j¨®venes y la vivienda concluye que el alargamiento de la emancipaci¨®n de los j¨®venes se ha elevado en m¨¢s de 10 a?os, se?alando entre las causas la alta precariedad en el empleo y el desorbitado e inaccesible precio de la vivienda. Estas son las responsabilidades p¨²blicas de las que no se puede hacer dejaci¨®n.
Carlos Trevilla es representante de UGT en el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) vasco.
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